Debido a la avalancha de escritos a Mario Silva en APORREA me veo en la obligatoriedad por impulso biológico a preguntarles a quienes escriben a favor o en contra del referido Mario Silva, ¿es este señor un ángel o un demonio caído del cielo el cual los escribientes fanatizados piensa mostrárnoslo como la tapita del frasco o la cervecita fría en el desierto?
Es lo que sucede en algunos segmentos de la revolución. Por un lado los que piensan a favor y por el otro los que no lo hacen así, Mario Silva no tienen nada especial; es un hombre común, como usted como yo como aquél, ¿por qué endiosarlo o satanizarlo? ¿No hay en el panorama revolucionario otra cosa que nos permita hacer la defensa o la destrucción de la revolución?
Crea fama y acuéstate a dormir. Mario Silva lo hizo; comenzó en un programita de tres y el que quedó con más aptitud para extraerle la pulpa a la patilla sin sacarles las semillas fue él. Anda en la cresta de las olas. Creo que no mira los lados Es un espécimen elevado a la máxima potencia por una revolución que a veces da síntomas de bufa, Eso no es bueno, ¿qué ha hecho Mario Silva más allá de ser un presentador de televisión, un comentarista a fin a la revolución que a veces salta la talanquera de la incongruencia con sus palabrerío fuera de contextos y absurdos? Y es natural, porque Mario Silva no es un omnipotente Dios que ha llegado a salvar la patria.
Los venezolanos les hacemos daño a quienes idolatramos tanto. Es perjudicial para el proyecto de inédito nacimiento. Muchos se creen intocables, otros se convierten en estrellas, los más van por ahí buscando un autógrafo de cualquier necio que aparece en televisión, Mario Silva es un trabajador más, que sea estrambótico, pantallero, melifluo, eso es cosa de él. Pero que quieran vendérnoslo como LA MÁXIMA EXPRESIÓN DE LA REVOLUCIÓN ES ESTÚPIDO. Por ahí andan revolucionarios que no pantallean, que no salen en televisión, pero que trabajan con ahínco y dureza sin ni siquiera tener apoyo financiero del Estado.
Mario Silva es la Hojilla; un programa de televisión que está a favor de la revolución y más nada. Si no lo hace él, lo hace otro; nadie es imprescindible, ¿quién conoce a profundidad a Mario Silva? ¿Puede alguien decir con propiedad que Mario Silva no es otra cosa que un señor pantallero? No sé; son cosas. Pero exhalar, lucubrar, gritar, que Mario Silva representa el Alfa y el Omega de la revolución y que si su programa se lo traga el tiempo y el fastidio se acaba la REVOLUCIÓN BOLIVARIANA, es una ofensa al intelecto. Mario Silva es un trabajador y más nada. Según la teología Dios está en el cielo. A la oposición le hace más falta a Mario Silva en el aire, que en “negro” no seamos gafos. No hagamos de sujetos “carne y sangre” dioses de yeso intocables e inmortales.
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