¿Quién le hace daño a la televisión venezolana?

No, no es Chávez, me parece eso tan estúpido, que se diga que el gobierno aúpa algo contra la libertada de expresión. No es el gobierno; son los mismos dueños de esos medio los que hacen que los venezolanos despotriquen contra ellos.   Cuando a RCTV se le venció la concesión y no le fue renovada, hasta algunos de los que se identifican como  rojo rojitos, sumidos durante años por esa  programación de la telenovela y la nimiedad, se lamentaron y más de miles se quejaron. 

Decía la cantante española  Rocío Durcal en sus lamentoso canto  que “la costumbre es más fuerte que el amor”. Eso ocurrió con los que veían a RCTV.  A nadie le interesaba Marcel Granier ni la señora Phelps, una pareja que jamás ha tenido que ver con la vida de los pobres ni del barrio. Dicen que la televisión comercial  latinoamericana genera  llanto y alegría, dolores y lágrimas como algo sádico. Es por eso que existe ese poderoso medio a nivel mundial, el cual produce cantidades estratosféricas de millones de dólares  diariamente Ni un dólar de los que produce la publicidad transnacional le queda  los televidentes. Si en verdad dijéramos la verdad  lo único que le queda a éste es miseria cerebral. 

  La publicidad somete y adoctrina. Acapara las horas familiares que deberían ser ocupadas para otra cosa. Convierte a la ama de casa en una mujer indiferente que se enoja cuando no la dejan enterarse de que fue lo que dijo la mala de la telenovela contra la pobre muchachita llegada de provincia, la cual no tiene la culpa de que el hijo del señor se haya enamorada de ella. La fantasía estúpida la pone a pelear contra la propia familia, mientras los sueldo de los que trabajan en la telenovela suben y  el  detergente que se anuncia se vende como arroz. El dueño de la estación alimenta sus arcas a costilla de los televidentes, La televisión comercial es uno de los más grandes venenos inventado por la sociedad capitalista 

El dolor de no ver de nuevo la telenovela, el programa, los concursos, los desfiles de reinas de belleza, la comedia bufa y lamentable de los llamados  rocheleros, la postura don juanesca del galán de turno que seduce amas de casas y adolescente, la estridencia de una música en su mayoría extranjera y otras bufonadas  le fue inyectado en el cerebro al pueblo venezolanos por RCTV. Un canal que sometió durante décadas a la inmadurez de una sociedad que creía “estar en algo”  si aceptaba   lo que le venía desde los países llamados desarrollados, ¿quién habló de  desarrollar a Venezuela? 

Por eso sufrió gran parte de los venezolanos. Los que se identificaban con  esa insolencia televisiva, fueron muchos, porque sacarse el vicio de ser adicto a la estupidez les era imposible, ¿cuántos de estos venezolanos fueron a ese canal a expresar su opinión, su fuerza moral, sus deseo social, sus denuncias? Marcel Granier tenía un  ascensor especial para no juntarse con la chusma, de la cual vive y  somete como esclava. 

Empero la misma publicidad  televisiva en su insaciable hambre mercantilista ha obviado algunas cosas que no entendemos. Por ejemplo ellos, los dueños de canales, radio y prensa escrita, reunidos en la ignorante e increativa oposición (¿recuerdan aquello de “no es no”?) saben que los venezolanos en su mayoría están con el presidente Chávez. Hacen todo lo posible para seguir fregando al pueblo con sus mensajes. Pero yo creo, yo. Que les llegó su hora. Vean porqué.

El día alunes estábamos un grupo de MAGALLANEROS, 8 en total que escribimos para periódicos alternativos. Nos citamos porque por el canal MERIDIANO en el programa “Entrevista con el deporte” el invitado era el “gago” Olivares, genuino representante del alma magallanera. Queríamos recoger de su voz algo que nos sirviera para nuestras paginas deportivas. Empero sucedió algo que me dijo que estamos en otra era: cuando el canal fue a negro, el grupo observó y escuchó una publicidad donde  entrevistan a varias personas para que opinen sobre LA PROPIEDAD PRIVADA, claro que  eso está   programado, pero cuando mis amigos y yo escuchamos a los señores decir…”qué la propiedad yo no sé que cosa” intuimos en silencio que eso era una mentira estúpida porque aquí a nadie se le está quintando nada  Automáticamente apagamos el televisor y nos fuimos cada quien por su lado…

aenpelota@hotmail.es



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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

 legavicenta@gmail.com      @legavicenta

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