Eso resulta tan aburrido.
Aproximadamente durante una semana Washington ha estado recibiendo informaciones en torno a Donald Trump que presionó al presidente de Ucrania, Volomyr Zelensky, para develar turbios manejos del postulante demócrata Joe Biden.
La indignación se inició el día miércoles 18 de septiembre cuando el Washington Post reveló que Trump había comentado algo con un líder político extranjero desconocido que era "tan alarmante
que un funcionario de inteligencia norteamericana que había trabajado en la Casa Blanca se dirigió al inspector general de la comunidad de inteligencia." Dos días después el Wall Street Journal informó que el líder político extranjero era Zelensky y que Trump le había solicitado "unas ocho veces" en el curso de una simple conversación telefónica que indagara acerca de unas denuncias en el sentido que el entonces vicepresidente Joe Biden había tratado de obtener el despido de un fiscal público que estaba investigando a una empresa ucraniana donde trabajaba su hijo Hunter. Un día después de eso, Biden se quejó en el sentido que Trump estaba tratando de "enlodarlo" en tanto que el día domingo , Adam Schiff, presidente demócrata del comité de inteligencia de la cámara declarara que Trump podría ser culpable de la "más grave violación del juramento del cargo presidencial en el curso de cualquier presidencia."
Desde el primer informe a cuatro días sobre el mayor escándalo de todos los tiempos en Estados Unidos –en cierto modo y con toda certeza un record de velocidad de parte de Washington. Desde el momento en que Trump fue elegido, los demócratas han estado buscando "Algo Grande" como lo dijo la columnista Maureen Dowd del New York Times…
https://www.nytimes.com/2019/09/21/opinion/sunday/trump-whistle-blower-corruption-html
el escándalo "que finalmente derribará a Donald aTrump" y ahora finalmente lo han encontrado.
Por supuesto que los demócratas dijeron lo mismo cuando el Russiagate, escándalo que dominó los titulares durante dos años y medio pero que fracasó cuando el fiscal general Robert Mueller declaró que no había podido reunir evidencias en el sentido que los "miembros de la campaña de Donald Trump habían conspirado o se habían coordinado con el gobierno ruso". Pero ahora que Trump está siendo acusado de conspirar o coordinar con el gobierno ucraniano o al menos tratando de hacerlo, seguramente ese "Algo Grande" estaba a la mano.
Pero no es así. Una de las razones es que no existen indicios de un toma y daca. El Washington Post sugirió en su información inicial que el propósito de la llamada telefónica inicial del día 25 de julio fue el de "manipular al gobierno ucraniano para que ayudara a la campaña por la reelección de Trump". Supuestamente, la herramienta sería la retención de la ayuda militar por 250 millones de dólares que Trump trataría de bloquear si Ucrania no cooperaba. Pero la fuente del Wall Street Journal negó específicamente que Trump hubiera amenazado con efectuarla mientras que el New York Times informó que decisión de cancelar la ayuda militar –posteriormente revocada—había en realidad ocurrido semanas antes.
Otra razón para ser escépticos es que la campaña de desprestigio estuvo claramente desubicada. Si las actividades de cualquier persona resultan sospechosas, son precisamente las de Biden y mal podría Trump ser acusado por querer llegar al fondo del asunto.
Recapitulando brevemente, en el mes de febrero del 2014 un golpe de estado promovido por la ultra derecha puso en fuga al presidente de Ucrania, Viktor Yanukovych e instaló al multimillonario Petro Poroshenko en la presidencia. Esto fue una mala noticia para el multimillonario seguidor de Yanukovych de nombre Mykola Zlochevsky quien fue profusamente acusado de corrupción y estuvo en peligro de perder todos sus bienes. En un intento por suavizar las cosas con los norteamericanos Zlochevsky nombró a Hunter Biden a un lucrativo cargo en la empresa Burisma Holdings, empresa distribuidora de gas natural que él fundó el año 2002. Hunter había sido hace poco dado de baja de la marina norteamericana luego de habérsele comprobado el uso de cocaína. No tenía ninguna experiencia en el ramo del gas natural y no sabía nada acerca de Ucrania. Pero en todo caso, consiguió el cargo junto con un sueldo de 50 mil dólares mensuales.
Pero cuando el fiscal general de Ucrania lanzó una investigación sobre Burisma, el gobierno de Obama exigió que Viktor Shokin el hombre que asumió el cargo un año después fuera despedido. A decir verdad, Biden se vanaglorió que él, durante su visita a Kiev, amenazó, con retener un préstamo en garantía por la suma de mil millones de dólares si Poroshenko no hacía lo que se le decía.
"Le dije lo siguiente: nos estamos yendo dentro de seis horas" , declaró el año pasado. "Si el fiscal no es despedido Ud. no obtendrá el dinero. Bien, el hijo de perra fue despedido."
Si hay alguien involucrado en un toma y daca sería Biden.
Quedan algunas preguntas pendientes. Washington sostiene que quería que tumbaran a Shokin porque estaba obstaculizando el esfuerzo anti corrupción en Ucrania y sugería a alguien más vigoroso, aunque los resultados sobre Burisma pudieran haber resultado negativos. Pero el New York Times sostiene que…
http://www.nytimes.com/2019/09/22/us/politics/biden-ukcraiine-trump.html
la empresa resultó complacida con el despido de Shokin y un año después logró una solución amigable con su sucesor. El puesto de Hunter Biden quedó asegurado.
En todo caso, sacar provecho de una conexión familiar de esta manera es sencillamente corrupción y obviamente Biden está tratando de desviar la atención sobre sus propios malos pasos vociferando contra Trump. De este modo, la conclusión sigue siendo otro tedioso pseudo escándalo mediante el cual los demócratas solo lograrán avergonzarse ellos mismos.
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