Información, noticia, intereses, armas y desviaciones

                No se cuantas veces se ha dicho y repetido hasta la saciedad que estamos en medio de una batalla ideológica en donde los medios de comunicación representan algo más que fusiles y las palabras son proyectiles dirigidos a la conciencia de los seres humanos. La función primaria de un medio desde el punto de vista del deber ser es informar imparcialmente, emitir la noticia sin agregarle intenciones o deseos de producir efectos secundarios que generen una matriz determinada con intereses específicos.

             Para nadie es secreto que la posesión del espectro radio eléctrico y de los medios de comunicación escritos de mayor envergadura, están en un alto porcentaje, en manos de personeros que han conformado una especie de clan con intereses comunes y hasta objetivos comunes.  Es esa casta de privilegiados, la que ejercía y ejerce presión sobre el sector político y económico del país,  para que se impusieran conductas permisivas y hasta cómplices de actos vandálicos, que terminaba por fortalecer a esa mafia auto bautizado “cuarto poder”. Desde los bunker de esos medios, se  hacían negocios civiles y militares con la complacencia de un os poderes ejecutivos, legislativos  y judicial, que se encargaban de dar visos de legalidad a lo ilegal y de llenar las arcas de los dueños de esos medios, como pago a los favores publicitarios de campañas y de engaño a la sociedad. De eso saben mucho la gente del universal, el Nacional, Televen, Globivision, la difunta RCTV (al pueblo gracias),  la Cadena Capriles y el llamado Bloque de armas.

            Todo el poder mediático, vino moldeando de a poco a poco, con la retransmisión de la propaganda  imperialista, cuidadosamente elaborada para lavar la conciencia y la cultura del pueblo, para condicionarlo a aceptar la nueva realidad que se estaba creando a partir de la inducción de otros valores  y de una realidad ficticia, donde el color de la piel,  la alimentación típica, el modo de vestir, las diversiones y hasta las diversiones, los modelos de construcción de las viviendas, el contenido de éstas etc.  Cambiaran para adoptar otro modelo que representaba a una cultura totalmente diferente, tan diferente, que hasta el trato y convivencia social, se desviaría hacia el individualismo egoísta y jactancioso, rompiendo con la costumbre de la fiesta comunitaria, las patronales, decembrinas y carnestolendas muy populosas, por unas partys en clubs exclusivos y costoso y hasta las tradicionales procesiones de vieja data desaparecieron por no ser rentables para el neo pensamiento capitalista invasor de la Venezuela de los años sesenta en adelante.

          Así  se inició en la Venezuela rural el proceso de penetración y destrucción de los valores propios, para ser manipulada hacia una falsa industrialización que se encargaría de trasladar al campesino hacia los cinturones de miseria de las grandes ciudades capitales de los estados escogidos para tal fin, por conveniencia del capital foráneo que se engolosinó por el potencial de riqueza que representaba el petróleo y las demás riquezas naturales minerales.        En toda esa maniobra, el poder mediático de los periódicos, la radio y la nobel televisión, jugaron un papel fundamental así se empezó a destruir una nación, para construir una entelequia  neo colonial. No es que antes no estábamos sometidos a fuerzas extranjeras, no, solo que su penetración no había atentado tan descaradamente  contra la constitución cultural y económica  de Venezuela. En lo político si fue mas descarada la presión yanqui y europea con la descarada acción de imponer a Juan Vicente Gómez y luego en el derrocamiento de Rómulo Gallegos, siguió el sostenimiento de la dictadura de Pérez Jiménez, quien fue también derrocado, cuando quiso tener autonomía; siendo sustituido por un pacto burgués de dominación nacional llamado “pacto de punto fijo”.   

            En toda esta aventura antinacional y donde el pueblo fue y es aun victima, los medios de comunicación fueron los cañones y fusiles de la oligarquía criolla al servicio de las fuerzas de dominación imperial. De esa manera destacaron los Eugenio Mendoza, los Machado Zuloaga, Los Phelps, y otros entreguistas, que por intermedio de franquicias, entregaron el país a las fuerzas diabólicas del imperio Sion yanqui asesino.

            En estos días, mediante las películas, novelas y programas en vivo, la televisión venezolana presenta al narcotráfico, la prostitución, la traición y la obtención de la riqueza fácil, como una conducta digna de imitar. La prensa escrita hace el papel de refuerzo, y simulando informar: utiliza sus espacios como un arma destructiva de la condición humana, atacando hasta la esencia misma de la organización social y del estado como ente rector y coordinador del funcionamiento del país. La  meta ya no es informar, ahora el objeto de la noticia es usar los acontecimientos macabros impulsados desde sus páginas, para hacer comercio macabro con la venta de dantescas narraciones y fotos, irrespetando al pueblo y a las leyes. Se escudan detrás de una libertad de expresión, que se convirtió el libertinaje del chantaje mercantilista y que se postró a los pies de quienes quieren ver desaparecer el gentilicio venezolano, para convertirnos en súbditos sin derechos del imperialismo sionista yanqui asesino.

             Estamos en momentos cruciales para la defensa del venezolanismo, no es por chauvinista, pero en este momento el fortalecimiento del estado venezolano, de nuestros valores culturales, políticos y sociales. De la independencia como nación, para poder desde esa misma posesión, poder impulsar la hermandad, solidaridad y apoyo a los demás pueblos que están siendo blancos del mismo ataque por parte de sus burguesías aliadas con el mismo monstruo capitalista  como factor común de peligro.  Hasta el propio pablo Norteamericano e Israelita, está en estos momentos en peligro de ser convertidos en esclavos por parte una mafia que se pretende erigir en gobierno mundial y que utiliza a los medios de comunicación bajo su dominio como instrumento de dislocación, imposición y ataque a la naturaleza humana de libertad real, solidaridad y hermandad, para convertirnos en unos entes individualistas manipulados y explotados ¿una nueva especie de ganado?

           Cuidado con los medios de comunicación al servicio del imperio sionista yanqui, sus intenciones son macabras, lo mismo que sus titulares y sus nuevos valores depravados. Ellos piensan  establecer un reino controlado por microchips, donde hasta la fertilidad será programada a su conveniencia ya están hablando de implantar esos controladores esclavistas. Asuma su responsabilidad y vea bien cual es la función de los medios de comunicación manipuladores al servicio del imperio ¿fantasía? Solo abra los ojos y vera la verdadera realidad.

javiermonagasmaita@yahoo.es  javierdelvallemonagas@gmail.com


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Javier Monagas Maita


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