Ruralidades

Hindú Anderi, periodismo puro

No le consultamos cuando la escuchamos atentamente en el foro “Los medios que heredamos”, en la Asamblea Legislativa de Anzoátegui en Barcelona, el Martes 18 de este mes y año. Pero como uno se precia, por viejo que no por diablo, de saber distinguir lo bueno de lo malo, nos abrogamos el derecho a participar con la mayoría, que es la del pueblo venezolano que ya sabe dónde está la verdad. Y la verdad es pura, como las aguas del Neverí, cuando el poeta barcelonés Miguel Otero Silva, también periodista puro, le cantó como el de “las aguas de los primeros biberones”.

Hindú nos habló de lo que esconden los medios empresariales, que uno completa sin la profundidad de los especialistas, de lo que le regatean o tergiversan los dueños capitalistas, quienes se contentarían y “bailarían en una pata” si sus amos del norte invaden a nuestro país para robarnos el agua del Neverí para ellos y sus escogidos, bebérselas ellos solos, de manera de mojarse los labios con agua clara pues la que tuvieron allá se la mearon primero y después la empatucaron con la asquerosidad de sus hamburguesas, lo que tampoco dijo la “gran” prensa. No por grande, sino por pataruca al servicio del capital  y no de los seres humanos. 

También nos dijo Hindú que, como para ese mastodonte que es el imperialismo de hoy en día, sustentado por el gran capital de los judíos de Israel y de Norteamérica, las aguas del Neverí son apenas el contenido de una jarra, chupable con dos pitillos. Por eso el tiburón del norte viene, más que todo, por las aguas del Caroní con lo que le quitarían la fuerza, en su totalidad, al sistema eléctrico de Venezuela. Ah, y por ese otro gran reservorio que es nuestro Orinoco. Y como ya también se “tragaron” el petróleo que les quedaba, con una misma base matarán dos pájaros: agua y petróleo, que los tenemos en ese rio padre a borbollones.

Dicho todo eso por la camarada Hindú Anderi, es como un latigazo en la matadura de los camellos del imperio que, con sus medios de “comunicación” esconden las perversas intenciones de su amo, el imperialismo. Que aplauden a Uribe cuando permite que en el lomo del territorio de los verdaderos patriotas colombianos y, casi en el alero de Venezuela, se instalen esas mortíferas bases militares del diabólico imperialismo yanqui Judío-sionista. Y como ellos, los que dicen ser periodistas, que baten a viento libre  del Socialismo sus banderas negras de la “reprimida” libertad de expresión, que tergiversan la verdad a conciencia,  se sienten desnudos ante la realidad. Y esa realidad, como la que nos trajo Hindú, es la que los hace correr a la SIP; a la comisión de Derechos Humanos de la OEA, de Cantón y Ravell, para que les inyecten bilirrubina, ya que en Venezuela no hay quien se las aplique.

Ahora más. Los dueños de las 34 emisoras que estaban como “encaletadas” en su derecho de uso del espectro, deben tener nombre y apellido. Pero de la misma manera como le regatean la verdad al pueblo no se atreven, al menos desde su burladero, a dar la cara. No para “reconócelo pueblo”, como es costumbre del periodista escrutable Nelson “boca grande” Sardi y, como él, otras marionetas.

Patria, Socialismo o barbarie.

pedromendez_bna@yahoo.es



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Pedro Méndez


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