La música por entonces no estaba sujeta por los requisitos únicos de una sociedad esteta, sino que guardaba en su seno un compromiso especial con el progreso histórico. Sea en Chile, Argentina o España, los cantautores hacían política a golpe de acorde. Después de esos 45 años, el género de autor se sitúa en una suerte de apogeo que se podría explicar por la producción musical de varias generaciones de artistas en la que caben nombres veteranos como Marwan y cantantes que empiezan a consolidarse como El Niño de la Hipoteca.

Pero, establecer conexiones sólidas entre la Nueva Canción Chilena que sirvió de banda sonora al periodo de gobierno de Allende y el creciente renacimiento de la canción de autor en España puede ser arriesgado. Más allá del lenguaje musical, las composiciones o el espíritu —muy presentes en las nuevas creaciones—, lo que existe es una sensación de admiración perpetua a los sonidos latinoamericanos y al romanticismo histórico que hay tras los nombres de ciertos músicos.

El Kanka: "Jara nos ha influido a todos, al menos a los que nos gusta decir ciertas cosas de cierta manera"

Juan Gómez 'El Kankareconoce a Público que los sonidos latinoamericanos de Jara y otros referentes "se han escuchado siempre en su casa". De una forma "indirecta", las fusiones del cantante andaluz beben de esas históricas creaciones musicales basadas en la crítica y las líricas poéticas. "Jara nos ha influido a todos, al menos a los que nos gusta decir ciertas cosas de cierta manera", comenta.

El experimentado cantautor Carlos Chaouen llegó a Jara por azar, siendo ya un adulto. Aunque recuerda escuchar de niño uno de los discos del chileno, admite que fue cuando tocó en el país sudamericano cuando se acercó más a su figura, al ver que allí tenían por él una "veneración absoluta". 

La Otra, una de las cantantes más rompedoras del momento ha encontrado "mucha inspiración" en figuras como Víctor Jara y el resto de cantautores políticos que agitaron las conciencias durante la segunda mitad del siglo XX. Están "presentes siempre en la música comprometida", espeta.

"Soy más fan de Violeta Parra", contesta El Niño de la Hipoteca desde el otro lado del auricular, revelando la constante mirada al pasado que las generaciones venideras efectúan a la hora de componer nuevos temas. Guiu Cortés, que es el nombre de este artista catalán, se aventura a analizar las realidades temáticas que vive la nueva canción de autor.

¿Es menos crítica? ¿Más apolítica? 
Si y no— duda

Es importante recordar que clásicos como Silvio RodríguezSerratAute Violeta Parra "tenían canciones de amor", comenta, para añadir que "nuestra generación vive tiempos menos intensos. No estamos en el Franquismo, aunque muchos lo pretendan, y eso hace que baje la carga crítica de las canciones". En ese mismo sentido va El Kanka que "cree que la canción de autor está cogiendo un peso grande de nuevo" gracias a su carácter "diverso y ecléctico".

Este interés público por la cultura de la canción protesta viene determinado, si cabe, por la aparición de nuevas artistas que han sabido incorporar el espíritu crítico del feminismo a sus creaciones musicales. Es el caso de cantautoras comoSilvia Pérez Cruz, Rozalén La Otra, quién anuncia a Público que en los próximos días sacará una versión del tema de Víctor Jara Te recuerdo Amanda.

"Creo que las mujeres que nos preceden en la cultura son siempre semillas, ejemplos, puntas de lanza, alimento para las que seguimos. Creo que nunca he cantado sola, sino con todas ellas, y la fuerza que dejaron con sus obras y con su ejemplo", explica a este diario La Otra.

Marwan: "Nos hemos vuelto menos contestatarios en las canciones, eso seguro"

No obstante, Chaouen, con muchos años de música a sus espaldas, reconoce que no se puede comparar el compromiso social de los cantautores del siglo XX con los actuales: "Mi generación era menos crítica y la que viene detrás, menos aún", opina desde el otro lado del teléfono y explica que es necesario entender que desde Jara al presente se han producido cambios importantes: "la sociedad es más burguesa y los anhelos son otros". 

"Cada día existe menos canción protesta y menos canción propuesta", así le gusta llamarla a Marwan, que piensa que la canción de autor debe "proponer cosas". "Nos hemos vuelto menos contestatarios en las canciones, eso seguro. De hecho seguimos haciendo canción social, pero lo hacemos hablando más desde las relaciones humanas que de los problemas sociales", añade el músico.

Ese impulso rebelde no es un ingrediente exclusivo de los cantautores, en tanto que "el rap ha recogido el testigo porque conecta mejor con la realidad social de los jóvenes", expone Chaouen. Una apreciación que revela la apertura creciente del género durante los últimos tiempos. "Se puede abrir y se debe abrir", sentencia el compositor, recordando el carácter poético y crítico de otros géneros musicales como el rock.

Esta apertura trae debates entre los puristas, en tanto que se tiende a señalar el vértice político de la canción de autor olvidándose de otros factores compositivos importantes como las líricas y sus estrechas relaciones con la poesía. "Creo que hay que tener un compromiso poético para que algo se considere canción de autor", manifiesta El Kanka a este diario y enumera una lista de referentes musicales como Robe Iniesta que podrían entrar dentro de la etiqueta.

Una apertura que, para La Otra, se presenta "interesante" en tanto que "la manera de hablar de política hoy no es la misma que hace 30 o 40 años, y eso se refleja también en el arte comprometido". La cantante madrileña ve además factores positivos en las redes sociales en esta suerte de apogeo que experimentan los cantantes: "Las redes han permitido una cercanía que ha ido en favor de formas de hacer música artesanales, sencillas y a veces muy naturales, porque han permitido mostrarlas tal cual. Eso, junto a la saturación que tenemos de un montón de productos culturales con contenidos muy limitados y artificiales, ha influido en que se abra un espacio muy interesante y rico".

¿Libertad de expresión?

Jara fue (y es) el ejemplo extremo de la represión que músicos y artistas sufrieron durante la segunda mitad del siglo pasado. Como él, hubo otros nombres que mediante la canción conquistaron derechos y ampliaron las fronteras de la libertad de expresión. Sin embargo, hoy, las sentencias contra raperos como Pablo Hásel o Valtonyc han desvelado una regresión de derechos que, sin duda, afecta al amplio sector de la industria musical.

"La libertad de expresión se ha ido estirando, aunque hoy esté guardada en una caja", opina El Kanka tras echar una mirada al pasado. "Creo que hay una cierta regresión en materia de libertad, no solo para los artistas, sino para todos", agrega Marwan.

La otra: "Hay instituciones que no han cambiado, hay gente en puestos de poder con una ideología muy poco democrática y que además defienden intereses concretos"

"Aunque parece que esto de que puedan meter hoy en día a alguien en la cárcel por una canción o un tuit tiene que ver con que hay cosas de antaño que no han cambiado. Hay instituciones que no han cambiado, hay gente en puestos de poder con una ideología muy poco democrática y que además defienden intereses concretos... Porque, casualmente, no hay nadie de derechas con este tipo de condenas, y no será porque no digan barbaridades. Yo lo llamo herencia franquista", denuncia La Otra.

Las realidades discursivas que aparecen en las redes sociales, los mensajes de odio y los cambios en la comunicación social son elementos imprescindibles para entender el paso atrás en derechos y libertades de expresión. Tanto es así, que Marwan señala otro gran problema imperante de nuestros días: la autocensura.

"En las redes se está devaluando lo que hace uno y eso hace que tengas miedos a expresar tu opinión, no solo en las canciones sino en una entrevista o en un tuit. Eso es muy malo para la libertad de expresión porque sentimos miedo a ser linchados públicamente. Te sientes muy observado y corren tiempos en los que hay una mezcla extraña de incontinencia verbal donde todo el mundo dice lo que opina sin respetar a nadie y a la vez hay una corriente de corrección política muy fuerte que hace que en mi caso me sienta un poco desubicado", desarrolla el artista madrileño.

La opinión de El Niño de la Hipoteca no se sitúa muy lejos, en tanto que considera que "los fachas que nos gobiernan" han pensado que la solución correcta para calmar a los ofendidos de las redes es "meter en la cárcel a quién habla y dice cosas que no gustan". 

Esa sensación de una ofensa perpetua, a juicio de Chaouen, "parece difícil de entender".  De su voz, tan mansa como cuando canta, sale una propuesta hacia la "empatía" para poder calmar un ambiente en el que "cualquiera se puede dar por ofendido".