Chile: cierres y quiebras, 2.400 trabajadores en la calle

En menos de una semana dos empresas declararon su cierre dejando a más de 2.400 trabajador-s en la calle, Alejandro Becker, dueño de la Constructora CIAL, declaró la quiebra al anunciar que "no tiene dinero para seguir pagando a sus trabajadores, contratistas y proveedores" y acusando incumplimiento de pagos por parte del Ministerio de Obras Públicas (MOP), con quienes mantenía millonarios contratos. Este hecho se da a días de que el holding Maersk Container Industry (MCi’s) anunciara su cierre definitivo en el puerto de San Antonio provocando el despido de 1.200 trabajador-s.

La Constructora CIAL, a la quiebra sin pagar.

CIAL es una de las más grandes empresas constructoras de Chile, dejando de operar luego de 38 años y acusando deudas impagas por parte del MOP, este hecho fue desmentido por el Ministerio con quienes mantenía 5 millonarios contratos por obras que han quedados inconclusas. Las irregularidades que expresa el intercambio de declaraciones entre el empresario y el MOP han perjudicado directamente a más de 1.200 trabajador-s y familias que hace meses venían sin sueldo, ni pagos en alojamiento ni alimentación, quedando finalmente en la calle al declararse la quiebra.

Por parte del Gobierno han declarado que se harán cargo de únicamente 540 trabajadores pagando sus finiquitos e imposiciones, dejando de esa forma excluidos a la mitad de quienes trabajaban en la constructora y en los proyectos financiados por plata del Estado.

Todo para Maersk Container Industry, nada para los trabajadores.

La empresa danesa Maersk Container Industry se instaló en el país el 2011, siendo su segunda fabrica luego de China, con una inversión de $250 millones de dólares. El 2015 se firma un acuerdo para facilitar la inversión a favor de la empresa entre CORFO (Corporación de Fomento a la Producción), el Gerente General de la empresa y Luis Céspedes, ex ministro de Economía. Con todas estas prioridades en beneficio y favor de Maersk, el 14 de junio del actual año a través del Gerente General Ronnie B. Jensen, anunció a los trabajador-s el cierre definitivo de la gigante empresa en un gimnasio de San Antonio.

Declaraban desde la empresa que "la decisión responde a la sobreproducción de contenedores en el mundo, en combinación con la dificultad permanente para obtener, a nivel regional, los proveedores de insumos esenciales para la fabricación de contenedores", mientras que aprovechaban de descargar la responsabilidad de la huelga de trabajadores del año 2017.

Una salida para y con l-s trabajador-s.

Ambos cierres en total dejan a más de 2.400 trabajadores y familias sin sustento económico, mientras que en el caso de la Constructora CIAL, además han dejado faenas a medio andar, mientras el gobierno a través del MOP ha declarado hacerse cargo de menos de la mitad del-s trabajador-s que venían con sueldos impagos hace meses. Las irregularidades presentes y la sospechosa forma de quiebra, transparentan el proceso de vaciamiento de plata del Estado a manos de privado a costa del trabajo precario de los trabajador-s, es por esto que la responsabilidad del Estado y el gobierno es con la totalidad de todas y todos los trabajadores y familias que han quedado en la calle, debiendo apuntar a soluciones concretas, es necesario proponer la Estatización de la Contructora CIAL bajo control de sus trabajadores, reincorporando a la totalidad de los despedidos y retomando las faenas que el MOP financió.

Aquella responsabilidad se expresa de igual forma en San Antonio, en ese sentido la declaración del presidente del Sindicato nº1 de Maersk, Carlos García, apuntaron a "Aquí se está afectando directa e indirectamente a cerca de 100 mil habitantes. Por qué digo esto, porque es algo que impacta a toda la población de San Antonio. Esto es un drama local y no sólo un conflicto de los 1.260 trabajadores que resultaron despedidos… estamos reuniendo todos los antecedentes para hacer un diagnóstico real del problema, pues no sólo se trata de qué es lo que va a hacer el sindicato. Nosotros queremos ir más allá. O sea, decirle al Estado que aquí hay un problema social y no un problema entre particulares". En esa línea según Economía y Negocios del Mercurio, en un reporte del primer trimestre del actual año, en Chile crecieron los despachos de conteiners en un 17%, mientras que el reporte del 2017 de la propia empresa a través de A.P Moller-Maersk culpa a la huelga del 2017 de bajar la exportación aunque sin dar detalles de sus enunciados como lo expresa el mismo diario.

El incentivo al privado extranjero con la larga data de tratados beneficiosos, como fue con Corfo, entre otras medidas a favor de Maerks, que además se benefició de las leyes anti laborales que priman como base sustentable al empresariado, han llevado a detonar una bomba de precarización social en el puerto de San Antonio, las facilidad tomar decisiones por parte de los dueños de estas empresas no encuentran mínimas regulación ni repercución por parte del Estado, es necesario, al igual que con los trabajadores de CIAL, poner un plan de estatización que contemple la base de control obrero y la reincorporación inmediata de todos los desvinculados de la empresa, esa propuesta será conseguida con la solidaridad activa y con la movilización social, de nuestra parte nos ponemos a disposición.



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