Revolución Bolivariana: ¿Una fase avanzada de la Cuarta República?

   Algunos camaradas se sienten tentados a repetir los vicios de la Cuarta: corrupción, mafias de gestores en las Instituciones y Organismos del Estado, el cultivo de “parcelas” políticas (no olvidemos el desespero de algunos servidores públicos y dirigentes políticos en quedar en las distintas direcciones que conforman el PSUV el año pasado),  el error de algunos socialistas que están en los Consejos Comunales y difunden la idea que “allí no se habla de política”. Existe una tendencia en algunos compañeros de establecer una alianza con sectores que manifiestan su oposición a la Revolución Bolivariana. 

     De allí la necesidad de un reagrupamiento en torno a la propuesta socialista; una defensa militante y consecuente.  

     Hay que desencadenar una campaña implacable contra la alianza con la burguesía y por el programa socialista”. 

     La anterior frase fue recogida de una carta que envió Trosky al periodista Harold R. Isaacs en 1937. Esta debería ser la máxima a asumir por los militantes de este proceso. Interesante la columna aparecida en el Grano de Maíz del día Lunes 31 de agosto:  

     “Si decimos que no tenemos diferencias, que somos como Caracas y Magallanes, diferentes pero iguales, rivales pero unidos por la pelota y, por supuesto, todos jugando el mismo juego, entonces la Revolución es una ‘cuestión de estilo’, de ‘puntos de vista diferentes’, de ‘matices’, pero nada de fondo” 

     Es insistente la idea que en el fondo “todos somos iguales” en las conversaciones cotidianas. Esto es mentira. Existe una clase social, dueña de los medios de producción y de los medios de comunicación, que explota y engaña a la mayoría del pueblo, que ejerce su dominación a través del fascismo y la manipulación. 

     No sé si es culpa de algunos de nuestros dirigentes o es culpa nuestra. Pero corremos el riesgo de perder espacios políticos. Allí está Petare, le dio el voto al fascista Ocariz. En algunos sectores populares de Caracas, el voto a favor de la oposición se ha incrementado: Caricuao, Altagracia, San Juan, El Junquito, entre otros.  

     Lo anterior parece indicar que a muchos ciudadanos le da igual votar por la propuesta socialista o por la propuesta de la Derecha.  

     “Todos somos venezolanos y debemos defender a nuestros hijos”. Lo anterior lo dijo una madre afecta al oposicionismo en la marcha en contra de la LOE.

     Dicha frase parece sensata y racional, pero en el fondo, reproduce las posturas emotivas e irracionales en contra de Chávez: “Él ha dividido la familia, él debe irse y dejar que los venezolanos sean como antes”.  

     Pues, debemos combatir toda pretensión de restar importancia e impacto a los avances de la Revolución: el trabajo voluntario debe dar respuesta a las pretensiones de incentivar un egoísmo exacerbado en la población. 

      Si asumimos una posición ambigua en este proceso, se corre el riesgo de dar vida de nuevo al “Pacto de Punto Fijo”. Allí está el monstruo del Sambil de la Candelaria. Que se investigue a los legisladores que dieron el visto bueno a la construcción de ese Centro comercial. 

       Unas 12 mil firmas recogieron “Consejos Comunales” del sector en apoyo a ese símbolo capitalista. Otro ejemplo más de la debilidad ideológica de nuestros cuadros en las agrupaciones de ciudadanos y ciudadanas. En Chacao, más de una veintena de Consejos Comunales participaron en un referéndum consultivo para la aprobación de la construcción de un centro cívico.  

      Se están apropiando de nuestras herramientas para revertir el proceso de transformación. El regreso al “Pacto de Punto Fijo” significaría una derrota sin precedentes en el movimiento revolucionario. La derecha no busca ningún pacto. Ella busca la muerte del intento bolivariano. Acertadas las palabras de Antonio Aponte, en el artículo anteriormente citado: 

      “No creamos en pajaritos, no somos Caracas y Magallanes, los capitalistas siempre verán a los Socialistas como enemigos a muerte, y con su fascismo nos seguirán atacando”. 

      La oposición quiere negar la lucha de clases. Ellos pregonan “la igualdad” porque les interesa políticamente para hacerse de nuevo con el poder. Ellos dicen: “Aquí estamos marchando por una misma causa, pobres, ricos, negros, blancos (…)”. 

      Eso es falso. Es incomodo y doloroso ver a la hija del dueño del abasto, que acapara y especula, marchando con las “manos blancas” por los hambrientos de Venezuela. Pues, la oligarquía ha lanzado una ofensiva sin precedentes, hipócrita y desleal  en contra del pueblo y a su vez, la hacen ver como una propuesta para sacar a Venezuela de la crisis producida por el gobierno chavista. (Esto puede provocar la pérdida de un considerable número de puestos en la Asamblea Nacional para las elecciones del próximo año por parte de los revolucionarios). 
 

      Pues no podemos olvidarnos de donde venimos. Tener Conciencia de Clase significa que el Socialismo no podrá construirse con las “armas melladas del capitalismo”. El salir al paso a las posturas que pregonan el individualismo y el culto de las posiciones egoístas, es un deber de todo revolucionario. El sujeto que propone el Capitalismo, es un ser viciado, con una miopía moral que le impide ver las injusticias y con una conciencia sumergida en el consumismo y la mimetización de los estilos de vida de los llamados “países del primer mundo”.  

      Socialismo contra capitalismo, la dignidad del pueblo versus el intento de revivir “El pacto de punto Fijo”. Es oportuna la cita tomada del ensayo EL CHE: CUBA, AMÉRICA LATINA Y EL MUNDO, escrito por Orlando Borrego Díaz: 

      “El socialismo rectifica y se eleva sobre sus errores, porque su constitución tiene al hombre como centro, sus movimientos y sus transformaciones. El Capitalismo trata de perfeccionar e imponer por la fuerza sus mecanismos de explotación, y se alimenta de los errores y las debilidades humanas. Su propuesta es el hombre descentrado, dócil a las fuerzas del consumismo entronizado por el mercado bajo la Ley del valor: su filosofía es la de la enajenación” 

      Superar la enajenación y la alienación es el motor que debe impulsar la propuesta del hombre nuevo que pretende nuestra revolución socialista. Marcuse se planteaba lo siguiente:

 
¿Para qué queremos una revolución si no conseguimos un hombre nuevo? Jamás lo he entendido. ¿Para qué? Naturalmente para lograr un hombre nuevo. Este es el sentido de la revolución, tal como lo veía Marx, no la revolución burguesa.”.  

      De allí los ataques viscerales a la LOE, no quieren que se siembren las bases para la propuesta moral contenida en el Proyecto Nacional Simón Bolívar. A ellos les interesa un ciudadano desmovilizado, incapaz de criticar al sistema, conformista, que se adapten de nuevo a la llamada Democracia Representativa, a la que hay que acudir cada cinco años a elegir los gobernantes sin tener derecho a otro tipo de participación: “Los hijos de los obreros a seguir el trabajo que heredan de sus padres, si es que se quieren ganar el pan… los hijos de los burgueses a estudiar para gerentes para manejar los negocios de los padres”. Según ellos: “Algunos nacieron para explotar… otros para ser explotados”. 

      Debemos prepararnos para hacer frente a este proceso de involución y regreso al pasado que se impulsa desde el sector opositor. Ellos trataran de impulsar la conocida práctica del “Borrón y cuenta nueva”, una vez hayan sacado a Chávez del poder. Nos quieren tratar como ovejas y conducirnos a su antojo. 

  Se culmina este escrito citando a la editorial publicada en la revista PUNTO FINAL, el 24 de julio de 2009: 

      “Existe, sin embargo, un dilema que a pocos interesa poner al descubierto. O seguimos siendo un rebaño de ovejas que marchan sumisas en la dirección que imponen sus pastores, o nos asumimos de una vez y para siempre como ciudadanos, o sea como personas responsables, críticas y libres, que entienden lo que está pasando en Chile y en el mundo. Dispuestas a actuar para que las cosas cambien y seamos capaces de construir un destino positivo para las mayorías, que proponga metas y proyectos, que trace una gran tarea nacional en que el principio orientador sea el bienestar general y no el lucro, la solidaridad y no el egoísmo, la honestidad y no la sinverguenzura (…)”. 

      Afortunadamente, en nuestro caso, las ovejas se han declarado en rebeldía. 


compisex@hotmail.com


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Luis Zambrano


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