Uno de los pretextos que esgrimen los presidentes del ALBA para darle la espalda presidente Correa, es la oportunidad de cruzar palabras “entre iguales” con el presidente de EEUU Barack Obama, quien salvo con Brasil, Colombia, Argentina, Chile, no tiene ningún interés real en profundizar diálogos que puedan llevar a acuerdos de nada con amigos del presidente Chávez, peor tratar temas como el de las islas Malvinas, que afectan no solo a Gran Bretaña aliado incondicional sino al proyecto Antártida o molestar a Chile para favorecer a Evo Morales o discutir a profundidad el narcotráfico desde Colombia y Perú, cuando ya todos los países en Latinoamérica de una u otra forma están afectados por la droga, una de las metas del Plan Colombia, peor tratar sobre la pobreza y la desigualdad producida por el capitalismo estadounidense.
En las cumbres no se trata estos temas con conciencia y convencimiento, no se toca el poder político de los medios comunicación, del papel de la OEA y de la Comisión Interamericana de los derechos humanos menos de la ausencia de Cuba, en verdad son cumbres inoficiosas, inútiles, solo sirven para que los empresarios mineros (plaga de moda) puedan acercar propuestas a los presidentes o colaboradores para cerrar negocios.
El presidente Correa aun cuando se le critique que se aísla diplomáticamente, que no es así, anuncio que no irá a Cartagena por estar en comunión con sus principios críticos de que, en las cumbres no se tratan temas fundamentales. Correa con su inasistencia desnuda la hipocresía de la mayoría de presidentes quienes a pesar de estar en desacuerdo con la política exterior estadounidense no pierden la oportunidad de estar cerca del país que más tecnología tiene en el planeta, el presidente de Ecuador dinamito el puente falso que une en las cumbres a los gobiernos Latinoamericano con Washington.
Por supuesto que al presidente Rafael Correa le lloverán críticas internas de la oposición y externamente de sus mismos aliados del ALBA no acostumbrados a que le roben el protagonismo al evidenciar su fanatismo por la publicidad en las cumbres presidenciales.
Por principios y dignidad Correa tuvo que declinar su asistencia a Cartagena, después de la presión de la canciller y presidente colombianos quienes con sus declaraciones presionaban y menospreciaban la inasistencia del presidente de Ecuador; serán días molestos para Correa hasta que la cumbre pase, sin embargo, habrá otras cumbres para enfrentar el vendaval de amigos y enemigos y para seguir aprendiendo que los amigos no son tal a la hora de la verdad.
Al presidente Correa la hubiera resultado mucho más molesto asistir a la cumbre esos dos días para estar perseguido por periodistas, mirado de reojo por los presidentes amigos, los otros evitándole y los otros…a nadie le importa dentro de esa falsedad llamada cumbres.
Estoy convencido que Correa, será recordado por actuar en consecuencia con sus criticas, eso recordara la gente cuando piense en usted presidente.
De todos los presidentes que tratan de sobresalir con la idea de dejar un mejor legado para la posteridad, su conciencia Sr. Correa da testimonio de ello con sus propios pensamientos que están siendo acusados, yo lo apoyo a pesar de ser un crítico de su gestión en algunos temas, pero, lo que usted está haciendo últimamente en Ecuador, hay que reconocerlo, ayuda al pueblo, esto me permite sugerir la continuidad de otro periodo, es lo que permite la Constitución, al mando del poder para darle carácter de proceso a la revolución alfarista capaz de consolidar a la ciudadanía en torno al cambio y al despertar proselitista en uno de los países más difíciles de gobernar en la tierra.
No hay duda que la inasistencia de Correa a la cumbre lo elevara como el promotor de sacar a la luz pública la ineficacia de las cumbres llenas de eficiencia publicitaria y seguridad para los que asisten con temas ya aprobados para no molestar al macho mas macho de EEUU, poderosísimo presidente al que Juan Manuel santos se debe, la asistencia de este poderoso príncipe de las tinieblas, es el triunfo más importante para Nariño, gobierno que adorno la cumbre con las muertes de unos 70 guerrilleros de las FARC y la liberación por parte de estos de 10 prisioneros de guerra, el resto es secundario para Bogotá, pero, la inasistencia de Correa dará mucho que pensar en la cumbre.
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