Hablando claro

El peligro es Trump

Se peló Barack Obama cuando en su gobierno que, por cierto fueron ocho años sin pena ni gloria, decretó que Venezuela era un peligro inusual para los Estados Unidos. No se sabe bajo los efectos de qué se refirió de esa forma contra la patria de Bolívar. Que lo diga Obama o cualquier gobiernero de EE.UU. es pasable, pero que la oposición en Venezuela aplaudiera la aberración ya pasa a lo que se puede llamar "los hijos de nadie".

Pero Obama se quedó "chiquito" en su apreciación al referirse a Venezuela como un peligro. Donald Trump fue más allá. Este zar de la belleza, que tiene una diplomacia estadounidense como un certamen de mujeres "buenísimas", y actuando por chismes de los capos de la oposición y los cachorros de Latinoamérica, no atinó a decir más nada sino hablar de la posibilidad de intervenir militarmente a Venezuela.

Cachorritos y cachorritas opositores que tienen todo listo en Gringolandia, están de acuerdo con una intervención militar; la desean, la piden a gritos, la lloran, y se unen al coro de que a Venezuela hay que intervenirla, bombardearla, masacrarla, desaparecerla. Que un millón de muertos es nada. Claro, los pedigüeños lo gozarían porque ellos y la familia ya no estarían en el país, estarían en la nueva urbanización de EE.UU.: "Los apátridas".

Pero resulta que el peligro para los Estados Unidos no es Venezuela. El peligro para EE.UU. es el mismísimo Donald Trump. No lo dice este pela bola, lo dice nada más y nada menos que Hilary Clinton, ex primera dama, ex candidata, ex secretaria de estado, etc. "Espero que en los asuntos realmente grandes haya suficiente autoridad para poder restringir y contener al presidente, eso es lo que todos tenemos que desear". Para la Clinton Trump y su séquito más cercano a él suponen un riesgo para el país.

Hilary sostuvo que la administración de Trump padece de imprevisibilidad y no tiene un plan estratégico, sólo un comportamiento reactivo, emocional y visceral, tanto a nivel interno como foráneo. En otras palabras, a la jeva le faltó un poquitín para decir que Donald es adeco, o algo parecido a la oposición venezolana, sin proyectos, sin ideas, sin brújula, sin organización, sin nada.

A la Clinton le faltó una ñinguita para pedirle a su misma gente que "amarren ese loco". Que "es necesario que el personal del gobernante republicano "lo contenga" debido a las decisiones consecuentes que deberá tomar como presidente. Que Trump necesita cambiar el enfoque de tratar el tema en Twitter y debería continuar con las negociaciones diplomáticas. Que la administración traiga diplomáticos experimentados de fuera del gobierno si no tiene la capacidad de negociar.

Esa pendejaíta nada más dijo Hilary. Casi nada. A los buenos entendedores pocas palabras bastan, pero para la oposición en Venezuela no bastan las palabras. Ellos celebrarían que McDonald desatara la furia contra Venezuela. Que nosotros paguemos los platos rotos.

No sé si estoy equivocado y bien pelao. Pero el panita Trump está quedando aislado. Son pocos los países que apoyan sus amenazas, sus locuras; a excepción de los cachorritos de Colombia, Perú, Chile, Argentina, México; ah, y la oposición en Venezuela que no quiere entender que Venezuela no es un peligro, que el peligro para EE.UU. es su propio presidente; pero los cachorritos de aquí no lo creen ni que se lo diga su propia panita Hilary.



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Pedro Alfonzo Rojas

Antiaco, columnista, premio regional de periodismo de opinión 2016, telegrafista, tipista, montador, diagramador, coordinador, gerente de producción, editor de noticias TV; y sobreviviente de las violaciones de derechos humanos y laborales en gobierno de AD.

 pedrorojas56@hotmail.eso

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