Un mundo sin China

En primer lugar hay que decir que digan lo que digan China es un país socialista dirigido por un partido comunista que tiene la dirección del Estado. Por lo tanto todo lo que diga o haga el Partido Comunista Chino tiene un efecto sobre el funcionamiento del país en todos sus sistemas. Muchos discuten sobre si China es un país capitalista o socialista, bueno, en China no gobiernan los empresarios por si mismos o por interpuestas personas, gobierna el PCCH. No se puede ver de otro modo, Xi Jinping y su gobierno es el resultado de las luchas a lo interno del Partido y refleja la intención de construir un camino hacia el socialismo.

Además el crecimiento de China, desde mi punto de vista, es lo que ha impedido el fin del mundo capitalista y el dominio de los Estados Unidos, tal como la conocemos pues al apoyarse en ellos y tomando como base el comercio internacional para impulsar y mantener su propio desarrollo, también detuvo la decadencia capitalista que hacia 1990 ya mostraba sus manifestaciones. Mientras China tiene más de 30 años de crecimiento sin crisis significativas, mientras que los países capitalistas uno a uno va cayendo en crisis que lentifican su velocidad de desarrollo.

Ahora buena parte de esta interpretación de China como un país no comunista, tiene un objetivo primario como es señalar que solo el capitalismo puede generar crecimiento económico y por la otra es la expresión de la estupefacción de encontrarse ante un fenómeno socioeconómico para el cual no tienen explicación. China contribuye a esta interpretación de sí misma pues no coloca ni trae lo ideológico en sus consideraciones para las relaciones internacionales, porque en las nacionales siempre lo tienen presente. Su consigna interna es un socialismo con un modesto nivel de vida. Bueno.

Pero ahora podemos plantearnos la cuestión si el mundo moderno pueda existir sin China, sin su comercio e integración internacional. 

Para dar alguna respuesta, un sí o un no, debemos tomar en cuenta que para la mayoría de los llamados países occidentales hay una dependencia vital de las importaciones chinas para productos manufacturados, tecnología y componentes electrónicos.

Por otro lado las denominadas cadenas de suministro globales están diseñadas alrededor de la producción china debido a su capacidad de fabricación a gran escala y costos bajos.
Una ausencia de comercio con China provocará un aumento en los precios de muchos bienes en Occidente, ya que las empresas tendrían que buscar alternativas más caras o menos eficientes para abastecerse haciendo la salvedad que no hay esas alternativas comerciales a China y su mercado de 1.400 millones de personas y en continuo ascenso.

El aporte que realiza China en áreas como tecnología, inteligencia artificial e infraestructura digital es vital,  por lo que los países capitalistas más imperialistas, sin colaboración con China, pueden perder oportunidades para su desarrollo.

Si solamente tomamos los puntos arriba mencionados al considerar un mundo capitalista sin China nos encontraríamos con efectos negativos no solo en los consumidores occidentales sino también en la estabilidad económica global dado que la economía china es una parte crucial de la actividad financiera mundial que no podría soportar una reducción sustancial de la magnitud de ese mercado.

Hay que considerar que la integración actual tiene raíces profundas que alimentan tanto el crecimiento económico como las relaciones interdependientes entre naciones ya que China está profundamente integrada a ellos en su actividad económica.

Por todo eso considero que esta integración que impide que haya un real enfrentamiento con China y dada la magnitud de su mercado y de su crecimiento anual, representa también  un cambio del paradigma mundial con los países imperialistas como hegemónicos, ya que este papel lo han ido perdiendo y lo más sano para todos es que empiecen a aceptarlo. 

Gracias a sus parámetros económicos China ha podido penetrar los mercados extranjeros, con alta tecnología y precios bajos incrementando su participación en ellos. Sin embargo China tiene un problema estratégico el cual es como presentarse ante el mundo occidental y los Estados Unidos sin que su crecimiento y nivel de socialismo represente para todos ellos una amenaza existencial.  

Cualquiera que sea la respuesta a esta situación no hay marcha atrás, el socialismo avanza como la mejor forma de generar y distribuir la riqueza entre todos sin las guerras y sufrimientos del capitalismo y un mundo sin China ya no es posible. 

 


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Oscar Rodríguez E


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