¿Es una opción votar por la Alternativa Popular Revolucionaria?

La elección de la Asamblea Nacional (AN) el 6 de diciembre próximo tiene diferencias electorales, políticas y partidistas muy importantes con respecto a comicios anteriores. Una de ellas es que el denominado Polo Patriótico que aglutinaba a las fuerzas bolivarianas y chavistas cuyo eje central es el PSUV, concurre con dos opciones electorales. En anteriores procesos de elección de diverso tipo y en referéndum nacionales, que suman 24, la fórmula unitaria integró fuerzas partidistas y movimientos sociales bolivarianos y chavistas en ese frente. Esta separación se debe a que el Partido Comunista de Venezuela (PCV), sectores del Partido Patria Para Todos (PPT), e importantes movimientos sociales chavistas decidieron formar una nueva agrupación denominada Alternativa Popular Revolucionaria (APR). Ante la manipulación más política que legal hecha por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) contra el PPT para impedirle presentarse con sus símbolos y propia tarjeta en estas elecciones, la fuerza APR decidió adoptar la tarjeta del PCV como vía electrónica para que el/la votante exprese su voluntad hacia esta opción.

Existen múltiples razones para que se produjera esta separación, fundadas en lógicas y validas diferencias políticas, teóricas, ideológicas, programáticas y de gestión gubernamental propias de un proceso tan complejo como el proceso revolucionario Bolivariano como aquellas que tienen que ver con la orientación del gobierno del Presidente Nicolás Maduro y dirección del PSUV. Pero no solo son las razones que al interior del Polo Patriótico y del Gobierno Constitucional de Nicolás Maduro existen para que se haya dado esta separación electoral para el 6 de diciembre, sino que el mismo carácter y desarrollo del proceso revolucionario Bolivariano a lo largo de veintiún años plantea nuevos retos que hay que abordar de la menor manera en la construcción del camino originado y trazado por el Presidente Hugo Chávez Frías.

Entre los retos a encarar está hacer una evaluación global e integral del proceso revolucionario Bolivariano para ver hasta donde ha avanzado, cuáles son sus logros, los errores cometidos, las trabas montadas por la guerra contra revolucionaria pitiyanqui e imperialista en estos años contra el proceso y pueblo venezolano; cómo avanzar, qué factores y líneas de las fuerzas revolucionarias deben continuar fortaleciéndose en función de su consolidación. Esta discusión y evaluación a realizar, independientemente que sectores del PSUV-Polo Patriótico o gobierno quieran hacerla, requiere que sea concebida como acción estratégica asumida crítica, honestamente impulsada por personas leales y comprometidas con el proceso bolivariano, chavista y revolucionario.

Desde esta perspectiva, sin ser militante del PCV y cualquiera otro movimiento de la APR, en estas elecciones considero las siguientes razones para asumirla como una opción electoral. La primera, expresar la vocación en defensa de la democracia participativa y protagónica de Venezuela y la vía hacia el socialismo del siglo XXI; segunda, que en la consolidación de este proceso uno de sus retos es asumir la discusión plural y franca como un proceso organizativo fundamental, factor que no ha sido posible realizarlo sistemáticamente por las características que de diverso orden predominan en el PSUV-Polo Patriótico, entes gubernamentales como en otros movimientos y partidos que están dentro del proceso Bolivariano; tercera, para que en concreto diputados/as que resulten electos de la APR en la AN reclamen y propongan políticas económicas salariales y laborales de respecto a la Ley Orgánica Del Trabajo y demás leyes de bienestar social ante las orientaciones gubernamentales de corte monetarista y pragmatismo economicista ejecutadas por el Ejecutivo Nacional; cuarta, que la APR sea expresión de estos planteamientos y garantice su ejecución; y quinta, que sea medio electoral para evitar lo ocurrido en las elecciones parlamentarias del 2015 donde el Polo Patriótico obtuvo cerca de dos millones de votos menos con respecto a las elecciones presidenciales (2013) que ganó Nicolás Maduro; esta fue una de las razones que favoreció en estas elecciones la victoria de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Los siguientes datos demuestran esta diferencia de votos:

En estas elecciones el Presidente Nicolás Maduro ganó con 7.587.579 votos y Capriles Radosky sacó 7.363.980 votos. En las elecciones de la AN de 2015 el Polo Patriótico obtuvo 5.616.639 votos y la MUD ganó con 7.482.258 votos. Es decir, el Polo Patriótico obtuvo 1.970.940 votos menos.

En favor del pleno respecto a las condiciones de vida y seguridad de trabajadores/as (línea central del Presidente Hugo Chávez) garantizadas en el Ley Orgánica del Trabajo la APR en la AN debe ser vanguardia en el reclamo del por qué el sector laboral del país perdió el valor de sus prestaciones sociales y pasivos laborales por la aplicación del llamado Programa de Recuperación, Crecimiento y Bienestar (25/07/2018). En consecuencia exigir la restauración de un derecho fundamental de los/as trabajadores/as. En este sentido, llama la atención el silencio que a este respecto guardan el gobierno, los partidos y la dirección sindical que lo respalda.

Por lo tanto, desde el punto de vista político la alianza del PSUV-Polo Patriótico y sectores del gobierno nacional como la APR antes de ponerse a descalificar y atacarse entre sí deben entender que lo correcto es asumir en la AN una línea parlamentaria de confluencia y cooperación en favor del proceso revolucionario Bolivariano, donde las diferencias se debatan de manera sincera, leal y honesta en la diversidad, pluralidad y unidad revolucionaria.

En estas elecciones Venezuela en el contexto de América Latina, el Caribe y mundial debe reflejar que el proceso revolucionario Bolivariano ha creado uno de los sistemas electorales más sólidos, confiables, auditables y democráticos que existen, a pesar de la campaña mediática imperial para descalificarlo y estigmatizarlo. Asimismo, el pueblo con su participación electoral debe mostrar que el proceso revolucionario que inició el Presidente Hugo Chávez sigue estando en la vanguardia de pueblos y países que luchan por su independencia, liberación, soberanía, autodeterminación y desarrollo autosostenido pleno de bienestar, seguridad social y estabilidad política. Proceso que se fortalece con el triunfo del pueblo boliviano en las recientes elecciones presidenciales de Bolivia y la consulta popular ganada por el pueblo chileno para elaborar una nueva Constitución Nacional en esa Nación.

 



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Amado Moreno Pérez

Sociólogo (UCV). Profesor Titular activo de la Universidad de Los Andes. Dr. En Ciencias Humanas.

 amadoula@hotmail.com

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