Si bien es cierto que AlQuds, (Jerusalén, como la conocen los musulmanes), es la ciudad centro de atención de las tres grandes religiones monoteístas del mundo cristianos, musulmanes y judíos, en ella convergen las tres fe primarias, ya que los principales templos sagrados de estas religiones coexisten en esta ciudad sagrada.
Esta es la tierra prometida del pueblo de Dios (según los libros sagrados), habrá que preguntarse si ¿es exactamente la tierra prometida con los límites geográficos actuales a como se prometió en la Biblia, a quien se refieren las escrituras como el Pueblo de Dios, los habitantes de Israel son los herederos exclusivos de estas tierras? No es menos cierto que apropiarse de ellas para subyugar y tenerla como trofeo para oprimir y ejercer supremacía a costa de sangre palestina (musulmana) no sea una realidad actual.
El pueblo de Israel bíblico hoy día no es sólo el judío, es el mismo pueblo cristiano (católico, ortodoxo, copto, etc.) y el pueblo musulmán (sunies, chiíes, etc.), por algo muy sencillo: todos son descendientes de Sem (semitas) hijo de Noé, a través de Ismael (musulmanes), Isaac (judíos) y Jesús (cristianos), y juntos teniendo un solo Patriarca: Abraham. Una vez esclarecido esto podemos comprender que ser antisemita es ser anti cristiano, anti musulmán, anti judío, ya que Sem es nuestro Padre en común; de esta forma destronamos la falacia, mentira y propaganda de guerra Sionista: criticar al sionismo es ser antisemita, y no es así, porque no puedes estar en contra de tu propia religión.
Como es sabido después de la creación del Estado de Israel por parte de la ONU, que en realidad es un Estado Sionista (radicales nacionalistas judíos) en su aparataje de Gobierno, se debe diferenciar algo más: el sionismo no es la religión judía, es una facción política radical que aprovecha la religión de los hebreos para sus fines territoriales – políticos – poder y guerra.
Para los Sionistas el botín de guerra principal sería la ciudad Sagrada de Al-Quds, adoptando como únicamente aplicable a los hebreos (judíos) la promesa de Dios realizada a Abraham sobre la Tierra Prometida (Al-Quds). Haciendo un ejercicio mental podríamos decir que si la promesa fue hecha a Abraham, padre de Ismael e Isaac, e Isaac ascendente genealógico de Jesús de Nazaret, entonces la promesa de la tierra prometida fue hecha para hebreos cristianos, hebreos musulmanes y hebreos judíos ya que todos proceden de un padre hebreo (Abraham), por lo que la Jerusalén actual es la tierra prometida de las tres religiones Abrahamicas: cristianos, musulmanes y judíos.
Entonces ¿por qué apropiársela sólo el sionismo israelí?, la estrategia delatada es coaccionar a Estados sumisos, acólitos, satélites, aliados del chantaje norteamericano y del genocida sionismo, para posicionar embajadas en tierras ocupadas por el sionismo, las cuales han sido declaradas como "Tierras Internacionales" por la ONU como lo es la sagrada Al-Quds.
Vale la pena preguntarse acerca del silencio mediático, confrontar el término antisemita como una apropiación indebida de los sionistas, los grandes intereses mediáticos, corporativos, gubernamentales y hasta de Estados que han sucumbido en un complot siniestro (sin ser casualidad que los capitales sionistas estén detrás de todas estas instituciones), quieren hacer ver a la víctima (noble pueblo palestino) como el victimario (opresor Estado genocida sionista de Israel), tal como en la Segunda Guerra al vendernos un falso diario (o falsos diarios, por sus versiones A, B, Inédita, etc.) de una niña judía como auténtico, y no como una novela de creación literaria de propaganda de guerra y de psicosubyugación de masas como no se había visto antes: sí, el Diario de Anna Frank jamás existió, ni fue escrito por ella (tema para otro artículo).
Es necesario el llamado a la conciencia y alzar la voz por el pueblo Palestino, por proteger a la Al-Quds santa de los musulmanes (de todas las tendencias), cristianos y judíos, y unidos a una sola voz "semita" como hijos de Abraham nos opongamos al régimen fascista sionista y su intención de apropiarse de Al-Quds: la Jerusalén de todos.
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