La Payola es corrupción

El primer argumento que desmonta las medidas de Conatel es “que la mayor parte de las emisoras son del Estado”. Resulta que quedó en evidencia esta falacia. Que el sector privado posee una batería de más de 500 emisoras de radio casi todas en FM (ese es el negocio) muy pocas en AM y en una cosa que ellos llaman circuitos, es decir, rozan la cartelización, el monopolio y lo que ellos mismos llaman la cadena. Cuando un enloquecido ve Globovisión y en especial Aló Ciudadano oye el mismo programa en tiempo real por el circuito CNB, el circuito de radio “hermano” ya que los socios de Globovisión son los mismos del circuito Belfort. Esto sin contar los otros circuitos y emisoras “amigas”, bien democráticas, que se encadenan pacíficamente para luchar por la libertad de expresión de los desinteresados dueños.

En lo que está hermanado el combo de emisoras de radio privadas que hacen cadena todo el santo día es en la corrupción. Cantantes, intérpretes y grupos musicales vernáculos que deseen ser promocionados y que necesitan ser conocidos, que la gente los oiga, tararee sus composiciones, tiene que pagar peaje a cada emisora o a cada circuito: Tienen que bajarse de la mula cada vez que suene un disco en una radio. Esa práctica la llaman en el medio radial Payola. Es bien democrática. Son choros finos con buenas maneras. Son asaltantes de talento musical. Son totalitarios porque expresan un pensamiento único. Mezquinos, individuales, quienes desprecian las radios comunitarias, desprecian el talento nacional, se niegan al cambio. Para ellos la gente humilde no cuenta.

Sus dueños viven casi todos en Miami y están requeté convencidos que Venezuela es una sociedad feudal anterior al capitalismo de Estado donde por derecho divino los hijos heredan los bienes del Páter Familia (léase el beneficiario de una concesión de radio). ¡Por Dios que atrasados son! Su ignorancia no les permite comprender que el Estado Moderno existe. Que existen leyes que se cumplen. Para eso el mismo Estado diseña una arquitectura de Poderes y de Leyes para que el ciudadano las acate.

La Ley Orgánica de Telecomunicaciones que es muy clara. Las habilitaciones se conceden a personas naturales o a empresas y cualquier modificación de ese statu quo debe ser participado a Conatel. Si el beneficiario cambia de sociedad o vende sus acciónes y no se comunica a Conatel la solicitud de modificación pierde la habilitación. Igual en caso de deceso.

El caso de Globovisión es ejemplarizante. Los socios mayoritarios Zuloaga y Núñez recibieron la habilitación. Resulta que Núñez falleció hace algunos años y no hay una comunicación oficial a Conatel. Entonces esa habilitación puede ser objeto de una revisión y el Estado puede reclamar con justo derecho el porcentaje que corresponde al difunto o anular la habilitación con razones valederas, que las tiene.

La alharaca que siguen armando es señal que han sido golpeados en la parte más sensible y delicada en su estrategia desestabilizadora. En la Guerra Mediática. Para la oposición. Para ellos.

La tarea de los revolucionarios es abocarse a la formación de cuadros que integren las señales de radio que ya están libres, que hagamos radios con programaciones dinámicas, que capten al oyente, sin chabacanerías, pero también sin dogmatismos, sin posturas hieráticas. Tenemos que hablar el lenguaje sencillo y sabio del pueblo. De él venimos y a él nos debemos.

Sacudirnos el complejo de capilla. Toca un reto arduo y difícil que la Artillería del Pensamiento requiere talento, vocación, empeño y trabajo en equipo. Somos depositarios de un arma valiosa, la comunicacional. Vamos aprovecharla. En beneficio del Socialismo del Siglo XXI


lucartjesus@yahoo.es


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Héctor Agüero


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