Esta agresión de España contra la Revolución Bolivariana era de esperar. Inútiles serían y en efecto inútiles han sido las concesiones del Gobierno venezolano al de Rodríguez Zapatero; construcción de buques en astilleros españoles, participación de Repsol en la actividad gasífera y petrolera y presencia de empresas españolas en otras áreas de la actividad económica venezolana. Tan pronto como el imperio se dispone a agredir a Venezuela, el gobierno de España se alinea con el estadounidense y lo secunda en sus planes contra la Revolución Bolivariana.
El Gobierno Bolivariano debe aceptar que ningún país de Europa occidental estará de nuestro lado, ni neutral, cuando el imperio se dispone a acabar con la Revolución; inútiles han sido las concesiones a gobiernos europeos, del símbolo que sean, en tanto esté vigente el actual orden internacional dominado por USA y secundado por Europa, Japón y Canadá. La misma actitud debemos esperar de estas dos últimas naciones y en similar ingenuidad hemos incurrido, cuando se le otorgaron concesiones a Japón
España no miró hacia atrás, por sus intereses petroleros, para la agresión de la justicia española a Venezuela, secundada al unísono por el gobierno de Zapatero; sincronización absolutamente esclarecedora, de la participación de España en el preámbulo de otra agresión imperial para derrocar a Chávez. Así hizo el mandatario español Asnar, durante el golpe del 11 de abril; así hará cualquier gobernante español, hasta tanto no se establezca el nuevo orden internacional que ya está en marcha. No hagamos hasta entonces concesiones a España ni a ningún otro gobierno de Europa Occidental, Japón o Canadá; esperemos ese otro momento de la humanidad; crezcamos junto a nuestros hermanos latinoamericanos y caribeños y a nuestros aliados de Europa Oriental, Africa y Asia.
eveliseyrafael@hotmail.com
