El intento de asesinato de Donald Trump el 13 de julio, durante un mitin en Buther (Pensilvania) luego que un joven de 20 años le disparó con un fusil, hiriéndole en la oreja derecha. El servicio secreto le disparó y lo abatió. No obstante el atacante había disparado desde una altura fácilmente divisible. En este caso hubo fallas en la seguridad. Las encuestas lo pusieron a valer. Que le permitieron abrir las compuertas de la popularidad y por supuesto de víctima; que lo puso en la recta hacia la conquista de un segundo mandato. Ahora nuevamente Donald Trump es objeto de un intento de asesinarlo, que no está del todo claro; en esta ocasión el presunto atentado se materializó en un campo de golf de West Palm Beach Florida; el agresor estaba en las proximidades con un rifle AK-47 con mira telescópica, se encontraba a una distancia entre 300 a 500 metros, según dicen las autoridades, fue detectado y el individuo huyó, con el fusil en la mano que luego abandonó en unos matorrales. En estos casos, los funcionarios que resguardaban la integridad del candidato, no disparan, lo dejan que se vaya y es detenido fuera del escenario de los hechos. El individuo tiene más aspecto de indigente que de otra cosa.
La determinación de Trump, es incluso más fuerte, después de este intento, de regresar a la Casa Blanca; incluso hace un llamado a votar por él el próximo 5 de noviembre. En todo esto hay gato encerrado, se dio cuenta que las encuestas lo habían favorecido con el anterior atentado y lo más idóneo era hacerlo a través de un falso positivo. El derrumbamiento de las torres gemelas, fue producto de todo un plan maquiavélico puesto en práctica por el mismo Departamento de Estado gringo, para actuar deliberadamente contra el terrorismo; entre ellas Osama Bin Laden, Al-Qeda y algunos países árabes. Todo esto les sirvió como argumento para invadir a Afganistán y acabar con los Talibanes, luego vendría Irak, Libia y un largo etcétera. Luego el mismísimo Trump no tuvo empacho en decir, que el derrumbamiento de las torres gemelas "No hubo ningún ataque donde otros países estuviesen involucrados". "Todo fue una mentira y el mismo gobierno realizo el ataque". Esto que nos acaba de manifestar Trump sobre las torres Gemelas no es ninguna primicia; ya se sabía por las evidencias recabadas, que allí lo que hubo fue un criminal montaje perpetrado por los EEUU. El Che Guevara lo decía: a los EEUU no hay que creerle ni un poquito así. En todo caso este segundo atentado a Trump fue simplemente una maniobra, que lo va a colocar donde él quiere llegar.