No irrespeta al Bravo Pueblo de Venezuela ni a ella quien quiere, sino quien puede, y este Sr. Vicepresidente de la Colombia secuestrada por su oligarquía en comchupancia con el Narco-Tráfico, no es quien y ni tiene el más mínimo de moral suficiente para señalar a la tierra de Bolívar, todavía no ha nacido ni nacerá quien arrisque de ese soez, quizás otros equivocados como usted le han intentado y sólo han consignado en su tentativa el predestinado fracaso. Se ha augurado usted una derrota no sólo política sino personalizada; su imborrable prestancia de pretérita relación con el santanderismo-uribista le reviste de una inmoralidad de inalcanzable desprestigio político y todavía más, hasta con el mismísimo pueblo colombiano, motivo por el cual, tanto el pueblo venezolano como su auténtico y legítimo gobierno revolucionario, le aconsejan que antes de emitir insolentes criterios, mire usted la viga en su ojo para que no tenga que mal sufrir y padecer el penoso ridículo ante la opinión pública por aseverar falsedades. Para su nivel de hombre público es recomendable no dejarse llevar por los instintos viscerales influidos por obediencia sumisa a su carnal Santos, porque cuando se incursa en el difícil mundo de la política no se puede ser tan rastrero, se debe tener aunque sea pizca de dignidad para llegar a poseer algo de credibilidad pública, de lo contrario usted desperdicia años de vida política. Tenga muy presente siempre que Venezuela se respeta, que ni ella ni su pueblo serán monigote de ningún imperio ni de nadie más, que por nada permitirá ni llegará a conceder la insolencia de que hollen el honor de su suelo patrio como sí lastimosamente sucede en la hermana Colombia, usted y otros de baja ralea se han prestado para humillar a la Colombia que Bolívar tan amó y defendió. A la que la todavía desmedida traición suscitada de ambiciones, la enviada a la Grandeza e Inmortalidad del Libertador condenaron a aquel 17 de diciembre de 1830 y que después de 168, renació la esperanza el 6 de diciembre de 1998 y el 15 de diciembre de 1999, cuando el gran pueblo de Bolívar en manos de Hugo Chávez Frías se dio un Gobierno y una Constitución democráticamente soberanos, dispuestos a conseguir aun a cualquier costo la reindependencia. Cuando eso comience a suceder en la hermana Colombia procure usted estar lo más distante de la Revolución Nuestra y de la que está por manifestarse en la Colombia de Francisco De Miranda, de Simón Bolívar y de José Antonio Sucre
