El capitán Pérez Fernández fue alcalde de Barcelona, capital del estado Anzoátegui, en dos oportunidades. Hoy luego de varios años, está de campaña en las calles aspirando nuevamente a gerenciar el municipio. Es el único exalcalde que se da el lujo de caminar sin escoltas, recibiendo el saludo de todos los transeúntes. No ha tenido que gastar dinero en publicidad, su sola presencia es una promoción itinerante.

En una entrevista radial, explicaba este domingo pasado el por qué aspiraba la reelección. Fue muy explicito en su argumentación, el conductor lo dejó hablar y estuvo 25 minutos seguidos enumerando obras, que a lo mejor los oyentes ni sabían que fueron construidas en su administración. La Casa del Abuelo, en donde se le daban las 3 comidas diariamente a casi doscientas personas de la tercera edad, con el especial detalle de irlos a buscar a sus propias residencias en dos autobuses comprados exclusivamente para esas labores. Atendían una veintena de profesionales médicos pendientes de la salud física de los asistentes, existía una sala de computación para la educación y distracción de los adultos mayores. Eso ahora prácticamente no funciona.

Habló del Bulevar 5 de Julio, como cambió la economía del centro de Barcelona, evitando que la gente forzosamente fuese a Puerto la Cruz a caminar al Paseo Colon. Le dolió que los gobiernos posteriores hubiesen eliminado otra de sus grandes obras, La Casa del Ciego, convirtiéndola en oficinas de Desarrollo Social.

Decía el capitán que él quería rescatar todas esas obras y devolverle la felicidad a Barcelona. Recordaba los centros asistenciales y clínicas construidas en sus administraciones, en Campo Claro, La Matanza, Guamachito. Además se refirió a las plazas y parques construidos en la ciudad, el de La Plaza Bombón en honor a esa personaje, que murió electrocutado salvándole la vida a una niña. El monumento a La Virgen de La Candelaria, el cual abandonaron eliminándole las fuentes de agua e iluminación alrededor.

Del capitán Pérez Fernández se puede decir que es el alcalde más chavista que ha pasado por Barcelona, visitaba permanentemente los barrios, conversaba con la gente para conocer sus problemas, como vecino de Guamachito sabe lo que es vivir en un sector popular, conoce sus problemas, pero aún así siempre buscaba actualizarse con el contacto permanente.

Cuando el comandante fallecido, visitaba Barcelona, antes de ser presidente, llegaba a la casa de Pérez Fernández, allí dormía y comía. El primer mitin realizado por Chávez en Barcelona fue en la plaza San Felipe de Guamachito, organizado por el capitán. Su amistad hizo que lo acompañara por varios estados de Venezuela, en una confianza y solidaridad permanente brindada ante la gerencia y honestidad del capitán.

Pérez Fernández, es muy diplomático al mencionar y criticar como los alcaldes posteriores abandonaron sus obras, no dice nombres como el de Guillermo Martínez, que se dedicó a inventar obras faraónicas para el final no hacer nada. Comentaba que al parecer fue una estrategia implementada para que la gente se olvidara que había sido alcalde, por poco y le cambian hasta los nombres.

Pero fallaron, el día de las elecciones de las postulaciones el capitán no tuvo que pagar 20 dólares para que votaran por él. Pues se entregó a la gente y está cosechando lo que sembró, no se dedicó a amasar fortunas.