El 23 de Enero, la urbanización

Antes se llamó 2 de Diciembre. Dicho nombre era en honor a la madre de Marcos Pérez Jiménez. Antes de que Pérez Jiménez se subiera a la “vaca sagrada”, una avioneta y se marchara a República Dominicana dejando una maleta repleta de dólares que alguien se c ogió, no estaba inaugurada toda esta gama de bloques y superbloques. Es decir no estaban terminados ni adjudicados varios edificios, lo cual aprovechó el eterno grupo de chulos que rodea a Venezuela para meterse por la fuerza en muchos de ellos. Esos mismos que hoy invaden edificios y que gozan de una conducta bélica , prepotente, altanera y criminal para que cuando llegue la ley a reclamar lo que no es suyo, se atrincheran como Marines subdesarrollados y protestan, gritan dicen que son “padres de familia” y sus mujeres salen con los hijos colgando de los brazos para dar látima, sin dignidad ni respeto por lo ajeno. Es decir, sin moral social. Algunas mujeres venezolanas se prestan para que el machote bellaco las utilice con fines inmorales bellos.

Bien,el 23 de Enero , la urbanización que la naturaleza puso cerca de Miraflores para que defienda a quienes la quieren , cuando los malvados hijos de Obama intenten algo malo, es la zona más reconocida de América Latina como lugar revolucionario. En el 23 de Enero ha olido siempre a aire libertario. Desde las azoteas de sus edificios se ha escrito con sangre muchas epopeyas que guarda la historia contemporánea. Después que los matarifes adecos y copeyanos, urredistas y lambucios que usurparon la gesta de libertad que se quería marcar a la caída de Péeerz Jiménez, el 23 de Enero comenzó a combatir contra esa dedocracia del binomio criminal. Es decir, cuando se fue la dictadura militar de Pérez Jiménz y el pueblo creyó que con Fabricio Ojeda y Hugo Trejo el país comenzaría la vía a la equidad, la justicia y la libertad, hizo su aparación la otra dictadura, es decir “la dictadura democrática”

Los oligarcas vieron en ese conjunto de combativos bloques al enemigo más acérrimo. Ahí mismo comenzó el despliegue de publicidad. Había que hacerles creer a todo el mundo, sobre todo a los mentes débiles de otros sectores, que en el 23 de Enero vivía una jauría de criminales, drogadictos y pollos sudados. Lograron en parte su cometido. Ni siquiera los hijos del pueblo, los taxistas, hacían una carrerita al 23. “No ese lugar es muy peligroso” alegaban para negarse a cumplir con su trabajo, que es el de cargar pasajeros. El 23 de Enero es padre de muchos seres humanos que han cumplido y cumplen diversas profesiones en Venezuela y en el mundo. Además de revolucionaria urbanización, del 23 de Enero ha fluido siempre la creatividad de sus habitantes. Científicos, doctores, ingenieros, deportistas de todas las especialidades, artistas del canto, de la mśuica, del arte, de la poesía, de la literatura. Y sobre todas las cosas, revolucionarias y revolucionarios.

El 23 de Enero no es bien visto por los espantapájaros del este sifrino y pantallero. En esta urbanización que canta, ríe y sueña, no van a encontra jamás a un pusilánime, a una o a un ser eunuco, sumiso, porque eso nunca lo han practicado los habitantes del 23.

Por eso hoy cuando lamentablemente los “demócratas” hacen alusión a esta fecho como algo en lo cual estuvieron involucrados, uno que es del 23 de Enero siente náusea. Los corruptos adecos y copeyanos, envenenaron a mucha gente del 23 de Enero, pero la mayoría, la que siente, la que analiza, la que es alma y amor de pueblo, no se vendió ni se vende jamás. Los bloques de la urbanización más bella de Caracas, están ahí. Por sus escaleras corre la savia juvenil con una piedra, con una Molotov, con una voz, para seguirles recordando a los fascistas que la lucha nunca muere. Que los soldados del 23 de Enero están prestos al combate por no dejar que la injusticia se repliegue con su mal olor por los lugares que les pertenecen al pueblo. Ese pueblo combativo, humanitario, y hermoso que convive en estos históricos apartamenteso de la dignidad y el ejemplo. ¡Viva el 23 de Enero, hoy mañana y siempre donde el olor a lucha es el mejor perfume de sus habitantes!


aenpelota@hotmail.es


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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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