Es que hay que oírlos. Es necesario sintonizar las instancias donde se oye cada barrabasada, opiniones, imposiciones y si se quiere disparates de tantos PNI (Productores Nacionales Independientes), quienes obtuvieron tal certificado por el MPPCI y gracias a las políticas sobre comunicaciones, lideradas por el Comandante Supremo Hugo Chávez F. Muchos de los que se adicionaron a estar en este trabajo, lo han utilizado para despotricar, malversar y hasta conspirar contra el proceso revolucionario y no se diga la artillería disparada contra Chávez, aún después de su ausencia física.
Sí, es espectro radio eléctrico ha dado para todo, profesionales de diferentes ramas han tenido acceso a manejar programas y diferentes producciones, lo cual habla de la gran libertad de expresión que se tiene en esta tremenda dictadura. Claro está, cuando favorece, es una maravilla, pero ay si te tocan la tecla por alguna infracción, entonces CONATEL es el chiquero de la historia de las comunicaciones en Venezuela. Ahora bien, con el fin de no salirme del objetivo, he de acotar que, en un programa matutino de esos en tantas emisoras, donde todos los días, preferiblemente los días hábiles (Lunes a Viernes), el batallón mediático opositor enfila todo un parque de armas con la plomamentazòn habida y por haber en contra de cualquier atisbo con olor a chavismo, oía terribles comentarios sobre los CLAP; en el ínterin se presenta un entrevistado por el conductor del programa y uno de los temas fue, sobre la noticia de una nave accidentada recientemente, la cual debió aterrizar de emergencia en el aeropuerto de La Carlota.
Mi asombro ya no cabía, luego de la andanada de golpes contra los CLAP (Tengan o no la duda razonable, en verdad se pasan de la raya con las opiniones, pues elucubran, inventan y hasta lo dicen de tal manera que se lo cree cualquiera, quien no esté informado al respecto), hablo de mi asombro al escuchar al entrevistador decirle al entrevistado que “ese avión debió dirigirse a Maiquetía, ya que allá si hay condiciones para un aterrizaje de emergencia, hay espuma, etc., todos los elementos para esta situación”. Ay Dios mío querido, como dice coloquialmente por ahí un personaje público del chavismo, menos mal que el entrevistado le aclaró enseguida: “bueno, eso depende de la emergencia, tengo entendido que a la nave no le salía el tren de aterrizaje, entonces en ese caso es necesario atender la emergencia de inmediato”.
En verdad, que esto es inconcebible, personajes quienes con tal de llevar la contraria contra el reeegimen o cualquier decisión que se tome en bien de la ciudadanía o con lineamientos necesarios para tomar previsiones en casos de emergencia, lleguen a casi imponer en forma de mandato, afirmaciones y opiniones impositivas de tal magnitud con un micrófono, se atreven a desconocer si se quiere al aire, razones que pesan sobre la seguridad y la vida de las personas; deberían, ser llamados al botón, aunque les dé la habitual piquiña y pataleta correspondiente. La seguridad y salud pública no son temas para manejarlos a capricho y tan deportivamente por la mediática irresponsable en manos de personajes ídem, quienes no escatiman en salir del paso para montar una programación donde opinando, caen en contradicciones y malas informaciones a capricho con tal de verter tanto odio y contradicción.
Luego de tanto oír veneno puro y tergiversaciones de todo tipo, el personaje en cuestión agrega su opinión sobre otra información calientica que está en la palestra: “Venezuela es el séptimo país con más jets privados en el mundo. ¿De dónde sale tanta plata para estos lujos?”. Ahí sí que el hombre se fue de “manicomio a locha y sin regreso”, como decía mi madre querida, pestes y culebras desmintiendo tal información brotaban por mi fiel aparatico de radio. Entendí por dónde venían el anterior comentario que el avión debía aterrizar en Maiquetía, claro, algo había que lanzar en contra, luego de la información de las naves privadas, la verdad duele y hay que desmenuzarla hasta convertirla en mentira a gusto propio y por supuesto, escondiendo la grosera apariencia y exquisito encanto de la riqueza en materia de pertenencia aeronáutica…
ÍEL AVIÓN. EL AVIÓN… AY DIOS MÍO QUERIDO!...
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