Experiencia propia y viva

Se cumplen 32 años de lo que podemos llamar el despertar de un pueblo, muchos opinadores de oficio, historiadores han contado y descritos los sucesos, pero lo que en realidad nunca se ha dicho ni se ha logrado comprobar quien fue el autor intelectual de lo ocurrido, de lo que si estamos completamente seguros fue la represión desatada por el gobierno de turno, el del recién proclamado presidente por segundo mandato Carlos Andrés Pérez, descargo toda su furia de la época cuando fue ministro de relaciones interiores del gobierno de Rómulo Betancourt, otro adeco que al igual que Pérez, no querían saber nada de izquierda que no fuera complaciente a sus intenciones.

Hoy ya que se nos permite hablar y escribir sobre cualquier tema, porque si bajo los gobiernos de la 4ta. Republica hubiera escrito esto mínimo y me hubieran desaparecido por subversivo, terrorista y anarquista, ahora no venimos aquí a decir que el gobierno de tal o cual presidente o partido político fue bueno o malo, queremos demostrarle a la nuevas generaciones los que hoy están en la oposición le hicieron a un pueblo porque se negó a pagar un aumento de pasaje y de todos los servicios públicos, ya que para que el FMI y el Banco Mundial le otorgara un préstamo al gobierno de turno estos eran solo algunos requisitos, una menudencia y daños colaterales menores. A manera de referencia en la republica hermana de Bolivia ocurrió un golpe de estado y la presidente de facto rapidito corrió a solicitar un préstamo a estos organismos, que gustosos se lo otorgaron claro era la mejor forma de apoderarse de los recursos naturales de Bolivia, gas, litio, pero la acción de hombres dignos que realmente quieren y aman a su país han devuelto el préstamo íntegramente y claro esta con los intereses que género. Creo que nos podemos dar cuenta de lo que es el nuevo orden mundial y a lo que no estamos enfrentando.

Volviendo al tema que nos ocupa y a contar anécdotas de lo ocurrido, por aquellos años yo trabajaba para una empresa naviera en pleno centro de la ciudad de Caracas, se dice que esta rebelión popular espontánea se inició en Guarenas, estado Miranda, pero luego se extendió a la capital del país. Ya en horas de la tarde en toda Caracas los comercios habían cerrado y el transporte público no prestaba servicio. El maravilloso jefe o gerente de la naviera no nos dejaba salir y cuando logramos salir a la calle nos encontramos con el desastre total y la anarquía, los manifestantes habían superado las fuerzas del orden público, a final de cuentas me toco regresar caminando a mi casa, lo más curioso me toco pasar por todo el frente del palacio de gobierno, destacando que a menos de una cuadra un bus de transporte colectivo ardía en llama, el pueblo llego a la casa de su opresor a gritarle ya basta. Al lograr llegar a la casa después de saludar a la familia toco encender o mirar la televisión para poder saber que era lo que estaba ocurriendo, el ministro del interior Alejandro Izaguirre, un adeco curtido en mil batallas no les hablo de cualquier hombre, en plena cadena nacional dejo a todos los televidentes entendiendo, tal era la sarta de mentiras que le habían escrito en el discurso y el conocía cual era la realidad que tuvo que salir del aire diciendo que no podía continuar hablando y solo muchas horas después el ministro de la defensa general Ítalo del Valle Aliegro, fue el que hablo al pueblo para informar que el ejército venezolano salía a la calle a restablecer el orden constitucional y la declaración del toque de queda, claro estábamos hablando del día 28-02 en la madrugada, ya los muertos y heridos se contaban por centenares a nivel nacional.

Estos hechos vividos en Venezuela el 27 de febrero de 1989, cuando el pueblo se levantó en contra de las medidas de corte neoliberal que impuso el gobierno adeco de Carlos Andrés Pérez, son recordados con tristeza, pues, ese día la derecha fascista levantó sus armas contra el pueblo, sin embargo, esa tristeza se convirtió en el epicentro de lo que hoy se conoce como la Revolución Bolivariana, y el suceso representó el punto de quiebre entre el viejo Estado entregado a los intereses extranjeros y a las políticas indicadas desde los Estados Unidos. Hoy se cumplen 32 años de aquel 27 de febrero, que marcó la historia del heroico pueblo venezolano que decidió salir a la calle para exigir el cese de las políticas neoliberales impuestas por el gobierno de Carlos Andrés Pérez (CAP), recomendadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y conocidas como el "paquetazo económico", que afectaban significativamente a los más pobres y vulnerables.

Analizando las medidas, la aplicación de esta política neoliberal implicaba la disminución de la inversión social, la privatización de las empresas públicas, el alto costo y la escasez de alimentos, entre otras medidas, el "paquetazo" de CAP, como se conoció. sometió al pueblo a la liberación de las tasas de interés, aumentos del precio de la gasolina e incremento en el costo de los servicios públicos; así como eliminación de subsidios como el pasaje estudiantil y control de cambio. Las fuerzas militares y policiales dirigidas por el gobierno de ese entonces, iniciaron la brutal represión donde usaron unos 4 millones de balas. A esta masacre se le conoce como El Caracazo. De acuerdo a las cifras oficiales, estos hechos dejaron unos 300 muertos y más de 1.000 heridos, pero reportes extraoficiales señalan que hubo unas 2 mil personas fallecidas, miles de heridos e innumerables desaparecidos. También se registraron enormes pérdidas económicas y materiales.



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Gilberto José Meza Díaz

Administrador y periodista.

 gilberto.diaz.meza@gmail.com

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