Es un hecho indiscutido la proyección continental e inclusive mundial del Presidente Hugo Chávez. Su última propuesta a la FARC-EP ha dado la vuelta al mundo.
Las palabras de Chávez en cuanto a la vigencia de la FARC- EP ha sido utilizada por la prensa capitalista en dos aspectos. Primero como un reconocimiento desde la izquierda de que la guerrilla en Latinoamérica y particularmente en Colombia no tiene vigencia. Y en segundo lugar, como un reconocimiento de las perversidades de la prácticas inhumanas de la guerrilla Colombiana contra la población civil.
Por otra parte, los sectores de izquierda en el mundo han reaccionados de tres maneras. Primero han mostrado su despecho hacia el comandante Chávez. Unos han planteado su desacuerdo con la posición de Chávez pero lo han calificado de error y han querido enmendar la plana. Otros han mostrado su desacuerdo y están profundamente indignados, hablando de doble discurso, de posiciones de derecha y de daño al proceso revolucionario colombiano. Inclusive algunos en su impotencia han llegado a cuestionar el liderazgo del Presidente Chávez en Latinoamérica.
Otros menos emotivos han tratado “entender” estas posiciones en el concierto del estado de las fuerzas internacionales: con particular énfasis en la agresividad de Estados Unidos. Pero a fin de cuenta terminan justificando; ahora sobre la base de una hipótesis, la posición del Presidente Chávez. Otros sencillamente aprovechan el momento para plantear su perspectiva de la situación en Colombia sin pararse en la propuesta de Chávez; pero en el fondo negando por oportunista este planteamiento. Y algunos pocos señalando que estas posiciones viene a reconocer lo que ellos siempre han dicho: que el Presidente Chávez es un demagogo que oculta sus posiciones de derecha bajo la conflictividad y un discurso seudo- izquierdista.
De cualquier manera Chávez sigue poniendo en el tapete los temas de discusión dentro de Venezuela y en muchos Países de Latinoamérica y el Mundo.
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