Cada cual atienda su juego

La Unión Europea y el Mercado Común del Sur (Mercosur) buscan darle forma al acuerdo comercial que vienen negociando desde 1999 y han encontrado en Trump la excusa perfecta. Después de muchas idas y vueltas entre ambas entidades, pareciera que el acuerdo está próximo a volverse realidad y el presidente de los Estados Unidos tendría algo que ver.

En 18 años las entidades no lograron ponerse de acuerdo, pero este año la situación podría revertirse. Al parecer, la llegada de Trump al poder generó una alteración en el orden mundial que permitió que se corrieran los obstáculos que frenaban la concreción del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea. La idea del mandatario de cerrar sus fronteras, en refuerzo de su política proteccionista, generaron un fuerte rechazo a nivel mundial y algunos países creen podrán diferenciarse impulsando tratados de libre comercio.

En sus esfuerzos por separarse de la política de Trump, representantes del Mercosur y la UE se reunieron en la Casa de América de Madrid para darle una nueva oportunidad al acuerdo, que en caso de consolidarse, serviría como un ejemplo de unión frente al aislamiento que propone el mandatario para su propio país.

"En un momento en que el mundo tiende a cerrar sus fronteras y poner barreras al comercio, creo que nos compete a los funcionarios de gobierno y a los diplomáticos, hacer un gran esfuerzo para mantener abiertos estos canales", expresó el canciller de Argentina, Jorge Faurie, durante la reunión en Madrid. Además, el ministro de Relaciones Exteriores aseguró que está preocupado por el proteccionismo y que quiere "dar respuesta a esa tendencia que empieza a consolidarse en el mundo".

Faurie no fue el único en asegurar que el acuerdo entre el Mercosur y la UE sería una buena alternativa ante la tendencia a levantar muros. La comisaria de Comercio de la Unión Europea, Cecilia Malmström también se refirió al tema y anunció que "en momentos en que algunos quieren construir muros, tenemos la ocasión de tender puentes".

Si bien todos criticaron el discurso de Trump sobre la construcción de muros, uno de los principales frenos para concluir el acuerdo, ha sido justamente, la falta de predisposición de ambas entidades para eliminar los aranceles. Esas barreras, no son muros físicos, pero actúan como si lo fueran ya que impiden el libre comercio y la libre circulación. Lo que demuestra que esa tendencia que ambos bloques todavía presentan rasgos de esa política proteccionista que tanto critican.

Actualmente existe un obstáculo que le impide a las empresas europeas comerciar libremente con el Mercosur, y ese obstáculo está expresado en los 4.000 millones de euros en aranceles que pagan por sus exportaciones. Los aranceles, los largos procesos de certificación y protección de los productos, son las mayores barreras a las que se enfrentan ambas regiones a la hora de negociar. Si se quiere promover un acuerdo de libre comercio, esas barreras tienen que desaparecer.

Según Malmström, el comercio "ayuda a los países a recuperarse de la crisis y volver a encontrar puestos de trabajo y la estabilidad necesaria", lo que se comprueba al mirar las cifras. Este acuerdo le permitiría a Europa acceder a un mercado con más de 250 millones de consumidores potenciales, mientras que para América Latina sería el ingreso a un mercado de más de 500 millones de consumidores.

Suena ideal, pero para eso es necesario que ambos bloques escuchen las propuestas y se definan. Tal como lo dijo Malmström "esto no es como el fútbol. Aquí todos tenemos que ganar". Entonces, ¿qué es lo que está frenando el acuerdo?

Los países de América del Sur reclaman una mayor apertura del sector agropecuario, mientras que los países del viejo continente abogan por terminar con el proteccionismo en los mercados de servicios, manufacturas y compras gubernamentales.

La firma del acuerdo, considerando el contexto internacional actual, sería un acontecimiento a destacar. Aunque sería una pena que tras años de negociaciones interrumpidas por no satisfacerse las expectativas de ambas partes, los bloques terminaran cediendo solamente para demostrarle a Trump que está equivocado, y que el proteccionismo que él promueve, no es viable. 

marianai.taboada@outlook.com



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