En los días que han transcurrido de la cuarentena social, colectiva y voluntaria tal cual la ha denominado el gobierno venezolano, en lo particular mi familia y yo hemos venido cumpliendo con las excepciones que la misma medida permite para comprar alimentos y medicamentos regresando en forma muy rápida a nuestra residencia, en consecuencia el confinamiento nos deja bastante espacio para desarrollar la creatividad en tiempos de pandemia. No es un secreto que esta situación de orden mundial, sin duda afectará las grandes economías y la nuestra que ya venía siendo golpeada por las diferentes medidas coercitivas y unilaterales que merman la capacidad del crecimiento del desarrollo económico desde el año 2014, aunque si hacemos una reflexión y un análisis más afinado, las sanciones y acciones del imperio del norte comienzan a desarrollarse una vez concretado el triunfo de Hugo Rafael Chávez Frías en el año 1999, una vez instalado en la presidencia, los factores imperiales y desestabilizadores caen en cuenta de que este hombre de estrictos principios nacionalistas y bolivarianos , disciplinado, de humilde condición y humanista, es allí cuando despiertan y verifican que Chávez no iba a ser manipulable a favor de sus intereses, comienzan entonces a urdir una serie de ataques al proceso revolucionario planteado por el Comandante Chávez. Bueno, pero la intención de escribir en tiempos de cuarentena, obedece a una pregunta que me formulaba en mi encierro, observando la autopista desolada, palpando las angustias manifiestas, aun antes de la crisis generada por el CORONAVIRUS, ya un poco antes de esta indeseada situación, como colectivo social, veníamos cuestionando y elaborando propuestas para mejorar en cuanto a su calidad los servicios públicos, y mira que es bien complejo caracterizar los servicios públicos, pues estos nos transversalizan en nuestra vida diaria como habitantes de ciudades, caseríos y pueblos, por eso cuando hablamos de servicios públicos enfatizamos los correspondientes al agua, gas domestico, aseo urbano, energía eléctrica, transporte público, transporte de mercancías, de alimentos , etc. Y miren, cuando elaboramos el mapa del sistema de los servicios públicos, se devela la estrecha relación de ellos con nuestra vida y nuestra cotidianidad, igualmente que cuando observamos la trayectoria del transporte de carga de mercancías, se evidencia como incide este en el suministro de nuestros alimentos, sin duda que quedarían boqui abiertos. De igual manera en la actualidad, también existe un sector que en estos tiempos juega un papel fundamental, como lo es el transporte de medicamentos, gasolina y equipos médicos.
Antes este escenario, comenzamos a elaborar una propuesta direccionada a la creación en forma metódica, científica, consensuada con todos los sectores productivos, políticos y económicos para potencializar las empresas existentes y crear otras bajo la modalidad de cooperativas, micro empresas, grandes o PYMES, en las áreas de servicios, transporte, alimentos y medicinas. Todo esto obedeciendo al nuevo orden social y económico que se debe generar y desarrollar, una vez finalizada la pandemia que azota a nuestra sociedad, y en forma directa a nuestra economía local y mundial.
En esta propuesta se contempla la participación primordial de los entes crediticios, financieros y otros que tengan vinculación con el desarrollo micro empresarial y el fortalecimiento de las PYMES, apoyándonos en la banca pública y privada, incluso con el financiamiento proveniente de gobiernos extranjeros con los que Venezuela mantenga relaciones estratégicas, planes y convenios de orden comercial.
Uno de los sectores que se pretende potencializar, corresponde al de las medicinas, fármacos, y equipos médicos. Para ello se propone crear la Superintendencia de Fármacos, como punta de lanza que permita la supervisión de toda la red de servicios médicos que se plantea construir en las parroquias del Municipio Bolivariano Libertador, al igual que en los 334 municipios restantes de la geografía venezolana, en este sentido se plantea potencializar la red de farmacias constituidas bajo la figuras de Cooperativas y micro empresas para que funciones como el mecanismo y/o aparato que permita su comercialización. Allí debe intervenir la banca pública y privada, esto es imperativo.
En el sector de alimentos, hemos diseñado una propuesta para construir una red de MINIMARKET o abastos de primera línea y mediana capacidad a nivel nacional, teniendo como centro piloto o vitrina la ciudad de Caracas, en estos centros se deben comercializar todos los productos que se cosechen en Venezuela, como también en las zonas cercanas al punto de comercialización. De igual manera se debe garantizar la venta en estos centros los productos fabricados y producidos por los emprendedores locales, como detergentes, productos de higiene personal, harinas artesanales, golosinas, dulces criollos, entre otros.
Es sumamente importante incluir el tema del transporte de alimentos como pieza fundamental a potencializar, dada la alta producción que existe en los centros poblados de nuestros andes venezolanos, al igual que en la zona central de Venezuela. Destacando que en estas zonas existen comerciantes que se han dedicado exitosamente (lo que devela un crecimiento exponencial que apunta a la seguridad alimentaria) al cultivo de hortalizas y vegetales como tubérculos y leguminosas. Es muy importante la propuesta de líneas de créditos o convenios, sin barreras burocráticas que permitan el acceso a los recursos para la adquisición de unidades de carga pesada como camiones, gandolas y camionetas, caso especial el de los vehículos con capacidad de frio o cavas.
Debemos hacer énfasis en primer orden, en los servicios públicos que debe garantizar el estado, como un derecho a la calidad de vida de toda la población, derecho este consagrado en nuestra constitución. Por el escenario que se proyecta post pandemia, será una tarea fundamental para el gobierno bolivariano impulsar la reactivación de la micro y macro economía, por lo que es de trascendental importancia incorporar al sector privado en esta titánica labor. En este particular, planteamos incorporar equipos de cuadrillas de mantenimiento conformadas por diferentes microempresas en todas las entidades del estado como CANTV, HIDROCAPITAL y CORPOELEC, equipadas con sus respectivas herramientas menores, equipos y suministros de protección, que deben de ser suministrados por los responsables o representantes legales de las empresas contratistas. Todo esto con la firme intención de dinamizar e incentivar todo el mercado laboral en los momentos por venir.
Finalmente anexo en este planteamiento, que pretende ir valorando los escenarios durante y después de la crisis, un breve texto que forma parte del último informe presentado por el Banco Mundial, para América Latina. La Economía en los Tiempos del Covid-19
Después de un período de rápido crecimiento asociado con altos precios de los productos básicos, la región (América Latina) había entrado en una fase de desempeño deslucido. Una serie de acontecimientos recientes, incluyendo un nuevo shock petrolero y la epidemia del Covid-19, van a empujarla a la recesión. Muchos países están tratando de contener la propagación de la epidemia de Covid-19 y al mismo tiempo evitar una caída dramática de la actividad económica. El informe analiza cómo pensar este dilema. Estima el posible costo en materia de salud, evalúa la efectividad de las estrategias de contención, y analiza la magnitud del costo económico. La crisis actual no tiene precedentes porque combina una caída de la demanda global, condiciones financieras más difíciles y un importante shock de oferta. La respuesta debe considerar:
1-¿Cómo socializar las pérdidas?
2- ¿Cómo evitar un colapso del sector financiero?
3-¿Cómo proteger el empleo?
4- ¿Cómo manejar los activos que inevitablemente terminarán en manos del estado?
5- ¿Como evaluar los Sistemas Públicos y Privados de Salud? ****
*** Este último lo agrego yo...
Fuente: Banchttp://hdl.handle.net/10986/33555o Mundial. https://openknowledge.worldbank.org/handle/10986/33555
José Bracho
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