Miércoles 14 de febrero de 2018.-
Jerusalén.
La policía recomendó este martes imputar al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por los delitos de corrupción, fraude y abuso de confianza, tras dos años de investigación, acusaciones que el jefe de gobierno desestimó luego de asegurar que no lo harán dimitir.
"La policía concluyó que existen suficientes pruebas contra el primer ministro, en dos casos, para inculparlo por sobornos, fraude y abuso de confianza", indicó un comunicado oficial.
En el primer caso la policía acusa a Netanyahu, a su esposa, Sara, y a su hijo Yair de aceptar regalos por 282 mil 700 dólares de empresarios como James Packer, multimillonario australiano, o Arnon Milchan, productor de cine israelí que trabaja en Hollywood.
La policía también estimó que hubo corrupción en el acuerdo secreto que Netanyahu habría intentado concretar con el propietario del Yediot Aharonot, el diario israelí más importante, para una cobertura favorable a sus intereses.
"Esas recomendaciones no tienen ningún valor jurídico en un país democrático", aseveró Netanyahu al confirmar la recomendación de la policía y reiterar su inocencia, durante un discurso transmitido por televisión.
"Nuestro gobierno terminará su mandato y estoy seguro de que en las próximas elecciones (noviembre de 2019) obtendré nuevamente el voto de confianza con la ayuda de Dios", añadió el político derechista.
La decisión de procesar al primer ministro, de 68 años, depende ahora del fiscal general, Avishai Mandelblit, quien podría proceder en cuestión de semanas o meses.
El mandatario israelí ya ha sido sospechoso de corrupción en el pasado, pero los casos nunca llegaron a tanto.
"En el pasado fui objeto de al menos 15 verificaciones e investigaciones. Algunas terminaron con recomendaciones estruendosas de la policía, como las de esta noche. Todos estos intentos no desembocaron en nada y esta vez será igual", aseguró.
Netanyahu está en el gobierno desde 2009, tras un primer mandato entre 1996 y 1999, y en los últimos meses decenas de miles de israelíes han salido a las calles para exigir su dimisión.
En otro asunto, el juicio contra la adolescente Ahed Tamimi, convertida en un símbolo de la lucha de los palestinos contra la ocupación tras un video en el que abofetea a soldados israelíes, comenzó este martes en un tribunal militar israelí.
Apenas iniciada la audiencia, el juez decidió celebrar el juicio de Tamimi a puerta cerrada y ordenó la salida de periodistas y diplomáticos, al alegar que la joven de 17 años es juzgada como menor de edad.
Tamimi enfrenta 12 cargos, que incluyen agresión, y podrían costarle varios años de cárcel si es declarada culpable.