Honor y gloria Txetxu - Ricardo Urteaga Repulles

Desde la Fundación Internacionalista Pakito Arriaran y la Coordinadora Simón Bolívar enviamos nuestro más fuerte y caluroso abrazo a la familia, amigxs y compañerxs de lucha de Jesús Ricardo Urteaga Repulles, a quien conocimos cariñosamente como Txetxu. Tras 40 años de vida alejado de su pueblo natal, Azkoitia, entre los años que se vio obligado a vivir en Iparralde y los años de deportación en la República Bolivariana de Venezuela, Txetxu murió hoy tras haber librado muchas luchas valientemente.

Txetxu murió en un país que se hizo suyo, que le supo dar cobijo, pero murió sin poder regresar a la tierra en la que nació y luchó y a la que él tanto amaba. Esto nos convoca a denunciar una vez más el castigo sufrido por Txetxu y tantos otros compañeros vascos que fueron víctimas de las políticas violatorias de los derechos humanos del Estado español, incluyendo la deportación. A saber, la deportación es una medida sin ninguna base jurídica ni legal impuesta por los Estados español y francés a decenas de militantes de Euskal Herria que fueron expulsados de su tierra mediante acuerdos gubernamentales con terceros países que los acogieron a cambio de beneficios económicos. Esta situación excepcional obligó a los y las deportadas a rehacer su vida en países "extraños" a los que llegaron, muchas veces con infinidad de dificultades debido a su condición "alegal".

Está claro que la muerte de Txetxu nos obliga a denunciar la deportación y sus consecuencias en la actualidad. Denunciamos esta práctica, y pedimos la el derecho a volver a casa de todas y todos los que todavía viven condicionados por ella. Claro está que la deportación es una de tantas violaciones a los DDHH que se han aplicado en las últimas décadas por parte del Estado español, el cual continúa enseñándose con un pueblo que anhela decidir su propio destino: dispersión y alejamiento de los presos políticos, torturas por parte de todos los cuerpos de las Fuerzas de Seguridad del Estado, encubrimiento de estas por parte del poder judicial, asesinatos, guerra sucia parapolicial, uso de fondos reservados del Estado para pagar mercenarios, etc. Estas y muchas más han sido las medidas excepcionales que se han tomado contra la militancia vasca.

Txetxu, como tantos otros, superó injusticias y dificultades y se integró en la sociedad venezolana como mejor sabía, luchando por un mundo mejor. Así como hicieron millones de venezolanos, nuestro hermano de la vida participó desde su llegada en la construcción de una sociedad más justa. Piedra a piedra, consejo comunal a consejo comunal, comuna a comuna, Txetxu trabajó codo a codo con sus vecinas y vecinos, participando así en la construcción del sueño del Comandante Chávez: el Socialismo del siglo XXI.

Tanto la Coordinadora Simón Bolívar como la Fundación Pakito Arriaran hacemos nuestra la militancia y el compromiso de Txetxu para construir una Euskal Herria independiente y socialista. Sabemos también que la lucha que llevamos a cabo en defensa de la Revolución Bolivariana, a la que Txetxu se unió, es espejo e impulso para la lucha que se lleva a cabo en Euskal Herria, igual que la lucha del pueblo vasco nos inspira en Venezuela.

Parafraseando a Pakito Arriaran, los y las que tenemos dos, tres o cien pueblos a los que amar y un mundo por el que luchar, sabemos que el mejor homenaje a Txetxu es seguir luchando por lo que creemos.

Agur eta ohore, Txetxu!

Coordinadora Simon Bolivar

Fundación Pakito Arriaran



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