No hace mucho, la CIA desclasificó algunos documentos, y salió a relucir el nombre de un politólogo: Bruce Bueno de Mesquita. El organismo de inteligencia, señalaba su alto grado de acierto en los análisis y predicciones solicitados.
Mesquina junto a otro académico, Alastair Smith, acaban de publicar un polémico libro “El manual del dictador. Por qué la mala conducta es casi siempre buena política” (Ed. Siruela), que refleja y detalla cómo gobiernan los líderes mundiales, tanto los autocráticos como los democráticos.
Los académicos dicen en su escrito que la política actual, moderna, se aplica en las universidades, en los posgrados o programas de opinión de radio y televisión, pero no es la realidad.
Dicen sin cortapisas que hay que dejarse de tonterías, de pensar en lo ideal, en el deber ser, y más bien entender qué hacen los políticos para llegar y quedarse en el poder.
En sus investigaciones, consiguieron 5 leyes que retratan de forma meridiana cómo funcionan las cosas:
REGLA 1: Mantén tu coalición ganadora lo más pequeña posible.
Mantener lo más cerca posible a la gente que te sostiene en el poder, bien sea con dinero o apoyo político. A esa gente es la que debes mantener contenta. Cuánto menor sea el número, mejor, porque lo controlas con discrecionalidad. Ejemplo de esta regla: Stalin y Kim Jon Il de Corea del Norte.
REGLA 2. El grupo de selectorados debe ser lo más amplio posible.
De esa forma podrás reemplazarlos con facilidad si se convierte en alborotador, ya sean influyentes o esenciales. Ninguno debe ser imprescindible, sólo aquellos que te mantienen en el poder. Si tienes muchos seguidores suplentes, el resto quedará advertido y tendrán que ser leales para no ser desplazados.
REGLA 3. Controlar el flujo de caja, el dinero.
Siempre es mejor para un líder determinar quien come que tener un pastel más grande del que la gente pueda alimentarse, plantean los autores. El flujo de caja más eficaz para un líder es aquel que empobrece a un montón de gente y redistribuye el dinero para mantener ricos al grupo que te sostiene en el poder, sostienen.
REGLA 4: Paga a tus partidarios lo suficiente para conservar su lealtad.
Los académicos analizan en el libro que tus partidarios prefieren ser tú a depender de ti. Tu gran ventaja sobre ellos es que tú sabes dónde está el dinero, y ellos no. Dale a tu coalición suficiente como para no traicionarte y buscar quien te reemplace, dicen
Regla 5. No saques dinero del bolsillo de tus seguidores para mejorar la vida de la gente. Lo que constituye la esencia del mando es pagar a los seguidores, no gobernar bien ni representar la voluntad general. Si eres bueno con la gente a expensas de tus seguidores, no pasará mucho tiempo antes de que te la tengan jurada, sostienen los autores, y agregan: una política eficaz para las masas no necesariamente granjea la lealtad de los esenciales, y es carísima, señalan.
El estudio de ambos académicos parece basado en líderes despóticos, hambreadores y tiránicos. Ni por asomo, se pasearon por Venezuela, donde se rebaten todas estas leyes para mantenerse en el poder.
Es verdad, fueron aplicadas antes de la llegada de Chávez, no hay dudas, pero en su era, el fallecido presidente desmontó esos asertos y más bien los transformó.
Repartió poder al pueblo, los dotó de instrumentos legales para afrontar la lucha contra los poderosos, y ayudo en la siembre de la consciencia revolucionaria, de amor, de igualdad, de socialismo.
Rubén Marcano, periodista
