La selva tropical más grande del mundo y un baluarte contra el cambio climático

Días grises y noches amarillas visten el Amazonas ante el avance del fuego

Humareda durante un incendio en un área de la selva amazónica cerca de Humaita, Estado de Amazonas, Brasil, el 14 de agosto de 2019

Humareda durante un incendio en un área de la selva amazónica cerca de Humaita, Estado de Amazonas, Brasil, el 14 de agosto de 2019

Credito: AP

Brasil, 22 de Agosto - Huele a parrilla, a carbón vegetal en llamas en el Amazonas. Durante el día el sol, generalmente tan feroz, es oscurecido por el espeso humo gris, y en la noche el cielo nocturno tiene un brillo amarillo oscuro, porque la selva está ardiendo.

Durante los últimos siete días, Reuters se ha desplazado varias veces por un tramo de 30 kilómetros desde Humaita hacia Labrea, a lo largo de la carretera transamazónica, observando cómo el fuego se abre paso a través de la selva, en un viaje al sur del Amazonas y al norte de los estados de Rondonia.

El miércoles pasado, el incendio estaba a pocos metros de la carretera. Para el final de la semana, el fuego había retrocedido pero proyectaba un resplandor anaranjado a gran altura.

El incendio es sólo uno de los miles que actualmente arrasan la Amazonia, la selva tropical más grande del mundo y un baluarte contra el cambio climático.

Los incendios forestales han aumentado un 83% en lo que va de año en comparación con el mismo período de 2018, según el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) de Brasil. La agencia ha registrado 72.843 incendios, el número más alto desde que comenzaron los registros en 2013.

El miércoles, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, enfureció a los ambientalistas al hacer afirmaciones infundadas de que organizaciones no gubernamentales estaban iniciando los incendios después de que él les recortara el financiamiento.

La indignación global se ha dejado notar a través de las redes sociales, con #PrayforAmazonas como el hashtag más difundido en Twitter del miércoles a nivel mundial.

“Todo lo que puedes ver es humo”, dijo Thiago Parintintin, agente ambiental que vive en una reserva indígena justo al lado de la carretera. Acusa al creciente desarrollo de la Amazonia por traer agricultura y deforestación a la zona, lo que resulta en un aumento de las temperaturas durante la estación seca.

A vista de pájaro, los focos variaban desde pequeños fuegos hasta incendios más grandes que un campo de fútbol, con tanto humo que era imposible ver detrás de la línea de fuego para discernir la extensión total del incendio. A veces, el humo era tan espeso que el bosque mismo parecía haber desaparecido.

 

Información de Jake Spring; Editado en español por Janisse Huambachano

 



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