Colombia, un peligro para la República

Para el Consejo Nacional Bolivariano Derechos Humanos (CONABDH), durante mucho tiempo ha venido evaluando y analizando las características circunstanciales entre la República Bolivariana de Venezuela y la Republica de Colombia, mediante un estudio minucioso y determinante, por ser un tema de profundidad y de seguridad de Estado, la cual hemos desplegado todo un trabajo de estudios técnico y científico sobre la problemática estructural de la Delincuencia Organizada Internacional entre Colombia y nuestro país Venezuela, concretamente sobre la frontera en conflicto y a los efectos de una mayor claridad y sistematización, hago el buen uso como siempre de este espacio comunicacional satelital participativo y democrático para compartir ante la opinión pública nacional e internacional los análisis siguientes:

SÍNTESIS DEL FONDO DEL PROBLEMA.

PRIMERO: Para nadie es un secreto la posición constante que ha tenido ESTADOS UNIDOS en contra de la República Bolivariana, es interesante mencionar para una clara e importante ilustración del tema, hacer mención que desde la Epístola del Apóstol San Pablo a los Romanos en su capítulo 1, verso 28 de la Biblia dice a la letra: “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no conviene”. Decíamos en el artículo anterior un Golpe de Estado Financiero, que una intervención directa, es una aventura demasiado grande y nada indicaría que el Gobierno de Estados Unidos esté dispuesto a correr riesgo tan grande. Habría muchas posibilidades que eso se transformara en una probable y nuevo VIETNAN. Su interés no es otra cosa, que el consumo inmenso de petróleo que a lo interno tiene Estados Unidos, no está en condiciones de arriesgarse a perder el suministro de Venezuela por un tiempo que no se sabría cuánto puede ser si se embarcaran en una acción militar directa. Efectivamente, esa razón nos hacen pensar que no es concebible una intervención directa con sus tropas, ¡ah! Pero sí es posible otra modalidad, que en realidad ya están implementados y ante los ojos del mundo se descubrió el Plan y el objetivo que tenían los SÁTRAPAS DE COLOMBIA en la Frontera con nuestra República Bolivariana de Venezuela, que habían montado una opción similar a lo que fue la contra en Nicaragua años atrás, con la adecuaciones del caso. ¿Cómo lo hicieron aquí? Pues lo hacen a través del Paramilitarismo Colombiano y de la Delincuencia Organizada Internacional.

SEGUNDO.- Ya existe una plataforma Estructural de ataque, y eso se evidencia, cuando en su primera fase el Paramilitarismo Colombiano comenzó a penetrar en el Estado Venezolano desde el punto de vista económico. Esa realidad y práctica era y es tomar el control de muchos sectores del país, con finca, negocios comerciales, financiamientos y toda una logística que le permite tener lugares seguros para actuar y replegarse cuando es el momento. Nuestro territorio Nacional estaba siendo controlado por el contrabando de Gasolina de Venezuela hacia Colombia, ya que tales prácticas delictivas son un negocio muy grande. La Industria Ilícita del tráfico y consumo de las drogas, es un factor de la estructura delictiva que a partir de los datos contrala también el contrabando de alimentos, entre otros. Hoy el tiempo nos da la razón, de que esa delincuencia organizada tiene y tenía en marcha toda una ESTRUCTURA PARA EL CONTRABANDO DE LA GASOLINA, y con eso, justamente se percibe el elemento desestabilizador que se venían haciendo, provocando el desabastecimiento para hacer ver la existencia de la Ingobernabilidad en Venezuela. Esta acción delictiva muy bien planificada durante años solo ha reflejado algunas características, causas y consecuencias que actualmente vive nuestra República y de hecho somos víctimas directo de la conspiración económica en contra del Estado y la Soberanía Popular. Cuya actividad conspirativa se ha traducido en una activa ESPECULACIÓN en contra de la población más vulnerable, la guerra desatada es precisamente una GUERRA ECONÓMICA Y POLÍTICA que ha golpeado el bolsillo de los seres humanos y familia más humildes, ubicados en los estratos de situación de pobreza y desempleo, la conducta es manifiesta por una rabia, un odio y un terror en perjuicio de los colectivo sociales de usuarios y usuarias del Pueblo, por parte de algunos comerciantes de diferentes raza, sexo, credo, condición, posición social, política y económica, producto de fijar los diferentes alimentos de primera necesidades a elevados y altísimo precios, sin misericordia alguna. La especulación abusiva se puso a la orden del día, unidos con los servicios del transporte públicos, los centros asistenciales de Salud pública, los Hospitales y Módulos de Salud, los Comercios y todos aquellos negocios se han lucrado por la guerra económica. Se ha generado toda una anarquía, un abuso y un chantaje hacia la población. Hay lugares sospechosos por lo cómodo que son las autoridades para actuar, y allí donde está la conexión, la complicidad y la red de corrupción, las autoridades competentes amen gracias, pareciera que la población del Estado tuviera anestesiada frente los hechos, vistos y sometida a una condena sin precedente y antecedentes, sufriendo todos los insultos groseros, las amenazas, las humillaciones, la falta de consideración y estima hacia el prójimo, se perdió el respeto y la honradez de muchos comerciantes, esos valores están circunstanciados en el proceso de crisis de valores.

LA REALIDAD COLOMBIANA DEL PARAMILITARISMO.

TERCERO: Esa realidad de la República de Colombia en la frontera de Venezuela no ha sido nueva, las autoridades nacionales tienen que ir a lo profundo, aquí hay implicación de altos funcionarios implicados en todas estas acciones delictivas, no podemos exonerarlos de inocentes, porque es impunidad. Reitero la situación, es un fenómenos del paramilitarismo colombiano dentro del territorio Venezolano, como por ejemplo la colaboración con ganaderos. Muchos de los sicarios responsables de las muertes de líderes campesinos de Venezuela (186 desde el año 2001 cuando aparece la Ley de Tierras) son colombianos. Y eso es muy fácil de saber, porque simplemente pueden ser identificados por su acento. Hay muchos testimonios al respecto.

Se sabe de presencia de paramilitares colombianos en Venezuela, aunque todavía no estén actuando como formaciones armadas tal como se hacen en Colombia. De momento los asesinatos que provocan son selectivos y actuando en grupos pequeños, de dos o tres personas. No son las masacres enormes como habitualmente hacen en Colombia.

Empezaron a entrar a territorio Venezolano a través de un Estado fronterizo como Táchira. En la Ciudad de San Cristóbal, Táchira, el paramilitarismo cobraba vacuna (impuesto forzoso) a todos los comerciantes. Y a los que no les cobran, es porque son comercios de ellos que también los hay por supuesto.

Eligieron a San Cristóbal porque esa es la entrada a la cordillera de los Andes. El proyecto estratégico del paramilitarismo colombiano que se está construyendo ahora aquí, intentando integrar a venezolanos también, es tener el control de esa cordillera. Eso les daría el control militar sobre todo los territorios bajos, los llanos. Y por otro lado es un canal directo desde Cúcuta, capital del paramilitarismo en toda Colombia, fronteriza con Venezuela, hasta el interior de Venezuela misma para pasar ahí lo que deseen: armas, drogas, gente. Asegurando el control de toda esa zona podrían moverse con toda comodidad desde Colombia hasta las puertas de Caracas prácticamente.

Entonces el objetivo de ellos no es otro, que el proyecto propuesto, sería crear una nueva contra, como aquella que actuó en Nicaragua durante toda la década del 80 del pasado siglo logrando finalmente la reversión de la Revolución Sandinista. ¿Estamos definitivamente ante eso?

“A mediano plazo podría pensarse que si: una contra con la de Nicaragua. De momento se está construyendo la estructura necesaria, la logística que les permita operar con comodidad. Por ejemplo, están intentando tener el control de las empresas y cooperativas de taxistas.

Por ejemplos, en el estado Barinas la gran mayoría de taxistas ya pertenecen, directa o indirectamente, al paramilitarismo. Y en las empresas donde no controlan los paramilitares, matan a los taxistas. Podría pensarse que, en el mediano plazo, matando taxistas y también transportistas, buscan meter el sector del transporte en contra del Gobierno. Y quien se acuerde de Chile con Salvador Allende sabe que importante es ese sector en una estrategia de desestabilización. Hoy en día los paramilitares están trabajando con los taxistas porque ese es un sector básico para hacer inteligencia. Eso no es nada nuevo, en todos lados se hace.

Es determinante señalar, que el paramilitarismo ya hace dos años que comenzó con una estrategia masiva de penetración en los barrios de Caracas y por el interior del Sur del estado. La forma en que van ganando terreno ahí es dando cocaína a precios muy bajos o regalándola, a pequeños grupos de criminales. Con eso comienzan a tener gente, a tener estructura en los barrios; el próximo paso será ir armándolos para darle solidez a esa estructura, para hacerla operativa en función de sus planes a futuro. Por lo que, hace como un año que con esas estructuras están buscando impedir la organización de la gente a nivel comunitario en los barrios. Por ejemplo, en los lugares donde los consejos comunales se organizaron y comenzaron a lograr algunos objetivos - hacer sus barrios más tranquilos, entre otras cosas, bajar la inseguridad, volver a organizar actividades recreativas sanas, etc.-, allí curiosamente resurge la delincuencia con más fuerza. No es que aparece algún malandro por ahí; no, hay todo un plan de organización de la delincuencia, casi con una lógica militar.

Por eso es importante decir, que el aumento de asesinatos en el último año no podemos pensar que sea casual. Es una doble estrategia: por un lado crear pánico, malestar, inestabilidad. Y por otro lado, crear las condiciones para que un momento dado, puedan aparecer ellos mismos ofreciéndose como una fuerza de orden. Es el mismo discurso que han tenido en Colombia. En la Frontera estaba funcionando casi una plataforma constituidas por el factor Financiero (Económico), la Industria ilícita Transnacional del Tráfico y Consumo de Drogas, la Base Paramilitar, la de diversas empresas ilegales y una gran cantidad de indocumentados.

En pies de lucha con la Revolución de Cristo y de la Patria de Bolívar, en contacto distinguidos lectores por conabdh@gmail.com. Y @conabdh

El autor es: Analista e Investigador, Especialista, Escritor y consecuente Defensor de los Derechos Humanos. Y Pdte. Consejo Nacional Bolivariano de los Derechos Humanos

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Julio César Del Valle

Analista e Investigador, Especialista, Escritor y consecuente Defensor de los Derechos Humanos, y Pdte. Consejo Nacional Bolivariano Derechos Humanos.

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