16 agosto 2018 - Según las autoridades, los atacantes retuvieron y golpearon a los guardas de seguridad, a quienes robaron además un revólver.
La manifestación previa había sido convocada por la denominada Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, cuyos actos terminan en la mayoría de las ocasiones de forma violenta, de lo que los opositores suelen culpar a las autoridades gubernamentales.
Los directivos de la institución atacada, por su parte, han condenado el “nuevo acto de terrorismo”, producto de un intento de golpe de Estado rechazado por la mayoría del pueblo.
Nicaragua está sumida en una crisis desde el pasado 18 de abril, cuando estallaron protestas contra una reforma del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) que fue finalmente revocada, pero se siguió usando como pretexto para cometer actos de sabotaje.
En esta oleada de violencia, han perdido la vida cerca de 200 personas y grupos de extrema derecha han destruido parte de las infraestructuras públicas y privadas del país, afectando a la economía nacional.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha declarado en reiteradas ocasiones que los disturbios que protagonizan “la derecha” y “los terroristas golpistas” son financiados por el Gobierno de Estados Unidos, presidido por Donald Trump, con el objetivo de derrocarlo.
