Violencia En Derechos Civiles

Para algunos, los africanos no son gente

La discriminación es una enfermedad incurable y universal. En algunos países mas que en otros, se hace presente esta pandemia que destruye nuestros más esenciales valores como seres humanos. Las sociedades que son señaladas como más desarrolladas, son paradójicamente las que muestran mayores padecimientos en este sentido. Cada vez más y más se hacen notorias las manifestaciones racistas de dirigentes y pueblos en los que se muestra la segregación como una violenta infracción de los derechos humanos de centenas de millones de personas alrededor del mundo.

Nos causa la mayor de las indignaciones y el más profundo de los rechazos, el observar como el racismo se hace presente en nuestras vidas, aún en países como el nuestro en donde una mezcla de razas hace de nosotros ser lo que somos. Hemos observado durante años con repugnancia como nuestros blancos y blancas se muestran como algo distintos a nuestros negros o negras. Los chistes de mal gusto vinculados con nuestras diferenciales raciales son malas copias de sociedades enfermas de racismo que deben aprender de la sencillez de muchos pueblos que sin hacer alarde de avances tecnológico dan lecciones de humanismo a sociedades que dicen ser “civilizadas”.

Inclusive nuestros blancos hispanos se encuentran discriminados en otras sociedades, donde no solo el color impone barreras sino también el lugar de origen Un caucásico latinoamericano en Estados Unidos no es otra cosa que un hispano donde el hecho de ser blanco es irrelevante. Lo mismo pasa en países de Europa donde somos “sudacas” por el hecho de venir de Latinoamérica aunque un peruano, pudiera tener mas sangre japonesa que latina.

Como muestra de esta epidemia destructora de nuestros valores humanos, tenemos que en la Asamblea Nacional de Francia se debate actualmente sobre reformas legales que harían más difícil que los familiares de inmigrantes se reúnan con ellos en territorio francés. La reforma exige a los familiares el someterse a una prueba genética para determinar si realmente tienen derecho a entrar al país.

Como antes señalamos una de las enmiendas adoptadas autoriza el uso de pruebas genéticas en el procedimiento de demanda de un visado de más de tres meses. Al solicitante de un visado que quiera que sus hijos se instalen en Francia se le podría exigir un test de ADN para demostrar los vínculos familiares.

La justificación para promover la ley encuentra su propia esencia de discriminatoria en las palabras de Thierry Mariani, autor de la enmienda quien la defiende de la siguiente forma: "Hay un problema real de fraude de documentos… en algunos países de Asia y de África…” Es evidente, que conforme a lo señalado, los exámenes genéticos se harán sobre negros y asiáticos, usando como subterfugio el supuesto fraude de papales de identidad en países de “Asia y África”, cuando todos sabemos que el fraude documental nada tiene que ver con continentes enteros.

Por otra parte el argumento resulta inmoral para especialistas de genética como en genética Axel Khan quien ha dicho que "Desde hace muchos años, desde el 94, decimos que el núcleo familiar no puede reducirse a su dimensión biológica, es decir, a la transmisión de genes" En cuanto a los franceses, tres de cada cuatro apoyan el endurecimiento de la reagrupación familiar.

El país que estremeció al mundo con su revolución de “libertad, igualdad y fraternidad” se nos presenta doscientos años después, con un mecanismo de selección racial, en donde ni la fraternidad ni la igualdad son orgullo nacional para deshonra de su historia y prueba irrefutable del mal camino por el que avanzan algunos pueblos..



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Braulio Jatar


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