El presidente ruso Vladimir Putin y el presidente norteamericano Donald Trump acordaron una declaración conjunta sobre Siria el pasado 10 de los corrientes en la cual dicen que no ven una solución militar en el conflicto y que se necesita una solución política para manejar la crisis. Los líderes se reunieron de manera informal paralela a la Cumbre de la Cooperacíón Económica Asia-Pacífico (APEC sigla en inglés) en el balneario vietnamita de Danang. La declaración sobre Siria fue coordinada por el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov y por el Secretario de Estado, Rex Tillerson. Existe una amplia gama de problemas que discutir pero los países se concentraron en el candente problema de importancia crucial donde se podría lograr un avance que sirva a los intereses de ambas partes.
Con el Estado Islámico siendo desalojado de los territorios que controlaba, una mayor atención se está prestando a la perspectiva de una solución pacífica. Las partes acordaron continuar con los esfuerzos conjuntos en la lucha contra el Estado Islámico y confirmaron su compromiso con la soberanía siria y su integridad territorial. Las partes mantendrán "canales militares de comunicación abierta para asegurar la seguridad de las fuerzas de ambos lados.
En verdad, el grupo yijadista ha sido desalojado de sus principales posiciones en Siria durante los últimos meses mediante la combinación de ofensivas de parte del ejército sirio y la coalición dominada por los kurdos y apoyados por Estados Unidos. Se han logrado recientemente grandes avances pero el fin de la guerra aún está muy lejos, más lejos de lo que parece. El conflicto está ardiendo a fuego lento pero en cualquier momento puede estallar.
Las fuerzas del gobierno sirio han recuperado el control sobre extensos territorios en Siria en gran medida gracias a las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia. Pero, más del cuarenta por ciento del país permanece fuera del control del gobierno, incluyendo áreas donde están ubicados sus yacimientos petrolíferos. Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF sigla en inglés) apoyadas por Estados Unidos no tienen ningún deseo de abandonar el territorio que han capturado de manos del Estado Islámico, incluyendo la ciudad de Raqqa de población árabe. Las áreas que están fuera del control del presidente Assad incluyen a grandes porciones de territorio en el norte de Siria como también en la Provincia de Deir al-Zour hacia el este y Daraa en el sur. Los combates continúan produciéndose a través del país. El proceso político aún no se ha iniciado. La comunidad internacional está dividida en cuanto a cómo lograr un acuerdo pacífico Las zonas de distensión abarcan áreas de tamaño limitado. La oposición es heterogénea con patrocinadores de diferentes agrupaciones que persiguen sus propios objetivos.
El Congreso de Diálogo Nacional Sirio inicialmente pautado para el 18 del corriente ha sido postergado. El presidente ruso, Vladimir Putin y el presidente de Turquía, Erdogan el día 13 recién pasado se reunieron para discutir las perspectivas de la iniciativa. Turquía plantea algunas objeciones sobre la participación de la Unión Democrática Kurda en el evento.
El pasado 31 de octubre el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que hubo invitaciones para 33 organizaciones para que participaran en dicho congreso. El proceso de Ginebra, gestionado por la ONU también ha encontrado obstáculos en la vía. En realidad ahora está parado.
Estados Unidos el Reino Unido, Francia y Alemania, para complicar aún más el proceso, plantean el problema de las armas químicas supuestamente empleadas por el régimen de Assad.
Careciendo de territorios urbanos, el Estado Islámico tiene "células durmientes" para llevar a cabo una guerra de guerrillas. Por ejemplo, los yijadistas no ofrecieron una resistencia muy dura en Abu Kamal y abandonaron el pueblo pero no se desvanecieron. Pueden ser bombardeados o acribillados pero las balas no pueden destruir su ideología. Ninguna victoria permanente contra el Estado Islámico puede lograrse sin que las comunidades locales se opongan a los radicales y a las ideas que diseminan. Un esfuerzo internacional sería la mejor vía para tratar la raíz de las causas que producen el surgimiento del terrorismo.
Bajo estas circunstancias, los contactos entre Rusia y Estados Unidos constituyen un factor crucial para encontrar una solución al problema. El diálogo y el compromiso de todos los actores involucrados sería la única manera para avanzar. No se trata solo de distensión o control territorial. Ha llegado la hora de discutir los detalles para el envío de la ayuda internacional para aliviar el sufrimiento de la población civil. Con exactitud, ¿Quién se hará responsable de la distribución de la ayuda entre las comunidades y cómo se va a controlar ese proceso? Esta interrogante está planteada en el primer plano. La reconstrucción de la confianza, la protección del pueblo, el suministro de la ayuda humanitaria y el mantenimiento del cese al fuego, son las tareas que hay que acometer.
Siria es el lugar donde las fuerzas rusas y norteamericanas podrían chocar a consecuencia de un incidente. Hasta ahora esto ha sido exitosamente evitado. Los esfuerzos pro distensión hasta ahora, han sido en gran medida efectivos. La coordinación de las medidas para la reconstrucción del país es indispensable y los presidentes se dan cuenta de ello.
A pesar de la tensión geopolítica y la desconfianza mutua, Rusia y Estados Unidos están trabajando juntos en algunas áreas donde su coordinación es directamente crítica para la seguridad global.
El pasado 2 del corriente, el presidente Trump fue interrogado acerca de la perspectiva de reunirse con el presidente ruso en la Cumbre de la APEC en Vietnam. El presidente Trump señaló que "Putin es muy importante porque nos puede ayudar con Corea del Norte. Nos puede ayudar con Siria y tenemos que hablar sobre Ucrania."
Siria fue sabiamente elegida como el problema a tratar durante la Cumbre de la APEC ya que brinda una oportunidad para contener el daño en las relaciones ruso-norteamericanas. Les guste o no, Rusia es demasiado importante y hace del diálogo un imperativo. Pareciera que el presidente norteamericano se da cuenta de esto.
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