Las Penas son de Nosotros, las Vaquitas son Ajenas

“Las penas y las vaquitas, se van por la misma senda, las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas…” esto canto con voz aborigen el argentino Atahualpa Yupanqui.

Siendo una manera de explicar lo que hace el capitalismo en la sociedad. Es obvio que en el modelote acumulación de capital (capitalismo) las penas siempre serán para la mayoría, y las vaquitas (los recursos) les estarán ajenos al pueblo, para quedar en manos de unos pocos.

Con la creación del Partido Socialista Unido de Venezuela, la implementación de acertadas políticas sociales desde el Gobierno nacional, el empoderamiento de lo pobres de sus recursos, y un discurso de acción socialista liderado por el Presidente Chávez, Venezuela se encamina a convertirse en esa pequeña potencia popular que todos los luchadores sociales soñamos.

El Gobierno Bolivariano se ha empecinado en poner a Venezuela en su máximo potencial, de la mano con políticas incluyentes y de privilegio a las clases explotadas. Esto ha hecho que nazcan planes de acción muy bien diseñados como “El Proyecto Nacional Simón Bolívar”. El cual busca hacer hincapié en siete directrices necesarias para el desarrollo sustentable de la nación, y la preeminencia del proceso revolucionario. Estos son: La Nueva Ética Socialista (que propone la refundación de la Nación Venezolana); la Suprema Felicidad Social (una estructura social incluyente); Democracia Protagónica Revolucionaria (refuerzo de la independencia, la libertad y el poder originario del individuo); Modelo Productivo Socialista (adiós al capitalismo como sistema económico); Nueva Geopolítica Nacional (modificación de la estructura socio-territorial en beneficio del país); Potencia Energética Mundial y la Nueva Geopolítica Internacional.

Debemos recordar que estamos en pleno proceso de inventar un modelo socialista criollo, al que llamamos Socialismo del siglo XXI. Cuyo principal objetivo es desterrar los vicios y las injusticias que ha dejado sembrado en nuestra tierra el capitalismo y las políticas neoliberales, las cuales llenaron a Caracas y el resto de Venezuela con cinturones de pobreza, bajaron los precios del petróleo a niveles ridículos, y robaron el capital de la nación para que unos cuantos despreciables vivieran felices en otro continente. El Socialismo que buscamos construir a punta de inventiva, al mas puro estilo Robinsoniano, nos ha dado resultados inobjetables, el proceso de alfabetización, el aumento a mas de dos millones de estudiantes de Educación Superior, la recuperación de la OPEP, la creación del ALBA son algunos que podemos mencionar, de una lista de cientos.

Ya no es posible la eterna crítica a la revolución sobre la no inclusión del empresariado nacional, cuando en evidencia dejo el Presidente a los distintos empresarios, demostrando al mundo entero que sus inversiones y sus ganancias se han incrementado en Revolución.

Pero aun tenemos que corregir muchos errores, solo llevamos diez años cambiando el mundo, desde el poder, en este pedazo de tierra Americana. Aun existe la injusticia, aun existe la indiferencia, aun existe el odio. Pero estoy seguro en que llevaremos adelante este barco de esperanzas, sueños, y realidades, no a puerto seguro, sino a tierra socialista, de mujeres y hombres nuevos, de revolucionarios verdaderos, de seres de corazón.

Y un día, no muy lejano, en cualquier plaza del país, escucharemos algún cantor popular, cargando su guitarra y entonando “las penas y las vaquitas ya no van por la misma senda, las vaquitas ahora son nuestras y las penas se despidieron”

*Estudiante UCV

jorge_amorin@hotmail.com


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Jorge Amorín*


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