La fiesta de la carroña

Viernes 24 de Agosto, Viernes en la noche, Viernes de fiesta, viernes de aroma como dicen, la mayoría de mi gente alegre, unos reunidos en casa tomándose unas espumosas jugando domino, un muchacho sale emocionado lleno del perfume que le robo al papá, feliz porque su padre le prestó el carro, lleno de alegría y expectación porque va salir por primera vez con la chica que agita sus pasiones, la llevara a la disco del momento en su localidad, otros, aprovechan el inicio del asueto laboral para entregarse al amor, la noche tropical se presta para liberar las tensiones de la semana, y dedican la misma, para llenar de caricias, afecto y sudor a su pareja; mientras, otros pocos, llenos de rabia, llenos amargura, pasan la noche observando “Buenas Noches” por Globovisión, la depre les acompaña, la frustración les impide disfrutar del buen ambiente que colma el lugar.

Son ya las 1:10 de la madrugada del Sábado 25, la Cerveza ya se acaba, ya se pone tedioso tanta tranca, tanto zapato en el dominó, el muchacho y la chica siguen en su flirteo, el joven está que toca el cielo, le ha robado un beso húmedo a la chica de su pasión, las parejas continúan en el frenesí de su velada pasional, entre sabanas, piel y la humedad de sus sudores, y de golpe, bum, estalla el fuego infernal que se lleva la alegría y las vidas en la familia venezolana; pero para otros “venezolanos”, tal explosión, despierta el clímax de sus éxtasis, tal estruendo les suena como el grito de su maná, como si fuese el estallido de un espectáculo pirotécnico, arranca la fiesta, la fiesta de sus fiestas, la fiesta de la carroña, la fiesta nauseabunda que termina siendo un bacanal, una orgía de placer sádico, que solo puede ser disfrutado por un enfermo, pero no cualquier enfermo, sino por el peor enfermo de todas las enfermedades, no es alguien que sufra de VIH, o que sufra de Hepatitis C, ni siquiera de alguien que sufra de un Cáncer terminal, hablamos de alguien que sufra la peor de las enfermedades, la enfermedad del espíritu, la enfermedad del alma.

A partir del momento del inicio de la catástrofe, estos ruines desalmados inmorales, desataron una soez campaña, iniciaron una miserable actitud, que no es más que hacer uso, buscar dividendos, obtener ganancias de la desgracia humana, del dolor de otros, observar a Toro Hardy hablando por ese infernal canal como lo es Globovisión, entre otros, solo pudo causarme repugnancia, llenarme de ira, e impregnar mi alma de dolor; que irresponsabilidad, que desafortunado, que mísero.

Señores, por favor, por dios, tóquense el corazón, todos somos venezolanos, han muerto trágicamente hermanos, todos somos venezolanos, somos hermanos, todos somos familia, y como toda buena familia, a pesar de las diferencias o problemas existentes entre los miembros de la misma, cuando hay una crisis en el hogar, en casa, debemos dejar las discordias de lado y unirnos en solventar la dificultad, no es hora para estas bajezas, es hora de la unión, no de la deslealtad, de la miseria, pero lamentablemente este tipo de gente no aprende, y por tal actitud están condenados al fracaso, tal cual como les ha sucedido en los últimos 14 años, y eso es así, porque el que le pega a la familia se arruina.

Que dios se apiade de las víctimas y les de descanso y gloria eterna.


El autor es: Abogado UCV

ivannassim@hotmail.com


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Iván Nassim Agüín Parada.


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