¿Serán los refugiados trasladados de Alemania a Georgia y Egipto?

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

Strategic Culture Foundation

http://www.strategic-culture.org

Los demócrata-cristianos de Alemania en época electoral están de manera frenética tratando de encontrar una vía para salir del lío en que la Primera Ministra Ángela Merkel, los metió cuando abrió las fronteras del país a una avalancha de refugiados. No se trata de algo muy fácil de realizar especialmente cuando la lideresa del partido no puede admitir su error abiertamente ya que entonces ella tendría que renunciar a su sueño de mantener su cargo de canciller durante otro período.

De ahí el porqué de la consigna forzosamente optimista de la Merkel "Podemos Hacerlo" está todavía técnicamente siendo usada. La canciller alemana está indignada debido a la prohibición migratoria de Trump y declara que Alemania continuará recibiendo refugiados provenientes de las regiones en conflicto….

Al mismo tiempo, el gobierno le está demostrando a los electores que es capaz de mantener la situación bajo su control. Unos cuantos gestos simbólicos se han hecho al mandar de regreso a algunos refugiados a quienes no se les había otorgado el status de refugiado (hasta ahora refugiados procedentes de Afganistán) y hace poco se firmó un acuerdo con Turquía.

Según altos funcionarios, el número de solicitudes de asilo político se redujo tres veces durante el año 2016 en comparación con el más alto número durante el año 2015. Los medios de prensa alemanes han comenzado a informar sobre delitos cometidos por ciertos refugiados, cosa que antes se habían abstenido de hacer.

Los demócrata-cristianos están sumamente reacios a dejar el centro del espectro político, posición que ellos han ocupado con éxito desde mediados de los años 2000 pero dentro del actual sistema político se espera que ellos impidan un mayor fortalecimiento del partido Alternativa para Alemania con sus consignas agresivamente anti migración. Esta tarea está gravemente comprometiendo el liderazgo de la Merkel, especialmente cuando el electorado se está sintiendo cansado de ella como política –de otra manera cómo se puede explicar la súbita alza en la popularidad del socialdemócrata Martin Schulz, cuya anterior carrera política fue construida en Bruselas y Estraburgo y no en Berlín.

En esta difícil situación en que los demócrata-cristianos tienen que rechazar los ataques provenientes de todos lados, las críticas contra la canciller se están sintiendo de manera particularmente aguda, cuando Donald Trump llamó la política de Merkel hacia los refugiados un "error catastrófico", Alemania trató de ignorarlo y lo consideró como el hábito del presidente de hacer declaraciones extravagantes.

No obstante, resulta que Trump no está solo en esta evaluación. Durante una entrevista con el diario alemán "Bild am Sonntag" el Ministro de Relaciones Exteriores de Austria, Sebastián Kurz, no tuvo escrúpulos para seguir el ejemplo de Trump y denominó la política migratoria de Merkel como "falsa", agregando que tal política, desgraciadamente, había sido apoyada por varios dirigentes de la Unión Europea y por la Comisión Europea.

La declaración de Kurz llegó en mal momento para la Merkel, quien justamente en ese momento se encontraba en visita oficial a Egipto con la intención de firmar un acuerdo con el gobierno egipcio similar al actual acuerdo que Alemania firmó con Turquía. La Merkel había llegado a Egipto procedente de Túnez donde logró alcanzar justamente esta meta a pesar del hecho que a diferencia de Turquía los países del Norte de África no tienen ningún apuro en firmar acuerdos con Alemania. La idea de firmar tales acuerdos con Libia, por ejemplo, de donde proviene la mayoría de los emigrantes africanos es ilusoria, puesto que Libia ha sido reducida a tal estado que el país no está en condiciones de firmar acuerdos con nadie.

En cuanto a la parte "constructiva" de la declaración de Kurz, parece más bien un sarcasmo, sino una burla: el ministro austríaco sugiere que los campos de refugiados deben ser instalados fuera de la Unión Europea y a manera de ejemplo menciona a… Georgia, Egipto y los Balcanes. También pudo sugerir que los refugiados fueran trasladados a Latvia y Rumania. Tiene sentido que los refugiados provenientes del Medio Oriente no marcharon hacia Alemania para luego terminar en Georgia o Egipto.

En resumen, todo el mundo entiende que el ministro de relaciones exteriores austríaco tiene desarrollado su sentido del humor. Pero mirándolo seriamente, la propuesta de Sebastián Kurz suena como un rechazo más a la política de los refugiados de la Merkel y especialmente la idea de Berlín de distribuir a los refugiados entre los países de la Unión Europea sobre la base de un sistema de cuotas.

Sin embargo en esta ocasión, no se trata del carácter fantástico de la proposición misma de Kurz, sino por el hecho de haber sido planteada para coincidir con las inminentes elecciones federales en Alemania este otoño.

A juzgar por los comentarios en línea, el público alemán, algunos bromeando, otros en serio están dispuestos a votar por Georgia o por Egipto solo por fastidiar a Ángela Merkel de quien ya han tenido suficiente. A Kurz se le debiera dar la ciudadanía alemana y elegirlo canciller de manera que la política vuelva a ser razonable, según dice

https://www.welt.de/politik/ausland/article/162587797/Kurz-fuer-Fluechtlingsauffanglager-auf-dem-westbalkan-html#Comments

/Die Welt/.

Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en

Editorial@strategic-culture.org



Esta nota ha sido leída aproximadamente 613 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter