Álvaro Uribe esta de campaña de cara a las próximas elecciones del 2014 por esa razón formo el “frente antiterrorista” movimiento que no solo ha restado popularidad a Juan Manuel santos sino que busca de Washington favores porque socialmente Colombia esta punto de implosionar.

Sin ayuda económica al plan militar la constitución de la sociedad política implica una metamorfosis radical porque la inversión privada con el impuesto a la guerra descubre una burguesía militar cuyo horizonte está cerrado porque ya todo se encuentra negociado para que lo animal de la política uribista y santista prevalezca sobre lo humano, así, los limites sociales de los colombianos están restringidos porque no acceden a la salud, educación, trabajo, vivienda, vialidad y seguridad, Santos no tiene obras publicas que enseñar excepto a los héroes nacionales de las FFAA. Mismo asunto en los 8 años de gobierno de Uribe.

Álvaro Uribe está utilizando todo lo que tiene a su alcance para evitar que Santos busque una reelección, en un acto político en Bogotá dicen los medios, Uribe expreso “el deterioro de la seguridad, la brecha que se ahonda entre la palabra del gobierno y los hechos que padecen los colombianos hace perder la credibilidad en el ejecutivo”. Como eso no fue suficiente para su ego suelta que le falto tiempo para buscar guerrilleros en Venezuela.

En esos años con el respaldo de Washington Uribe practicaba la extraterritorialidad, bombardeo Ecuador para asesinar a Raúl Reyes, la práctica de la extraterritorialidad estaba en su agenda como estrategia política del plan Colombia, que busca desestabilizar al gobierno de Chávez.

Años después, por protagonismo y como buen cobarde paramilitar que es menciona a Venezuela con todo lo que eso implica para sostener su popularidad con los medios de información en contra del gobierno; Santos es acusado por Uribe de buscar la paz con las FARC, si esa paz se concreta Álvaro Uribe sabe que sus posibilidades de regresar a Nariño se terminan, porque, la guerrilla para Uribe, burguesía y FFAA, son la única excusa para convocar a una Asamblea Constituyente que le permita regresar a Nariño para acabar con los terroristas de las FARC y atacar Venezuela, para involucrar a EEUU.

El partido de la U cuenta con poderosos aliados en la banca, industrias, FFAA, en la política y en los medios de comunicación. La corrupción narco y para militar de Álvaro Uribe y su familia como la de su gabinete daba de comer a RCN radio y TV, a la revista Semana, Caracol, medios que cada rato miden la popularidad de Santos en caída vertical del 80% al 70 y al 47% en un año de gestión presidencial según esos sondeos.

Colombia está mal no solo socialmente sino políticamente, el pueblo reclama una reforma a la justicia, el incremento de la inseguridad y el deterioro de la clase política tienen a Colombia al borde de una implosión social que ya sumo a los indígenas que no quieren saber nada del gobierno, sitúan a Santos entre la espada de la guerrilla y la pared que construye Uribe, para hacerle la vida imposible.

Santos se durmió con el “éxito” del mono Jojoy septiembre del 2010 y del asesinato de Cano noviembre del 2011. Uribe con más experiencia y mafioso como es dejo pasar agua obre el puente de ese éxito y contraataco a traición como lo hizo con la cúpula de las AUC en su momento; a Uribe no le gusto nada que Bogotá reanude relaciones con Quito y Caracas, peor le gusta el tema de la paz con las FARC, la guerrilla es un tema mucho más fuerte que los asuntos de la ley de víctimas, la restitución de tierras a los desplazados o de las viviendas a los más pobres, las FARC son importantes para la burguesía militar, contarían con 6 años más en el gobierno para pararse económicamente.

Los TLC con EEUU, con la Unión Europea y con Corea del Sur, sus efectos todavía no sienten los colombianos porque recién empiezan a tomar cuerpo esos tratados, a pesar de eso la economía colombiana se estanca ya no crece al ritmo del 6% del PIB, bajo al 5.5 y se proyecta para un 4.6% para este año y el próximo, entre otros motivos, a más del impuesto a la guerra que agobia a  los colombianos se nota que la desaceleración está llegando  América Latina.