(VIDEO) Brasil reportó su peor domingo por el Covid-19 al presentar 1.656 muertes en las últimas 24 horas

29.03.21 - El número de fallecidos por COVID-19 en Brasil ascendió a 312.206. En 24 horas se registraron 1.656 muertes. Todavía se están investigando 3.566 óbitos en el país.

Suman 12.534.688 los infectados desde el inicio de la pandemia. En 24 horas, las autoridades sanitarias confirmaron 44.326 nuevos casos.

Los datos constan en la actualización diaria del Ministerio de Salud, publicada la noche del domingo (28). El balance se produce con base en la información proporcionada por las secretarías de salud de los estados.

En total, 1.309.541 casos activos de la enfermedad están siendo monitoreados por profesionales de la salud y 10.912.941 pacientes ya se han recuperado.

Estados

Los estados con más muertes son São Paulo (71.991), Río de Janeiro (36.109), Minas Gerais (23.687) y Río Grande del Sur (18.823). Los con menos muertes son Acre (1.234), Amapá (1.268), Roraima (1.320), Tocantins (1.972) y Alagoas (3.489).

São Paulo también lidera en número de casos (2.420.100), seguido de Minas Gerais (1.100.575), Paraná (836.936), Rio Grande del Sur (830.630) y Santa Catarina (795.391).

Las cifras oficiales muestran una caída en relación a los últimos días, en los que el número de muertos en 24 horas llegó a superar los 3.600, pero según el propio Ministerio de Salud eso ocurre cada fin de semana, cuando se reduce el personal responsable de procesar los datos.

Esos datos ratifican que Brasil, el segundo país más afectado por la crisis sanitaria después de Estados Unidos, enfrenta una nueva y virulenta ola que, según han advertido algunos especialistas, puede acelerar aún más en las próximas semanas, por la circulación en todo el territorio nacional de nuevas variantes mucho más agresivas.

El boletín diario oficial también señaló que aún permanecen en observación 1.309.541 pacientes y que el número de personas que en el país se han recuperado del coronavirus ahora llega a 10.912.941.

Brasil se mantiene como el segundo país más afectado por la crisis sanitaria después de Estados Unidos y enfrenta una nueva y virulenta ola que, según muchos especialistas, puede acelerar más en las próximas semanas, por la circulación de nuevas variantes mucho más agresivas.

Para intentar atajar la expansión del virus, las principales ciudades del país han ordenado interrumpir todas las actividades que son consideradas no esenciales e incluso, en otras como Sao Paulo y Río de Janeiro, se ha anunciado un festivo de diez días que comenzó el pasado viernes e incluirá la Semana Santa.

Pese a que los últimos dos días la población de Río de Janeiro había respetado la prohibición de ir a la playa, este domingo, un día soleado y de fuerte calor, las cosas cambiaron y la Policía tuvo que intervenir para expulsar a cientos de personas que intentaban permanecer en las arenas de Copacabana, Ipanema y Leblón.

También en varias ciudades del país, las autoridades allanaron decenas de locales en los que se celebraban fiestas clandestinas, que en algunos casos llegaron a reunir a cientos de personas y que, en su mayoría, fueron convocadas a través de las redes sociales.

En otras ciudades, como Belo Horizonte, hubo algunas protestas, pero de comerciantes que exigían poner fin a las restricciones a las actividades económicas, que en esa y en otras capitales regionales estarán en vigor hasta que concluya la Semana Santa.

Los datos oficiales de los fines de semana no resultan completos, debido a la falta de personal administrativo en algunas regiones, por lo que el domingo suele ser un día con la mitad de registros respecto a días hábiles.

Las dos ciudades más grandes y pobladas del país sudamericano, Sao Paulo y Río de Janeiro, cumplieron este domingo un día del "súper feriado" que va del 26 de marzo al 4 de abril.

El feriado se adelantó como medida sanitaria para reducir la movilidad de miles de personas, que no obstante han marchado desde Sao Paulo a las playas del litoral, pese a los bloqueos de autoridades para evitar las aglomeraciones.

"Esto es una guerra y la estamos perdiendo. Esperemos no llegar al punto en que las personas no tengan otra salida que morir en sus casas por falta de atención", aseveró Eduardo Santos, alcalde de la ciudad paulista de Santos, que además de playas turísticas posee el mayor puerto de Brasil.

La alcaldía de Sao Paulo dio a conocer que al menos tres fiestas multitudinarias fueron suspendidas la madrugada de este domingo por violar la cuarentena en la mayor ciudad sudamericana.

Las autoridades de la alcaldía contrataron también 54 minibuses escolares, que adecuaron para apoyar el servicio funerario en el traslado de hospitales a cementerios de personas fallecidas a causa de la COVID-19.

El estado de Sao Paulo acumuló hasta este domingo 2.420.100 casos confirmados de la COVID-19 y 71.991 muertes, seguido de Río de Janeiro con 640.467 contagios y 36.109 decesos.

Pese a la norma de emergencia por la pandemia, cientos de personas han acudido a las famosas playas de Río de Janeiro y otras se han movilizado hacia regiones turísticas cercanas a la ciudad como Buzios, Arraial do Cabo y Angra dos Reis.

El estado de Río Grande do Sul (sur) fronterizo con Argentina y Uruguay cumplió a su vez cuatro semanas de colapso hospitalario, con una saturación del 114 por ciento de camas de unidades de cuidados intensivos, es decir, más de 320 personas en la fila para acceder.

Brasil ha vacunado a casi 20 millones de personas, entre ellas más de 15 millones recibieron una dosis y más de 4 millones la segunda, según medios brasileños con base en datos oficiales.

Con información de agencias.



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