Hablando de ofensas a los venezolan@s
Álvaro Uribe Vélez, por venir de una trayectoria oscura, Presidente Maduro, Álvaro Uribe Vélez no está loco, ¡pero podría estarlo! ha tenido que mentir todo el tiempo para no ser encarcelado por las leyes colombianas y más aún por las norteamericanas. Este personaje se ha quedado insignificante al lado del inquilino actuar de la Casa de Nariño, Juan Manuel, quien miente con el mayor de los descaros desde los inicios de la coyuntura fronteriza con la hermana Colombia y se ha enlodado hasta el cuello. Pero es innegable que Juan Manuel es el mitómano número uno del continente ¿no sé si él lo sabe? porque los mitómanos comúnmente no se percatan de sus mentiras, es una enfermedad característica de personas que falsean la realidad como vía de escape para lograr sus objetivos.
Juan Manuel como todo mitómano, es un personaje muy creativo para lograr impactar a todo el que le escucha. Desde muy joven siempre quiso ser presidente de Colombia y se supo vender muy bien a través de la mentira para ocupar cargos en todos los gobiernos que pasaron por la Casa de Nariño para después traicionarlos, acudiendo a la mitomanía. Juan Manuel desde niño se acostumbró a mentir, su familia fundó y dirigió el diario El Tiempo de Bogotá, medio de comunicación que ha representado desde entonces a la oligarquía bogotana y que ha tergiversado todo el tiempo la información objetiva y veraz.
Este juan Manuel fue presidente de la Comisión de Libertad de Expresión de la Sociedad Interamericana de Prensa, ¿se acuerdan? Nada menos que la SIP, la que está dirigida por los dueños de comunicación capitalista del continente, esa que ha despotricado de Venezuela desde la llegada del comandante eterno Hugo Chávez, lo que convierte a este individuo en un perfecto aliado mentiroso de los dueños de información en América. Juan Manuel también escribió un libro nada menos que con el extremista ex primer ministro británico Tony Blair titulado La Tercera Vía, un libro que reseña un camino político de "centro" que Blair puso como practica engañosa en Inglaterra y a Bill Clinton le sirvió para derrotar a la izquierda de su Partido Demócrata, pero al mitómano de Juan Manuel le sirvió para lograr convencer a muchos de la derecha y de la izquierda colombiana para su aspiración presidencial, hasta alcanzar su sueño de vida, ser presidente de Colombia y luego girar todo su accionar hacia la derecha, volvió a mentir. Pero antes de ser presidente, en plena campaña creó una polémica cuando acusó a Rafael Pardo –de la corriente Uribista- su rival en la campaña presidencial, de haberse reunido con las FARC, con lo que logró acabar no solo con su opositor, sino con la posible reelección de Álvaro Uribe Vélez, esa mentira o mitomanía de Juan Manuel le volvió a resultar, fue presidente en 2010. Juan Manuel es tan mitómano, que antes de ser presidente era un asiduo crítico de la reelección presidencial, pero luego de que ocupó la primera magistratura, quiere ser reelegido, eso es parte de su mitomanía, mentir y mentir, ese es su arte.
Resulta que con las medidas del Estado de Excepción que ha tomado el obrero mayor de Miraflores Nicolás Maduro, Juan Manuel ha tenido que mentir a cada instante y cada día con sus lacayos del gabinete en los medios de comunicación de la Colombia elitista para poder engañar también a sus amos y seguir alimentando su mitomanía. Juan Manuel dice que es mentira que en Venezuela hay 5.6 millones de colombianos. Claro está, si yo fuera mitómano como él, también diría lo mismo, y porqué ¿quién no va a querer ser mitómano para que otros cuiden y alimenten "los hijos" que uno no quiere? porque todos esos colombianos campesinos, artesanos, obreros de todo los oficios, quieren estar en Venezuela porque tienen lo que no pueden recibir en Colombia. Hermanos desplazados del conflicto que ellos mismos, la oligarquía bogotana ha creado desde hace más de cien años.
Nicolás… Juan Manuel, el "Santo" de Colombia, es mitómano por naturaleza, no es su culpa, así lo criaron, por eso hay que tener mucho cuidado de no creerle a este mitómano "ni un tantico así" como dijera el Che del imperialismo, mientras siga en la Casa de Nariño.
Nuestro legado… también es sagrado
