El viernes pasado, el presidente del Consejo Regional de Toscana, con el patrocinio de la Región, organizó la proyección de un documental que ya desde el titulo aborda la compleja cuestión venezolana en la era de Chávez con el enfoque de la extrema derecha y del presidente estadounidense Trump: "El chavismo: la peste del siglo XXI". Varios representantes políticos intervinieron después de la proyección: el presidente del Consejo Regional Giani (PD), el eurodiputado Danti (PD), el diputado Donzelli (FDI) y el consejero regional Marcheschi (FDI). Junto con ellos estaba el director del documental Gustavo Tovar Arroyo, el opositor pro_EE.UU. de Chávez, quien, luego de la reciente victoria de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en México, declaró que la "viruela chavista" también había llegado a México. En resumen, un digno y reaccionario heredero de quienes apoyaron los golpes militares en las últimas décadas.
Es vergonzoso este enlace entre (post) fascistas en traje y corbata y los defensores del neo-liberalismo, contra el chavismo, y más en general contra el ciclo progresista que vio en América del Sur a los gobiernos de izquierda afirmarse y cooperar. Gobiernos que pusieron en el centro a aquellos que hasta ese momento había estado al margen de la sociedad. Lula, Chávez, Mujica, Kirchner, Morales, Correa, han demostrado que el saqueo neo-liberal y las desigualdades que caracterizan a América Latina pudieron y pueden ser resistidas. Por supuesto, lo hicieron de forma parcial, contradictoria y en ocasiones cometiendo errores. Pero si Arroyo, Donzelli y Giani quieren combatir la peste, pueden darse una vuelta en Polonia, en la Hungría de Orban, en la Turquía de Erdogan, en Arabia Saudita o Ucrania.
La izquierda italiana siempre ha sido solidaria con la de América Latina y con gobiernos como el de Allende, que fueron objeto de desestabilización económica y luego del derrocamiento militar de parte de los Estados Unidos y de las oligarquías. Una de las señales de que el Partido Democrata ha roto por completo con la historia de la izquierda es la complicidad que, en todos los niveles (desde la Unión Europea hasta el Consejo Regional de Toscana), los representantes de este partido están demostrando con la tentativa estado-unidense de destabilizar a Venezuela.
Poco importa si con Chávez, como lo reconoce nada menos que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la tasa de pobreza se ha reducido casi a la mitad de 2002 a 2011, que Venezuela ha alcanzado la más alta tasa de alfabetización en América del Sur, que millones de Venezolanos pobres han tenido acceso a tratamiento medico, a un sistema de salud gratuito. No importa si se han estimulado las políticas para una mayor redistribución de la riqueza, que se haya hecho una reforma agraria. Poco importa.
Nosotros no nos retiramos de una discusión sobre Venezuela, sin ninguna petición de principios ideológicos y sin mitos, pero no tenemos ninguna duda en defender la memoria del compañero Hugo Chávez y la independencia de Venezuela contra todos los intentos de derrocar al presidente Nicolás Maduro.
Para defender la tradición democrática, antifascista y anti-imperialista de nuestra región, vamos a promover, en los proximos días y en la misma sala, una manifestación unitaria de la izquierda y de los movimientos sociales de Toscana con S.E. el Embajador en Italia de la República bolivariana del Venezuela y la proyección de la película de Oliver Stone sobre Chávez.
Secretaría Nacional del Partido de la Refundación Comunista.
Secretaría Regional de Toscana del Partido de la Refundación Comunista.
Las/los jóvenes comunistas.
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