Hace falta el periódico La Hojilla

"Hagamos volantes, dípticos, trípiticos, hojitas, simples hojitas y peguémoslas en las paredes de cada puebo, de cada barrio...!
Hugo Chávez


Eso es un pedir del presidente de la República , casi dramático, para que el pueblo, todo el pueblo, conozca que es lo que está haciendo la revolución por él que es su protagonista- Y en verdad nos unimos a la súplica del hombre que se está poniendo viejo de tanto trabajar y que después de ocho años algunos, en Venezuela, desconocen la obra de su gobierno, porque la prensa privada, la prensa sometida al imperio , la prensa que sólo anhelas más y más ganancias, no publica lo que hace la revolución y si lo hace es para desvirtuar la verdad.

Por eso hace falta La Hojilla de gratos recuerdos. En este año y el que viene es un anhelo general de los revolucionarios que la nación entera observe los hechos, la realización de una obra, donde el fin específico es el gigante de las millones de cabeza( el pueblo incluyendo a los malos de la partida que por egoísmos y odio viven ofuscados)

Vemos por ejemplo los títulos de ese pasquín llamado el Nuevo País que dirige desde Miami una dama que habla como una "perica" y fue parte y arte del golpe de estado y muy lejana a las buenos propósitos y la moral. Escandaliza, inmensa los títulos, para meterle miedo al pueblo; al poco pueblo que lee esa expoliación humana, porque nada justifica la mentira y el amarillismo. Igualmente actúa el 2001. El diario de la familia aquella del cual lamentablemente una de sus integrantes está presa por un escandaloso crimen. No nos alegramos por eso, pero, ¿cómo le voy a decir a mi hijo que el licor es malo con una copa de ron entre mis dedos, con una de esas cervezas "frisnapolar" que es la causante principal de que a los hombres mayores de treinta años los atrape el ACV?

Hace falta La Hojilla en este instante para acrecentar el poderío mediático. Le hago un llamado a Mario Silva para que pongamos a rodar ese órgano de la revolución en mala hora ausente. Tenemos que darles pelea a esos "virtuosos" DE LA CARICATURA DERECHISTA, como Fonseca y Rama, Weill entre otros. Aquí tenemos un arsenal de excelentes artistas, por ejemplo Uncas, Marquito, Tigrito Rivas, Loaiza, Rubén Hernández, Omar Cruz y otros que bien podrían ilustrar varias páginas con sus trabajos de alta factura revolucionaria el cual el pueblo que ama, siente, vive, ayuda, ama a Venezuela y a los grandes prohombres de la sensibilidad, devorarían literalmente

ENTENDEMOS QUE Ramia Suprani no calza los guantes para enfrentar a estos tremendos contendores, ni menos el anciano Fonseca. Ramia Suprani trabaja para un diario cuyo dueño habla el español como el papá de ella que es extranjero. Ella no siente, no entiende la cultura del pueblo, ella es un reencauche del mercantilismo que traza sus obsoletas figuras para ganarse el pan e ir de compras al Sambil, pero de sensibilidad cero. Algo muy extraño es que una mujer se preste para atacar a los de abajo, a los humildes, a los que decidieron por amor, elegir a un hombre que muy bien los ha representado en el mundo. La cultura de Ramia
Suprani no es criolla, ella no sabe lo que es vivir olvidado y robado por los mantuanos de siempre, no sabe lo que es una una cola más allá que para pagar la "talgetadorá", esperar al hijo en la ventana de un rancho, de un bloque de un superbloque, ella no sabe que se siente cuando se es vejado durante tantos años por los pro burgueses de Venezuela ahítos de estiércol y orgías.

Hace falta La Hojilla, Mario para contrarrestar la subida de precio que ÚN hace cada mes de sus ejemplares. Hace falta La Hojilla para que ese ataque frontal diario de ÚN contra el gobierno,de parte de LOS CAPRILES tenga respuestas , porque en la mayoría de los casos los redactores de noticias de sucesos, como los corresponsales de provincia, dimensionan las notas, para causar malestar entre la población venezolana, El punto de ataque de ese periódico contra la revolución es la inseguridad. Una de las periodistas que cubre la fuente de sucesos, es experta en agregar líneas finales a sus escritos donde se agiganten las declaraciones de los padres, hermanos, tíos o lo que sea de las víctimas" Estoy seguro que este gobierno no hará nada por esclarecer esta muerte", se burla de las diversas policías que trabajan con todo los hierros en pro de acabar con esta calamidad.

Vale una pregunta a esta fantasiosa fablistana: ¿de dónde salen los muertos de la burguesía o de los barrios? ÚN no la emplearía, si esos crímenes que ocasionaron durante años las desigualdades, no ocurrieran, porque el criminal nace de la esclavitud y el punto fijismo hizo esclavo al pueblo venezolano desde 1959. Con la Hojilla en la calle nuestro pueblo que anhela la igualdad , la educación, la proyección humana, tendría otro periódico para comprar, sin que se le esté tratando de envenenar.

Con el trabajo de nuestros caricaturistas en La Hojilla nadie tendría que ver los obtusos dibujos de Fonseca, hombre arrimado al arte para ofenderlo, porque ningún artista que se respete, que tenga apego al humanitarismo, se dedica burlarse de lo que un gobierno electo por la mayoría esté haciendo, Con La Hojilla no es que ellos, atrapados por la voracidad de lo estúpido, de la sinrazón, de lo fuera de foco, vayan a desaparecer; no, ellos desaparecieron desde hace años del alma del pueblo, sólo es que lo pobres, los esqueléticos morales y burlistas, tienen que comer. Ya lo dice la Biblia: "Dad de comer al hambriento..."

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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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