Primera parte de la entrevista

Santiago Arconada: "Eso que pasó desde el 2007 en adelante en Venezuela, se llama estalinismo”

Primera parte de una extensa entrevista realizada a Santiago Arconada. 

Llega puntual por demás a la cita, siempre amable y con expresiones de saludos y afectos que nunca dejan de acompañarlo. A Santiago Arconada lo caracteriza su melena blanca, esa que le da aires de experiencia y sabiduría, esa que conecta la investigación y acción participativa de manera integral. Un intelectual con manos de obrero, de carpintero. Antes de comenzar la entrevista me cuenta que anda montando de nuevo su carpintería y que eso le ha quitado tiempo para poder seguir militando más activamente, pero que está seguro que valdrá la pena.

Santiago tu trayectoria de vida ha estado profundamente conectada con las luchas populares, y estas luchas tuvieron un momento de encuentro con la institucionalidad, pero también con un proceso y un gobierno que se llamó revolucionario. Tus luchas son de vieja data en ese sentido, pero el gobierno de Chávez tuvo una coincidencia en la posibilidad de que esa vocación hacia la revolución tuviese algún sentido. ¿Hoy esa conexión que evocó al gobierno de Chávez sigue teniendo sentido?, esa lucha que has librado durante tantos años, que pudo ser consagrada con Chávez, ¿hoy cómo se ve, frustrada, suspendida, postergada, o conectada a alguna posibilidad de que el gobierno de Nicolás Maduro avance en ese proyecto que en algún momento te convocó?

Quiero arrancar diciendo que ese tiempo al que haces alusión merece un análisis más detallado porque es un tiempo que tiene que ver con que, supuestamente, las voces disidentes antes tenían trabajo y ahora no. Eso significa que en el momento de 1999, en el que muchos de nosotros fuimos requeridos para asumir en la práctica real, en los hechos, el gobierno de Hugo Chávez, en lo concreto en mi caso, asumimos el suministro de agua potable y servicio sanitario en la región capital; vale decir que arranqué con otro grupo de compañeros la gestión comunitaria de Hidrocapital.

Es bien interesante hacer este recordatorio. Cuánto valía el barril de petróleo, 7 dólares, no había plata, no era precisamente a realazo como se podían resolver los problemas como el reventón del alimentador norte, con el cual la fortuna recibió al presidente Chávez el 6 de enero de 1999. Unos días antes de que el presidente Chávez tomara posesión, uno de los suministradores más importante de Caracas estalló a la altura del Guarataro, un área densamente poblada.  Yo recuerdo que cuando recibimos la responsabilidad, en el taller en mayo de 1999 para arrancar en junio, el pueblo se refería a Hidrocapital como “Hidrocriminal” y salía Radio Rumbos diciendo “Hidrocriminal mata de sed…” a los vecinos en tal lado y hay manifestaciones en tal esquina, yo recuerdo que en 3 meses de difusión de la propuesta de las Mesas Técnicas de Agua, Hidrocapital dejó de ser “Hidrocriminal” y el pueblo hizo una aprehensión y apropiación de Hidrocapital, comprendiendo los elementos verdaderos de dificultad estructural que la empresa tenía para poder suministrar el agua.

En fin, por qué te recuerdo esto, porque eso se hizo a pulmón, ahí no había realazo, lo que había era mística, ahí había una mística que hizo que más allá de las 4 de la tarde, todos los días alrededor de Hidrocapital muchos de nosotros estábamos hasta la 1 o 2 de la madrugada, porque las emergencias había que responderlas. ¿Tú sabes lo que es eso? las tareas políticas de dar respuestas a las expectativas que levantó Hugo Chávez, en el ámbito del agua, en el ámbito de los barrios populares de Caracas, de Vargas, de Los Valles del Tuy y de los Altos Mirandinos.

Y ¿Cuál fue el instrumento que se puso en juego? La información, eso fue todo: qué es Hidrocapital, cómo funciona, qué es lo que tiene, qué es lo que no tiene, un pueblo comenzando a tener capacidad de hacer la agenda de su empresa pública; a dónde va la retroexcavadora, a dónde va esto… esas eran manifestaciones concretas, reales y efectivas de poder popular, o sea, nosotros empezamos con el criterio de poder transformar los problemas del pueblo en motores de organización popular. Hacer la primera política pública del presidente Chávez mucho antes de los Consejos Comunales.

Por allá en el 2005 Chávez solía decir “…estoy enamorado de las Mesas Técnicas de Agua”, porque asistiendo a los encuentros anuales de todas las mesas técnicas a nivel nacional, Chávez se percataba, tomaba contacto con un pueblo que no pedía sino que proponía un proyecto y decía que había un costo pero colocaba la parte que iba a aportar y se veía el resultado. Recuerdo aquella maravilla de una muchacha de una mesa técnica de un lugar de oriente, creo que en los altos de Puerto La Cruz, que presenta un croquis, que parecen esos croquis ingenuos, donde estaban las casitas y las calles pintadas y Chávez le pregunta ¿Tu dónde vives?, la muchacha señalando la tercera casita dice: aquí presidente. O sea, él estaba tocando la verdad, esos no eran pimentones comprados, para pegarlos de la matica, para que aparecieran en el Aló Presidente. Eso era verdad, lo estaba viendo, lo estaba tocando, lo estaba sintiendo.

Eso evoca como una especie de espíritu revolucionario de un proceso constituyente en marcha que no solamente acabó en una Constitución, sino que se mantuvo vivo. Ahora ¿Cuánto duró y por qué no continuo, o continuó?

Tenemos una manera de expresar, de medir si continuó o no continuó, a través de la lucha del pueblo Eñepá, que es un pueblo indígena del Estado Bolívar, es un pueblo del tronco Caribe, de una importancia tremenda porque entre otras cosas está montado arriba de la mina de Guaniamo y en su territorio hay coltán y oro. Y es, como comunidad aborigen de las más amenazadas por el Arco Minero del Orinoco, por lo que iniciaron un proceso organizativo hace mucho tiempo, en el siglo XX, es un proceso de auto reconocimiento con base en el idioma. Ellos están en 5 regiones y cada una de esas regiones tenía una forma dialectal de hablar el mismo idioma y preocupados por ver cómo se comunicaban más, empezaron a darse cuenta de que tenían que reconocerse como pueblo y ese proceso culminó en enero de 2012 en la Asamblea Constituyente “Somos pueblo Eñepá”.

Ellos no consiguieron registro ni notaria que les registrara eso jamás, negando algo tan hermoso como que el espíritu constituyente que había permitido la refundación de la República Bolivariana de Venezuela en 1999, siguiera andando su pulso constituyente y un pueblo indígena había capturado la imagen de ese sentido y se había montado en esa ola y aprovechaba para decir: somos pueblo Eñepá, por encima de ser evangélico, por encima de cualquier otra espiritualidad, de ser católico, por encima de tener menor o mayor grado de culturización criolla, por encima de cualquier cosa: somos pueblo Eñepá. Nos informan que ha salido la sentencia al recurso de amparo constitucional que el pueblo Eñepá introdujo hace dos años y a pesar de que ahora mismo no puedo adelantar opinión porque no he visto la sentencia, nada nos llama a ser muy optimistas, lo que puede significar que le hayan negado al pueblo Eñepá el derecho al amparo constitucional por estar en un estado total de indefensión jurídica.

¿Por qué?

Está vigente un Estado que le niega a un pueblo indígena algo tan evidente como es su derecho a la demarcación, sabiendo que de eso depende la sobrevivencia de ese pueblo y su cultura.

Desde la perspectiva de Santiago Arconada, ¿Por qué pasa eso?

Porque privan los intereses de los consorcios transnacionales que están pendiente de que si hubiese una demarcación territorial eso iba a ser un impedimento a la explotación minera, y entonces el Poder Ejecutivo, liderado por el presidente Maduro no podía permitirlo, ya que su interés confeso es explotar el Arco Minero “como sea”. Como a ti te consta, yo he venido caracterizando al gobierno como de “Maduro, Cabello y Padrino”, para dar a entender que eso que vemos con nuestros ojos en “Con el Mazo Dando” los miércoles y la lista de señores militares, refleja cómo nos quieren dar a entender, que cada uno de ellos tiene ámbitos de poder, tienen un espacio y tienen fronteras y cómo todo eso se expresa en sus egoístas intereses, ajenos a la nación.

¿Cómo conectamos eso que nos acabas de mostrar sobre el pueblo Eñepá con lo que está sucediendo hoy con el proceso revolucionario?, ¿Es trasladable esa negación a la posibilidad del reconocimiento a partir de intereses económicos y políticos que puedan estar detrás de la negación de la organización de la gente?

Eso fue una lúcida reflexión criolla hecha en un evento de la Plataforma Contra el Arco Minero del Orinoco cuando denunciábamos que a los pueblos indígenas no se les había hecho la consulta previa que establece la ley y un muchacho moreno, de extracción popular dijo: ¿Y qué?, ¿A nosotros no nos tienen que consultar porque no somos indígenas?, o sea, el muchacho reivindicaba que “yo también tengo” derecho al espíritu de esta Constitución, y no respetar ese derecho es pretender que algo muy revolucionario sea clasista.

¿El proceso revolucionario ha sido homogéneo?

Para entender todo esto creo útil dividir lo que ha paso en 3 periodos del proceso bolivariano. Fíjate que yo voy a tratar de referirme al proceso bolivariano, porque eso es un dato de la realidad, ponerle el adjetivo de si es un proceso “revolucionario” o no, puede confundir aún más, esto lo digo porque he observado momentos de profunda revolución en hechos de comunidades para transformar cosas. Por ejemplo, en la Península de Araya, el pueblo de Caimancito diseñó su acueducto y empezó a pensar que tenían que usar las aguas residuales para regar. Eso es un momento luminoso y le pasó a una comunidad entera, que pasó a lo interior de un proceso organizativo por el agua que venía impulsando la hidrológica de la región junto con la comunidad, yo estaba ahí, no puedo negar algo que a la luz de los ojos era un proceso revolucionario, en todo caso si lo meto en el seno del proceso bolivariano queda bien y yo no tengo que saber después si eso siguió o no siguió, si tuvieron apoyo después o no lo tuvieron, si eso avanzó o no avanzó. Por eso digo que el concepto de proceso bolivariano nos permite mayor flexibilidad.

Yo veo desde 1999 hasta el 2006 un periodo totalmente distinto al que pasó desde el 2007 hasta la muerte del presidente Chávez en 2013, pero yo diría que desde el 2007 hasta el 2012 que de alguna manera se cierra con el Golpe de Timón y eso no es para santificar, sino para reclamarlo como un periodo que hay que estudiar de una manera distinta, porque tiene características distintas al primer periodo y un tercer periodo que responde al gobierno de Maduro.

Yo reivindico del primer periodo, la manifestación de lucha del pueblo para sobreponerse a los intentos imperiales internos y externos que se hicieron para que no se pudiera avanzar en su decisión de cambiar. Todo el chantaje previo al golpe de Estado del 2002, el chantaje de la conferencia episcopal, de Fedecamaras, de todos los organismos del poder del capital y por supuesto con el apoyo del Departamento de Estado. El golpe de Estado del 2002 que fue una manifestación en concreto que incorporó movilización de masas, que incorporó, lo que ellos llamaron “sinergia” de voluntades, la palabrita favorita del vicealmirante Molina Tamayo. Después, el paro sabotaje petrolero que significó el torpedo en la línea de la producción petrolera para Venezuela del que se salió, no solamente más fortalecidos sino más involucrados en la noción de que no nos vamos a dejar cambiar de rumbo fácilmente, entonces después de derrotar el Golpe de Estado y el paro sabotaje vino el referéndum revocatorio de 2004 y así en el 2006 nosotros llegamos a un fenómeno político sin precedentes en el cual un gobierno después de 7 años de desgaste, aumenta su votación en términos absolutos y relativos, porque no hizo falta particulares estridencias verbales revolucionarias, no hizo falta la palabra “socialismo”.

Fue en el 2005 cuando el presidente Chávez incorpora el término socialismo…

Como una reflexión personal de él. Sin embargo, lo que quiero es llevar a ese hecho que algunos lectores de aporrea.org les extraña de por qué yo reivindico esa votación del 2007 donde se le niega al presidente Chávez la reforma constitucional.  A mí me parece un momento particularmente necesario de revisar, pero además déjame decirte que ese primer tiempo, tampoco se caracterizó por dólares, por reales, porque fíjate a cuanto llegó el precio del barril de petróleo en el 2006, habría que revisar pero no creo que estuviera superando los 50 dólares por barril. Y sin embargo había ocurrido una elevación de los precios del petróleo que se veía como otra manifestación del proceso bolivariano en la reconstrucción que Chávez hizo de la OPEP echándose al hombro el hecho de que “sí, nosotros éramos los primeros pinochos, éramos los primeros que mentíamos con las cuotas de producción, ahora no, ahora somos los primeros interesados en remontar esta organización para que sirva para algo”, y recompuso una OPEP que estaba vuelta trizas, y esa OPEP (la reconstituida), se sostuvo efectivamente a lo largo de muchos años, y eso no fue de golpe y porrazo que llegó el barril a ciento y pico. Eso fue un proceso que después también tuvo elementos de orden internacional que lo determinaron, pero que el primer elemento, la primera recuperación de precios se hizo por una voluntad expresa del gobierno venezolano liderado por Hugo Chávez en la recomposición de la OPEP, y ese tiempo duro.

Lo que quiero decir es que el éxito del 99 al 2006, éxito que se refleja contundentemente en esas elecciones de diciembre del 2006 con elevación de los votos en términos absolutos y en términos relativos, también tuvo que ver con conciencia, con voluntad, con honestidad, con transparencia. Eran los tiempos en que en el acueducto Luisa Cáceres de Arismendi planteado por el concejo de agua de Clavellino, las empresas que ganaron la licitación para el tendido del acueducto presentaban al pueblo mensualmente el registro de cuentas de su actuación, cuántos metros habían metido, cuánto había costado, qué habían tenido, qué no habían tenido, qué problemas; y la gente había ido haciendo seguimiento con participación directa en quiénes trabajaban, cómo se enfrentaron las comunidades al poder de los construcción para que fuesen las comunidades las que metían a los jóvenes trabajadores a trabajar. Todas esas manifestaciones de poder popular tenían que ver con amplitud, ese consejo comunitario que te estoy hablando, el consejo comunitario de Clavellino se caracterizaba porque entre sus fundadores estaban insignes dirigentes de Acción Democrática, y no tenían problema en participar en la construcción de una institución que se hacía para que el agua pudiera ser un servicio efectivamente público; y que efectivamente llegase, que tuviesen agua los pueblos de Araña. Toda esta historia viene a sustentar el hecho de que ese tiempo tuvo características de amplitud, nosotros no hacíamos organizaciones, no hacíamos política pública para nuestros panas, hacíamos políticas públicas para el conjunto del pueblo de este país, y esas políticas públicas eran bien recibidas.

Cuando yo soy nombrado por el Presidente Chávez en el 2007, en enero del 2007 para el Consejo Presidencial del Poder Comunal yo le lleve al Presidente Chávez el día que teníamos una reunión con él en Miraflores, un volante. Resulta que estaba buscando por detrás de la Campiña la dirección de “Question” y pregunté en un quiosco si sabían la dirección, ahí vi unos volantes y pregunté: ¿Señor puedo llevarme uno?, eran volantes de convocatoria para la constitución del Consejo Comunal de la Campiña, ¡Un Consejo Comunal en La Campiña!, y se lo llevé al Presidente Chávez para que se dé cuenta de los niveles de seguimiento que puede tener un llamado, para que lo hagan en La Campiña. Esto lo cuento a pesar de que en esa reunión yo tuve una discrepancia con el Presidente Chávez en cuanto al carácter público de los Consejos Comunales. Porque de alguna manera, yo creo que ya empezaba a haber una tensión, que la transformé en un juego de palabras: ¿Los Consejos Comunales son la organización del pueblo para controlar al gobierno? O ¿Los Consejos Comunales son la organización del gobierno para controlar al pueblo?

¿La cooptación de los Consejos Comunales por parte del PSUV y de las instituciones?

Eso fue ya una manifestación abierta de estalinismo, característica del estalinismo, que yo de alguna manera había pensado que la izquierda ya se había vacunado a lo largo de su propia práctica sindical en los años de la cuarta república, cuando el MIR agarraba un sindicato y lo fagocitaba, se moría el MIR y se moría el sindicato, entonces había comprendido que yo no tengo que fagocitar al sindicato para que se haga revolucionario. El sindicato es la organización de base de los trabajadores y el que quiera meterse, lo digo porque el MIR vivió este debate, todavía tengo en mis archivos registros de este debate que dio tanto el MIR como otras organizaciones de izquierda, sobre si se debía o no cooptar a las organizaciones de base por la organización política, por lo demás, es un debate muy viejo en la izquierda.

¿Qué pasó entonces después del 2007?

Paso al estalinismo. A mí me parece muy importante caracterizar en términos de categoría política, no para revestir en términos académicos una determinada opinión, sino para no hablar como que si estuviésemos inventando el café con leche. Eso que pasó desde el 2007 en adelante se llama estalinismo y lo criticamos y lo enfrentamos desde entonces y ese enfrentamiento lo hemos hecho en el desarrollo de nuestro trabajo.

¿Se dejó atrapar Chávez por el estalinismo  o era estalinista?

Es importante hacer una disquisición de porque digo yo lo del estalinismo y de por qué esa desviación nos ha costado muchísimo y, como lo escribió recientemente el compañero Carlos Carcione: ¿Quiénes son los sepultureros de la revolución bolivariana? Yo digo, sobre la base de reconocer y admitir que, el principal sepulturero histórico de las revoluciones en el mundo se llama José Stalin, que sigue emanando su perversa influencia sobre quienes se pretenden de izquierda. Yo creo que pocas cosas pueden ser más contradictorias que ser estalinista y ser de izquierda, en todo caso, respecto a tu pregunta, yo creo que había cosas del mundo militar de las cuales Chávez no podía desprenderse … porque nadie puede desprenderse de sus vísceras, nadie puede desprenderse de su identidad, entonces, el Golpe de Timón revela de manera autocrítica, que pudo haber originado, a lo interior del proceso bolivariano, tanto dirigentismo, tanto hiperliderazgo, para decirlo en las palabras de Juan Carlos Monedero, que en su momento fue bastante golpeado por haberse atrevido a decir en el Centro Internacional Miranda que había manifestaciones de hiperliderazgo, que según parece, tiempo después Chávez llegó a reconocérselo al propio Monedero. Y probablemente tenía razón Monedero porque Chávez se cansó de decir que las comunas no eran un ministerio “voy a tener que cerrar el ministerio”, pero no lo cerró, siguió existiendo una especie de ventanita de ese asunto y en esa ventanita estaba encerrado todo el criterio que yo tantas veces he mencionado en muchas entrevistas.

Lea la segunda parte en:

¿Cuánto tiempo nos va a llevar comprender que esto en Venezuela se volvió una robadera?”



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