Espiritualidad en la Revolución Bolivariana

Que una triple condición de fe, está presente en la Revolución Bolivariana, no es una simple afirmación de misticismo, sin efectos ni consecuencias, que merecería una palmadita a la espalda de quien expresa su convicción de que Dios está presente en la Revolución. No se trata de afirmar la presencia de un dios bobo, colgado e inmóvil en algún lugar del universo. No se trata de un sentimiento positivo, intangible e indescriptible, que nos envuelve a todos y nombramos dios. Se trata de la fe en la existencia de un Dios vivo, que rige y constituye el Universo, que hace su voluntad, permite que nosotros hagamos la nuestra, y que asumamos ante El las consecuencias.

Escribo sobre el tema, por que considero que éste es un momento sin precedentes, para que los revolucionarios identifiquemos a la mayor de nuestras fortalezas: nuestra fe en Dios. Esa fe tantas veces confesada por el líder de la Revolución Bolivariana, que se manifiesta en su gestión gubernamental, cuya prioridad es la atención a los más pobres y que despliega una solidaridad activa para con pueblos hermanos, más urgidos y necesitados que el venezolano. Esa fe que nos identifica, que constituye nuestro ideario más sencillo e inmediato, que nos mantiene unidos entorno al líder y nos llena de certeza en cuanto a nuestro propósito de ser libres y soberanos. Nuestra fe en Dios es origen de esa condición que nos caracteriza, como pueblo justo, bondadoso y solidario, y la actuación de nuestro líder y Presidente, en estos valores, es también voluntad nuestra y cuenta con la bendición de Dios. Así contaremos con el amparo del Señor y con Su intervención, frente al enemigo que pretenda destruirnos.

La fe en Dios es una profesión individual, profundamente intrínseca de cada ser humano y distinta a la religión por la que optamos, si acaso optamos por alguna. La fe en Dios que profesamos, o a la ausencia en nosotros de la misma, no es, como la religión, de elección voluntaria. No podemos optar entre creer o no creer en Dios. Creemos o no creemos, no por elección, sino por convicción. Quien ha vivido parte de su vida carente de fe y en algún momento encontró a Dios, sabe de lo que escribo y seguramente comparte conmigo el deseo de que, quien carece de fe, en algún momento la encuentre. Un proverbio de la sabiduría expresa “quien busca encontrará”. Esa fe que nos embarga individualmente, invade a la colectividad revolucionaria y bolivariana que integramos y nos une para servir a Dios, en este crucial momento para la humanidad, y en la tarea de hacer del Mundo un lugar justo.

Cuando esa parte excluida de la nación venezolana, fue vilmente atropellada por sus gobernantes y presentó su caso, tras los acontecimientos de 27 de febrero de 1989, la respuesta de Dios no se hizo esperar; Su voluntad de hacer justicia fue anunciada, con la presentación y el por ahora de quien nos lideraría. Con la fuerza de esa fe colectiva, la Revolución ha triunfado durante nueve años frente a incansables ataques. A cada agresión, la respuesta del Creador fue hacer del pueblo Su instrumento, para provocar formidables volteretas a los acontecimientos; como en abril y en diciembre del año 2002. Con esos testimonios en nuestros corazones, no podrán amilanarnos, quienes nos amenazan con una nueva agresión del imperio y sus lacayos. Confiemos en Dios, El los confundirá y una vez más nuestros enemigos no encontrarán explicación para el fracaso, pues no admiten que seamos instrumento Suyo, para acabar con un imperio de oprobio y de soberbia, que invoca a un dios en el que no cree y masacra a pueblos débiles para despojarles de sus riquezas. Dios Patria Socialismo o Muerte… VENCEREMOS.

eveliseyrafael@hotmail.com


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Rafael Flores

Capitán de altura y productor agrícola

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