Estados Unidos abiertamente amenaza a Rusia con guerra

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

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Adiós Diplomacia, Hola Edad de Piedra.

La embajadora de Estados Unidos ante la OTAN, Kay Bailey, es una diplomática que ocupa un alto cargo. Sus palabras, cualesquiera que sean, son oficiales, las cuales incluyen amenazas y ultimátum, cosa que se ha convertido en un lenguaje utilizado con frecuencia por los diplomáticos norteamericanos para implementar una política de persuasión forzosa o diplomacia coercitiva. Las declaraciones belicosas se emplean de esta manera a modo de herramientas.

El pasado 2 de octubre la embajadora lo hizo de nuevo. Según su declaración Washington está preparado para emplear la fuerza militar contra Rusia. En la práctica la embajadora lanzó un ultimátum –Moscú debe detener el desarrollo de un misil que Estados Unidos considera que viola el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF Treaty, sigla en inglés).

Si no lo hace, las fuerzas militares norteamericanas lo destruirán antes que sea operacional. "A ese nivel, estaríamos contemplando la capacidad de eliminar un misil que puede atacar a cualquiera de nuestros países". Durante una conferencia de prensa, Hutchinson declaró que "las contramedidas (de parte de Estados Unidos) serán para eliminar los misiles que está desarrollando Rusia en violación del tratado", luego agregó "Están avisados". No se trata de otra cosa que un aviso de ataque preventivo.

Con certeza, el cumplimiento del Tratado INF es un problema controvertido. Moscú muchas veces ha alegado que Washington está en violación y esa opinión ha sido fundamentada. Por ejemplo, el sistema Aegis Ashore que ha sido instalado en Rumania y que lo será también en Polonia, emplea el lanzador Mk-41 que es capaz de disparar misiles Tomahawk de alcance intermedio. Se trata de un flagrante quebrantamiento del Tratado INF. El hecho es innegable. Estados Unidos acusa a Moscú de poseer y probar un misil crucero lanzado desde tierra con capacidad desde 500 hasta 5500 kilómetros de alcance, pero jamás ha habido ninguna prueba que apoye esa denuncia. Rusia consecuentemente ha negado esas acusaciones. Rusia sostiene que el misil en cuestión –el 9M729—cumple con las normas del tratado y que jamás ha sido modificado o ensayado para un alcance prohibido.

Esta es una afirmación razonable. Después de todo, no hay manera de impedir que esos ensayos sean detectados y monitoreados mediante satélites. Estados Unidos podría plantear el problema a la Comisión Especial de Verificación (SVC sigla en inglés). Sin embargo, amenaza con iniciar una guerra.

Esto es sumamente importante porque las palabras de la embajadora no fueron producto de una declaración malograda o un comentario improvisado, sino que de hecho, fue seguida por otra "advertencia" hecha recientemente por la funcionaria norteamericana.

El pasado 28 de septiembre, hablando durante un evento organizado por la Alianza de Consumidores Energéticos de Pensilvania el Secretario de Relaciones Interiores, Ryan Zinke, sugirió que la marina de Estados Unidos podría ser empleada para bloquear o restringir el comercio energético de Rusia. "Estados Unidos cuenta con la capacidad mediante nuestra marina para asegurar que las vías marítimas permanezcan abiertas, y si es necesario, bloquearlas… con el objeto de conseguir que sus energéticos no lleguen al mercado," dijo él, poniendo en evidencia que se trataba de una opción. El Departamento de Interiores no tiene nada que hacer en la política exterior pero, el Sr. Zinke es un alto funcionario miembro del gobierno.

¡Dos belicosas declaraciones hechas una tras otra, ambas casi como declaración de guerra! Un bloqueo es un acto hostil el cual sería replicado mediante la fuerza y Estados Unidos está bien al tanto de eso. Estados Unidos también está al tanto que Rusia se defenderá. Es importante entonces anotar que ningún comentario o explicación ha sido emitido por la Casa Blanca. Esto confirma el hecho que lo que han dicho sus funcionarios refleja la posición del gobierno.

Esto nos recuerda el hecho que el Acta de Interdicción y Modernización de Sanciones fue aprobada por la cámara baja. La legislación incluye la autorización para fiscalizar puertos chinos, iraníes, sirios y rusos. Entre estos últimos está Najodka, Vanino y Vladivostok. Se trata de un acto abiertamente hostil, una insolente violación del derecho internacional. Si el proyecto de ley se convierte en ley, posiblemente inicie una guerra con Estados Unidos actuando como agresor.

El más grande ejercicio de entrenamiento realizado por la OTAN "Coyuntura Tridente" desde el año 2002 a realizarse a partir del 25 del corriente y que se prolongará hasta el 7 de noviembre del 2018 se llevará a cabo en estrecha proximidad a las fronteras rusas. Las maniobras rusas Vostok 2018 llevados a cabo en el mes de septiembre, las mayores vistas desde la Guerra Fría, fueron realizadas en el Lejano Oriente de Rusia, lejos del área de responsabilidad de la OTAN. No es Rusia quien está exacerbando la ya tensa situación en Europa realizando semejantes ejercicios en gran escala cerca de sus fronteras.

Rusia no es el único país amenazado con guerra. También se están realizando intentos para intimidar a China. Las tensiones son sumamente agudas en el Mar del Sur de China donde navíos chinos y norteamericanos protagonizaron una interacción "peligrosa" el pasado 30 de septiembre. Una colisión fue apenas evitada. En consecuencia el Secretario de Defensa, James Mattis tuvo que suspender su visita a China cuando esta fue cancelada por Beiyín. Desde entonces el diálogo sobre seguridad entre los dos países está en un punto muerto.

Quizás la única cosa que queda por hacer es renunciar a tener relaciones normales con Estados Unidos. La declaración del embajador Hutchinson está enviando un claro mensaje: "Olvídense de la diplomacia, estamos de regreso en la Edad de Piedra" con Washington a la cabeza. Esta es la nueva realidad de manera que acostúmbrense a ella. Solo encójanse de hombros y traten de vivir sin Estados Unidos pero siempre vigilantes y preparados para repeler un ataque que de seguro está en preparación.

Debemos tener presente que Moscú nunca ha amenazado a Estados Unidos con acciones militares.

Moscú nunca ha desplegado fuerzas militares en las cercanías de la costa norteamericana. Tampoco ha iniciado esa interminable ronda de sanciones y guerra comercial. Cuando ha denunciado las violaciones de los acuerdos internacionales, nunca ha sostenido que el empleo de la fuerza es una opción. Ha hecho duros esfuerzos para revivir el diálogo sobre el control de armamentos y para coordinar las operaciones en Siria. Pero, también ha tenido que emitir advertencias acerca de las consecuencias en caso de ser provocado para responder ante acciones hostiles. Si ocurre lo peor, todos sabremos de quién es la culpa. Washington es responsable de poner al mundo al borde de la guerra.

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