Respuesta a la carta de Lisber Ramos Sol al Ministro Izarra

Miopía, delirio y primitivismo

Miope, contradictoria, delirante e intelectualmente primitiva es la respuesta "espontánea" que la imparcial periodista Lysber Ramos Sol ofrece a las declaraciones dadas por el ministro Andrés Izarra a El Universal el pasado domingo, sobre el des-empeño político del canal Globovisión y de la voluntad apátrida de su dueño, Guillermo Zuloaga.

Miope en sus más amplias acepciones (defecto de visión y cortedad de alcance), porque Ramos Sol ignora o finge ignorar lo que Izarra expresó y que la periodista María Lilibeth Da Corte recogió con precisión: "...y aún defiende la necesidad de crear una hegemonía comunicacional, pero desde el concepto gramsciano (hegemonía de la libertad y la pluralidad)".

Contradictoria porque... ¿cómo puede ser violatorio de la Constitución la búsqueda de la hegemonía de la libertad y de la pluralidad? ¿A qué Constitución se refieren Ramos Sol y Guillermo Zuloaga? ¿A la de Carmona Estanga, es decir, a la del 61? ¿Esta será la razón por la que Ramos Sol le dice a Izarra que "su política comunicacional es opuesta a nuestra constitución"?. Porque mire que resulta difícil imaginar tal grado de identificación ("nuestra") con una Carta Magna a la que adversan con desbordada pasión.

Delirante (en su acepción segunda: despropósito, disparate) porque pone en boca de Izarra inventados argumentos para contrarrestarlos sin fuerza de alegato (de esta técnica sobreviven dos invitados permanentes en Globovisión: Antonio Ledezma y Oscar Pérez).

Así, por ejemplo, Ramos Sol escribe que lo "dicho" por Izarra "viola la propia libertad de expresión", "tiene por objetivo aplastar a todos los demás medios de comunicación y eso atenta contra el derecho constitucional a informar de manera imparcial, oportuna y veraz y a la libertad de información y expresión", "eso es atentatorio a la democracia participativa y plural que establece la constitución en su preámbulo y otros artículos del texto de nuestra Carta Magna", "atenta contra la libertad de conciencia democrática; libertad de libre desenvolvimiento, la igualdad y la no discriminación, derechos todos consagrados en el capitulo (sic) de los derechos individuales", "atenta contra la libre empresa, la iniciativa privada y la libertad de asociación". Casi un deliriums tremens. O casi un autorretrato. ¿O un anhelo?

En su carta respuesta, Ramos Sol se exhibe como un doloroso caso de alienación patronal (primitivismo intelectual), porque al mismo tiempo que es capaz de cuestionar la lealtad presidencial de Izarra, practica una descomunal lisonja contra su empleador, a quien le inventa atributos que nadie cree. Y le omite su principal cualidad: su fervorosa intención de desestabilizar al país desde una licencia cuya propiedad es de un pueblo que tiene y tendrá depositada su confianza mayoritaria en el comandante Hugo Chávez.

La alienación se patenta más crudamente con una muestra de ingenuidad de Ramos Sol, quien se pregunta: ¿Cómo es que un medio como el de Globovisión, que tiene señal abierta apenas en dos regiones, le parezca una amenaza? Muy vulnerable debe estar el gobierno cuando declara enemigo a un medio de comunicación".

De nuevo el truco: ¿Quién se declaró enemigo de quién? Además, los derechos de autor de semejante afirmación deben pertenecerle a alguien que se hace el distraído para no reclamarlos. La verdad es que Globovisión es un aparato de obnubilamiento, de degradación intelectual de sus televidentes, y eso lo saben quienes mueven los hilos y los reales, y no les importa, puesto que ese es, precisamente, el objetivo.

En otra parte de su reclamo, la periodista de Globovisión inquiere: ¿Cómo es posible que se le haya escondido informativamente al país la existencia de un procedimiento de arbitraje en contra de la principal empresa de Venezuela y tuviésemos que enterarnos por cables internacionales? ¿Cómo encaja eso entre los deberes "patrios" que ud tanto defiende?

Hay allí una revelación: lo ha llamado "procedimiento de arbitraje", cuando en la pantalla de este canal jubilosamente se han referido a un embargo.

Sigue preguntándose la periodista: ¿Sabe cuántas veces sin más prueba que la ventaja oficial de la impunidad, se nos tilda de terroristas, golpistas o sencillamente se nos define como enemigos de la revolución?¿Está claro de cómo se está usando el aparato del Estado para amedrentar a los medios que nos mantenemos independientes?

A lo que contestamos con otra pregunta: ¿Cree de verdad Lysber Ramos Sol que Globovisión es un canal independiente? En cuyo caso, ¿independiente de qué o quién? O mejor contéstese algo más crucial: ¿De quién depende el independiente canal Globovisión?

En otro aparte, Ramos Sol se muestra indignada: "No crea que fue fácil asimilar que en un evento de implicación internacional, con la asistencia de otros mandatarios internacionales, el Presidente de la República dedicara tiempo televisivo y de trabajo, como funcionario de Estado que es, para comer hojas de coca en cámara, a sabiendas de que estaba en vivo, mostrara y comentara sus preferencias por el producto. Se cuestiona su difusión".

Su aflicción por la hoja de coca masticada constituye, ni más ni menos, que un insulto a los pueblos originarios que utilizan esta planta. Ella habla de esto desde una visión profundamente discriminatoria. Además, imposta una deslucida candidez cuando quiere hacer creer que el reclamo está orientado a la sola exhibición del acto presidencial y no a la soez manipulación que hacen de unas imágenes seleccionadas y mezcladas con otras, para enviar el meta mensaje de que el presidente Chávez consume drogas.

"Con sorpresa leo también que una persona formada en medios privados, no comprenda como un canal de noticias como Globovisión transmitiera con naturalidad lo que fue noticia mundial el día 4 de febrero", dice la periodista.

Es muy natural que Globovisión se encadenara con la marcha de Uribe contra las Farc. Desnaturalizado sería lo contrario. El asunto está en que hagan de ese tema un punto de honor, porque creen que tomando posición contra las Farc, lo están haciendo contra Chávez.

Desde luego, nunca Globovisión emitirá recriminación alguna contra los paramilitares subvencionados por el presidente Uribe. Tampoco se atreven a determinar correctamente a Uribe: un derechista postrado a los designios del imperio estadounidense, un neoliberal que ya vendió todo lo que pertenecía al Estado colombiano. Pronto habrá una marcha en Colombia para repudiar a los paramilitares. Ya verá usted como su canal también se encadena todo el día con esa marcha anti Uribe.

Finalmente, la posición y los puntos acotados por Lysber Ramos Sol no hacen sino exponer el verdadero drama nacional: el periodista y el periodismo transmutados en actores políticos, pero que gustan apelar el comodín de reportero intocable cuando se les van a responder sus agresiones.

En verdad, al escribir su carta, Ramos Sol actuó como apoderada de Zuloaga, envuelta en el ropaje de periodista intocable. Se supone que esta contestación será condenada por la Sociedad Interamericana de Prensa, organización patronal a la que Izarra ha dicho que no hay inconveniente para que se reúna en Venezuela (omisión de Ramos Sol en su reclamo, dicho sea de paso).


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Douglas Bolívar


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