Haciendo analogía al histórico muro en Israel, donde los judíos llevan sus oraciones y pedidos escritos en papel, para luego introducirlos en las ranuras del milenario muro, con la intención de una intervención divina, se avizora la construcción de una estructura tan colosal como la muralla China pero esta vez sin ninguna intención religiosa ni de protección contra invasión extranjera, simplemente es la interrupción del paso migratorio humano del sur al norte, con cierto matiz xenófobo.
Desde hace unos meses, al inicio de las intenciones del Candidato a la presidencia de USA por el partido derechista Republicano, el actual presidente Donald Trump, en su campaña de ataque a las minorías emigrantes ilegales simbolizadas en la nacionalidad mexicana puso como solución al freno de dicha migración la construcción de un muro, claro que cuando hablamos de migración hablamos de un proceso de movilización de un sitio a otro por razones biológicas o climáticas, desde un punto de vista natural se considera todo el espectro de la biodiversidad, pero desde un punto de vista netamente humano esa migración tiene orígenes más complicados, pues entran factores políticos, económicos, sociales, culturales y hasta psicológicos de los inadaptados con complejos de inferioridad con desprecio a su propia cultura y lugar de origen en tratar de mimetizarse en la sociedad anglo.
Mucho es lo que últimamente se ha argumentado sobre el tema, a favor por tendencias nacionalistas neo fascista y apoyadas por tendencias derechistas latinoamericanas incluyendo a los mismos mexicanos residentes o chicano (nacidos en USA), sin pensar que sus raíces latinas para los fascistas son tan despreciable para ellos sin importar el color de piel o nacionalidad. Pero paralelo existe un rechazo por una comunidad latina, minoritaria en EEUU, y el resto de la región americana así como una población blanca identificada con los principios de igualdad, lo que nos permitiría hablar política, social y tristemente en una polarización.
Pero a la par de la realidad racial existe otra realidad, que será afectada por el desarrollo de esa idea, del cual poco se ha publicado en los grandes medios por falta de interés mediático, aunque si se ha hecho en la maraña del mundo virtual. Hablamos del impacto ambiental que una estructura física de la magnitud que se considera desarrollar puede generar. Nos referimos al mediatico muro que el gobierno presente norteamericano pretende desarrollar a todo lo largo de su frontera sur para asi sin querer queriendo, como diría el famoso personaje mexicano El Chavo, divida el continente americano en cuatro y no en tres como nos enseñaron en la escuela.
La frontera Mexico-USA tiene una extensión estimada de 3185 km. de largo y transcurre por una gama de ecosistema que van desde desiertos rocosos y dunas (Sonora y Chiguagua), montañas, humedales, canales y los ríos Rio Grande y Colorado. Con estas variedad se puede tener una idea de la biodiversidad que puede generarse a todo lo largo de esa frontera. Para ambas naciones desde el punto de vista de política ambiental su importancia ecológica es reconocida pues desde los años 70 se establecieron tratados entre los dos países en el cual se crea una zona de 100 km de ancho de ambos lados de la frontera declarada como zona de protección ambiental, pero la actual coyuntura política y social hace obviar la vigencia de dicho tratado para eliminar un problema o varios. Claro no es de extrañar que esta nueva yankee administración le dé importancia al aspecto ecológico cuando su líder desconoce la existencia del cambio climático y ha eliminado fondos federales y la pagina web del gobierno a favor de este tema.
Desde 1994, comenzadas con la administración Clinton y continuada con la de Bush, existen más de mil kilómetros de barreras o vallas discontinuas con alturas promedio de 5 metros. Claro esta que toda barrera andragógica es negativa, pero por lo menos la característica de discontinuidad permite cierta movilidad biológica y climática a través de la frontera, pero si ese muro supera la altura limite del desplazamiento natural de material inerte y biológico aunado a su característica de impenetrable, allí es cuando comenzará el problema. Lo antes escrito es producto del análisis del sentido común ambiental pero el mismo es corroborado por un estudio realizado por la asociación zoológica de Londres sobre el muro actual para la Universidad de Bristol, confirma que la "altura de un muro de 4 a 5 metros ha afectado 20 metros horizontales de ambos lados".
En el infinito mundo natural existen casos de posibles alteraciones y como ejemplo podríamos colocar a los insectos responsables del proceso de polinización, los cuales aunque tengan alas su altura de vuelo es muy limitada, de esta manera el obstaculizar el paso a estas especies alteraría su ciclo biológico y desaparecerían por falta de alimentos como de reproducción siendo de igual manera el destino de las especies vegetales que viven en simbiosis con estos insectos. El mismo servicio de Pesca y Fauna Silvestre de EEUU publicó su estudio sobre el impacto del muro, donde plantea la afectación a 111 especies en peligro y 108 aves migratorias entre ellos el cóndor de california y la famosa águila calva así como el caso del lobo gris mexicano el cual está en recuperación con 100 individuos en el lado gringo y 25 en el lado mexicano
Aunque mediáticamente el ambiente no es determinante ni noticioso, ya existen estudios y reconocimiento oficial, se logran encontrar escritos referentes al tema en el océano del internet pero no es suficiente para hacer de este punto un debate internacional y tristemente uno interno entre los nacionales de los países involucrados. Quien sí sabe aprovechar el muro de la desinformación, es el presidente Donald quien utiliza el auge del nacionalismo de la ultraderecha desarrollada en todo el mundo, inclusive en los paises en vías de desarrollo o tercer mundo para lanzar una propuesta sub-realista post apocalíptica que pasaría de una realidad virtual a convertirse en un hecho real, que social y ecológicamente se convertiría en un símbolo de supremacía anglosajona donde se podrán ver a las especies escribiendo su cartica para dejarla pegadas al muro de los lamentos pues será tan compacto que ni grietas tal vez tendrá.
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