Respondiendo a la desbocada carrera armamentista de EEUU. Opciones de Rusia

Con el anuncio de la decisión del presidente Trump de retirarse del Tratado INF el problema de la respuesta de Rusia salta a la palestra. Primero que nada la decisión norteamericana aún no es oficial. Todavía podría ser reconsiderada. Luego de la notificación formal habría todavía un remanente de seis meses de vigencia. Moscú está dispuesto para conversar a cualquier nivel y en cualquier momento. El gobierno norteamericano está pasando por un momento difícil. La decisión tiene una fuerte oposición en el Congreso con muchos expertos norteamericanos y aliados de la OTAN que expresan su desacuerdo. Alemania ya criticó la medida. Esto no ha terminado. Todavía existe una posibilidad de salvar el acuerdo que marcó un hito. Pero si sucede lo peor y el Tratado INF queda en la historia, Rusia difícilmente se arrodillará para rendirse –responderá y cuenta con qué.

Ya que Estados Unidos actualmente no cuenta con misiles de alcance intermedio lanzados desde tierra, Rusia fácilmente podría incrementar el alcance de su sistema misilístico Iskander con el objeto de cubrir toda Europa, con las instalaciones norteamericanas como sus principales blancos. Moscú podría desplegar sus misiles crucero Kalibur lanzados desde tierra. El número de misiles crucero en Europa con cabezales convencionales o nucleares puede fácilmente ser incrementado. La marina y la fuerza aérea de Rusia ahora tienen la capacidad para atacar a Estados Unidos continental con misiles de alcance intermedio disparándolos desde más allá de sus sistemas de defensa antiaérea. Esta capacidad puede incluso ser incrementada. Navíos de guerra de Rusia dotados de misiles crucero podrían anclar en países como Venezuela o Nicaragua de manera rotativa. Bombarderos de largo alcance también podrían emplear bases aéreas en esos países. Rusia nunca antes amenazó a Estados Unidos continental, pero ahora tendrá que hacerlo. Después de todo Rusia no empezó esto.

Como se podrá ver, Moscú cuenta con una larga lista de posibles respuestas a la mano. Es muy importante darse cuenta que a diferencia con la década de los ochenta, Rusia tiene en este momento la capacidad de lanzar ataques de alcance intermedio para amenazar al continente norteamericano. Los tiempos han cambiado.

La pretensión detrás de la medida es vincular el Tratado INF con el Tratado Nuevo START tiene el propósito de hacer que Rusia sea más dócil. Pero Rusia actualmente está modernizando su arsenal estratégico con nuevos recursos ya operativos mientras que Estados Unidos tiene todavía un largo camino por recorrer para desarrollar, probar e introducir nuevos sistemas con vista a mejorar sus capacidades. Eso tomaría años. Al poner en peligro el Tratado Nuevo START Estados Unidos se está haciendo daño a sí mismo.

Esta relación bilateral está en su peor momento pero es un error utilizar los acuerdos de control de armamentos como elementos para regatear. Empleando la terminología del Acta de Helsinki, las sanciones, Ucrania, Siria y las acusaciones de "interferencia electoral" todas deberían caber en un solo receptáculo, mientras que el control de armamentos como también los problemas relacionados con las actividades militares deben ir en otro. La agenda bilateral debe estar tabicada, no conectada. Los funcionarios que elaboraron el Acta de Helsinki eran muy profesionales y trabajadores y serán por siempre recordados y respetados. Lograron cumplir una misión que a primera vista pareció ser una misión imposible.

Resulta difícil comprender cuán peligrosa puede ser una desbocada carrera armamentista. Los políticos norteamericanos podrían subestimarla. En realidad Estados Unidos cuenta con un PIB mucho mayor pero los programas militares de Rusia son mucho menos costosos y mucho más eficientes. Rusia obtiene mucho más provecho por su inversión. Esta es la realidad que Estados Unidos tiene que enfrentar –le guste o no.

Resultaría mucho más provechoso discutir el problema con oficiales militares profesionales, especialmente con aquellos que están retirados y son libres de expresar sus opiniones. Por muchas razones, los problemas del control armamentos no son seriamente tratados por los funcionarios. Es ahí cuando un diálogo entre profesionales retirados y expertos viene a la mano.

Estados Unidos está regresando a los días de George W. Bush cuando su gobierno trató de evitar tratados vinculantes. La lógica detrás de eso era que cualquier tratado vinculante podía ser quebrantado de tal modo que ¿para qué atarse de manos? Todo puede hacerse de buena fe. Pero los gobiernos van y vienen. Diferentes personas, diferentes interpretaciones sobre lo que hubo acuerdo. En consecuencia uno no puede depender de la buena voluntad de las personalidades.

Solo un acuerdo vinculante por escrito puede garantizar la eficiencia en los procedimientos de verificación y cuanto mejor si este es ratificado de manera de codificar el articulado generador de confianza sobre el cual se haya alcanzado un acuerdo.

Existe otro detalle de fundamental importancia. Si las dos principales potencias militares fracasan en contener la carrera de las fuerzas nucleares estratégicas, no habría ninguna posibilidad que el armamento hipersónico, los sistemas desplegados en el espacio exterior, los misiles convencionales de largo alcance y las actividades en torno a la seguridad cibernética sean alguna vez controlados. La carrera armamentista se extenderá a otros dominios.

Las "carreras" en los diferentes dominios consumirán recursos. Ya lo hemos comprobado. Y luego tendremos que comenzar desde cero tal como nuestros antecesores tuvieron que hacerlo. Pero esta vez no habría garantía que tendremos éxito. El mundo se ha vuelto demasiado complicado.

Hay algo que es evidente –la carrera armamentista que Estados Unidos ha desatado no lo hará más fuerte. Recordemos el problema de la deuda nacional, y algo –Estados Unidos será por siempre el responsable de lo que suceda. La historia nos enseña que la gente que trabaja para controlar el armamento letal es gente sabia.

Aquellos que se rehúsan a hacerlo son… otra cosa. Resulta mejor pensarlo dos veces antes de tomar una decisión de desmantelar lo que ha sido creado con tanta sangre, sudor y lágrimas en vez de armar el cañón y luego pagar carísimo por un error que se pudo fácilmente evitar.

Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en

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Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona



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