"Caravana de migrantes" impacta elecciones de medio período en EEUU

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

Strategic Culture Foundation

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La "Caravana de Migrantes" impacta las elecciones de medio período en Estados Unidos: La nación dividida enfrenta una emergencia. El presidente Trump ordenó que quince mil soldados de la Guardia Nacional tomen posiciones a lo largo de la frontera con México. Es posible un derramamiento de sangre. Los inmigrantes podrían ser tiroteados si lanzan piedras a los militares. Esta fuerza es comparable con el contingente norteamericano enviado a Afganistán. Organizaciones no gubernamentales como Pueblo Sin Fronteras sostienen que no existe una agenda política. Esta aseveración es difícil de creer.

La misión de los militares es impedir que la muy discutida "caravana de migrantes" cruce la frontera. También hay civiles armados listos para colaborar. El derramamiento de sangre pareciera inminente; un arreglo negociado no es más que un sueño imposible. Ocurre en el momento culminante en vísperas de una elección de medio período. La manera con que el gobierno de Estados Unidos enfrenta el problema podría ser decisiva para el resultado de las elecciones y para la posición del presidente. Donald Trump prometió proteger la frontera sur de tres mil doscientos kilómetros de largo durante su campaña electoral. El momento es oportuno para demostrar que el presidente cumple su palabra. Los candidatos republicanos rabiosamente respaldan su posición sobre el problema, tratando de motivar al electorado.

Cruzar el Río Grande desde el lado mexicano es la vía para convertirse en un inmigrante ilegal en territorio norteamericano. Es lo suficientemente fácil para alguien que sepa nadar. Llantas y balsas improvisadas se emplean para ayudar a mujeres y niños. Unas ochocientas mil personas al año emplean esta vía.

No todos, pero muchos inmigrantes tienen antecedentes delictuales. Pandillas delincuenciales ayudan a cruzar hacia el otro lado, pidiendo "favores" posteriormente. Aunque esta gente no tenga ninguna relación con actividades ilícitas, ellos les quitan puestos de trabajo a ciudadanos norteamericanos. El muro está siendo construido muy lentamente, cubriendo apenas unos mil kilómetros de frontera. El presidente Trump aún no ha recibido el financiamiento para la frontera con México de parte del Congreso. Los guardias fronterizos o los puestos de control no son capaces de detener el flujo incontrolable.

El resultado de las elecciones de medio período es decisivo para el "proyecto de muro". El triunfo republicano hará posible las asignaciones para los 25 mil millones de dólares que se necesitan. Si no es así, el futuro del muro quedará colgando en la incertidumbre igual que el destino del mismo presidente.

Si se producen choques en la frontera, los opositores del jefe ejecutivo aprovecharán la oportunidad para sacar ventaja para ellos. Solo podemos adivinar cuanta gente en realidad se da cuenta que la "caravana" es una bien orquestada provocación para asestar un gran golpe contra los republicanos antes del 6 de noviembre.

Como firmante de la Convención para los Refugiados del año 1951 y del Protocolo Relacionado con la Condición del Refugiado de 1967 Estados Unidos está obligado a proteger a los refugiados que abandonan sus países de origen temerosos por razones bien fundadas causadas por la represión. Pero aquellos que necesitan del asilo deben primero solicitarlo y demostrar también que son realmente perseguidos. Tienen el derecho de intentarlo pero no pueden libremente cruzar la frontera. El asilo puede ser negado si la persona no está en peligro, pero no existe un acuerdo con México de cómo regresar a aquellos que les ha sido negada la entrada. Dejemos a un lado las complejidades legales. Lo que realmente importa es que los norteamericanos empiecen a decidir sus relaciones interpersonales en batallas que se libran entre "nosotros y ellos". Y esas batallas no siempre son verbales.

La cancelación de la ciudadanía por nacimiento propuesta por el presidente Trump es otro problema que está en los titulares de prensa y que divide a los norteamericanos. Hasta cierto punto se trata de un truco publicitario pero también es un esfuerzo que apunta drásticamente a cambiar la política migratoria del país. Se trata de otro problema que tiende a profundizar las divisiones que están desgarrando a Estados Unidos –las protestas violentas, escaramuzas, abusos policiales y atentados que incluyen el uso de explosivos y armas de fuego lo cual peligrosamente se está convirtiendo en rutina. Recientemente varias bombas caseras fueron enviadas a demócratas destacados, incluyendo al ex presidente Bill Clinton, lo cual demuestra cuán peligrosa se ha tornado la situación. El partido Republicano se ha tornado más conservador mientras que el Demócrata se ha tornado más liberal. La sociedad se está polarizando entre izquierda y derecha. Liberales y conservadores no son capaces de encontrar un lenguaje común. La división partidista frente a problemas racistas, inmigración y beneficencia se ha ensanchado. Todo esto afecta la manera cómo la gente discute, con quienes se asocian y cómo se ven a sí mismos. En el largo plazo, ¿la nación se podrá mantener unida?

De acuerdo con un reciente sondeo de la encuestadora Rasmussen un tercio de los norteamericanos fuertemente cree que pronto una guerra civil sería posible. Cualquiera sea el resultado de las elecciones, el país seguirá dividido con la confianza en las instituciones y en la política desvaneciéndose a un ritmo alarmante. La idea de una fractura del país ya no parece tan descabellada.

La política exterior no es ninguna excepción a la regla. Cuando la población está tan dividida, los problemas internacionales podrían más bien agregar leña al fuego de la discordia política, o contrariamente unificarla. Muchas veces en la historia la presencia de enemigos amenazando al país –de verdad o no—ha sido empleada como factor unificante. Ese es el propósito al individualizar a Rusia como un país que "desafía" al poderío norteamericano, su influencia y sus intereses, tratando de erosionar su seguridad y prosperidad como lo establece la Estrategia de Seguridad Nacional de EE.UU.

En la realidad, Estados Unidos significa una amenaza para sí mismo. Asolado por acuciantes problemas internos, está tratando de resolverlos mediante la creación artificial de enemigos externos en vez de tratar de ir al fondo de las cosas y ver qué es lo que ocasiona los problemas y cómo resolverlos. El problema de la "caravana" y la candente campaña electoral podrían convertirse en chispas que inicien el fuego.

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