Declaración del exsecretario de Obras Públicas del kirchnerismo sacude trama de sobornos en Argentina

La ex-presidente de Argentina, Cristina Fernández

La ex-presidente de Argentina, Cristina Fernández

Credito: Web

18-08-18.-La investigación judicial de los llamados "cuadernos de la corrupción", las anotaciones que un ex chofer oficial llevó entre 2005 y 2015 sobre presuntos pagos de sobornos de empresarios a funcionarios, tuvo un capítulo importante el viernes con la confesión de un ex secretario de Estado en las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.

José Francisco López trabajó durante los más de 12 años de gobiernos kirchneristas como secretario de Obras Públicas, pero su figura tomó trascendencia nacional e internacional cuando a mediados de 2016 fue filmado, y luego detenido por la policía, mientras intentaba ocultar en un monasterio casi nueve millones de dólares escondidos en bolsos, un hecho por el que afronta un juicio oral y público, resaltó DPA.

López adujo en diferentes ocasiones que aquella suma millonaria era "dinero de la política" pero hasta este viernes, cuando declaró durante cinco horas ante el fiscal federal Carlos Stornelli nunca había detallado el origen del monto ni por qué los tenía en su poder.

Dos años y medio después de aquella madrugada en la que desesperado, y con algunas armas de guerra en su poder, golpeaba la puerta de la sede religiosa para esconder los millones de dólares, decidió declarar en la Justicia bajo la figura legal del "arrepentido".

López "hizo aportes sustanciales", comentó Stornelli al canal Todo Noticias. A cambio de su declaración, la Justicia le concedió la posibilidad de no volver a la prisión en la que se encontraba detenido y le asignó un nuevo domicilio como parte del programa de protección de testigos.

Según publicó hoy el diario La Nación, el primero en revelar el 1 de agosto pasado la supuesta trama de corrupción durante el kirchnerismo, López "confesó su participación en el esquema de pagos ilegales que ya atravesó distintas áreas del gobierno" de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) "e involucró a empresarios y ex funcionarios de alto rango".

"Lo que dijo López reúne los requisitos de la ley (del arrepentido) y por eso firmamos el acuerdo", sostuvo Stornelli.

En Argentina una persona puede acogerse a la figura legal del arrepentido si aporta a la Justicia datos sobre un delito cometido por alguien de su misma importancia o superior.

López decidió presentarse voluntariamente ante el fiscal y dar su testimonio en los tribunales federales de Buenos Aires. Así, se convirtió por el momento en el ex funcionario del kirchnerismo de mayor rango que accede a declarar en la Justicia sobre la investigación surgida de los "cuadernos de la corrupción".

Días atrás también lo había hecho Claudio Uberti, ex director del Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi) durante el kirchnerismo.

La trama de sobornos de empresarios a funcionarios kirchneristas salió a la luz a partir del hallazgo de ocho cuadernos en los cuales durante una década un ex chofer de quien fuera el "número dos" del desaparecido Ministerio de Planificación Federal, Roberto Baratta, llevó un registro detallado de fechas, direcciones, nombres y sumas de dinero de los supuestos pagos.

La operatoria no sólo fue confirmada a la Justicia por ex funcionarios sino también por empresarios, algunos de ellos de los más importantes de Argentina.

Uno de ellos, Carlos Wagner, un histórico presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, dijo a la Justicia que pagaba a funcionarios en concepto de sobornos entre el 10 y el 20 por ciento de todo el dinero recibido en contratos de obras públicas y mencionó el nombre de López como uno de los presuntos integrantes de la trama.

Mientras López daba su testimonio, Fernández de Kirchner negaba por medio de un comunicado haber recibido un soborno a cambio de beneficiar a un empresario con un decreto mientras fue presidenta del país sudamericano.

"A mí nunca nadie me pagó nada", aseguró la ex jefa de Estado y actual senadora por la agrupación opositora peronista Unidad Ciudadana.

Fernández de Kirchner respondió a la declaración que dio a la Justicia el empresario Gabriel Romero, presidente de la compañía Emepa, que confesó haber pagado en 2010 sobornos por unos 600.000 dólares para que el entonces Gobierno kirchnerista le extendiera a través de un decreto presidencial la concesión de explotación de la hidrovía Paraná-Paraguay, utilizada por el comercio marítimo desde la capital paraguaya y el este de Argentina hasta el Atlántico.


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