Cuestión de gestión y política revolucionaria

Cuando el Chávez nuestro se fue prematuramente, dejó claro el manual para dirigir la revolución. Dejó el rumbo trazado nada más para encauzar el barco y navegar hacia el futuro infinito de la Patria

Dejó una comunidad de misiones, al servicio del pueblo; robustas y fortalecidas. Fue un capitán ejemplar que navegó contra la tempestad de la corrupción dejando el barco en ruta para llegar a puerto seguro.

No previno que fantasmas derrotados a lo interno vendrían a desandar alrededor de la nueva tripulación y a poco tomar el timón de instituciones, misiones, poderes y empresas, originando un caos estatal que tiene en riesgo de zozobra la nave

El caos refleja, la debacle de las misiones, la destrucción de estructuras sustituídas por otras que distan de la capacidad revolucionaria. Son producto de gestiones y políticas grises, plagadas de corrupción ineficiencia, nepotismo y despotismo originados por plagas de quintas columnas posicionados cual "revolucionarios" gracias a los favores de los fantasmas que las diseminan protegen y afianzan ante la poca maniobrabilidad que ha demostrado el nuevo capitán.

¿Cuántos perpetuos, carentes de pericia, cargados de una astucia maliciosa han hecho daño a la revolución ahora, en tiempos de pandemia donde la gestión de la eficiencia reclama esfuerzos superiores para atender a un pueblo sometido al confinamiento y sin embargo, pese a la mengua manifiesta lo dejan sucumbir en la miseria?

El pueblo cuenta y observa cada paso dado, cada charco brincado por los candidatos del partido en las maltrechas calles del barrio de una Venezuela Bella en la imaginación del capitán, mientras la víscera popular se regocija en el arribo del 6D. Por aquí pasó compadre, brincando pozos cual adeco, reinaugurando espacios creados en revolución, con el cemento todavía fresco y la pared recién pintada, dejando ver la improvisación, la inmediatez, justificando una campaña, con el discurso eterno de la culpa del imperio, como si fuera el imperio el que asfalta o el que se roba el alimento, o trafica con la gasolina o mete preso al que reclama, sin derecho al debido proceso, o establece la política de salarios, o regula precios.

Ese no es Chávez. Es la pérdida de la brújula de la gestión revolucionaria puesta en manos de inamovibles, inservibles que hoy bajo chantaje, de nuevo se presentan ante el pueblo solicitando un voto que los perpetúe.

El 6D votará la ineficiencia del CLAP, el Barrio Adentro sin insumos que no llegan por culpa del imperio pero que no es culpa del imperio sino de la negligencia del inepto. Votarán los que detestan las imposiciones sectarias psuvistas, los que no quieren candidatos a dedo si no voceros legítimos de sus sentires y se pondrá de manifiesto un pueblo que señaló que la política revolucionaria, aplicada por los postchávez estaba errada. El que pidió rectificación sin ser escuchado tratando de hacerse paso a son de plan y porrazo en las comunas productivas donde los responsables de 3.000.000 de "hectáreas cultivadas" desplazaron al humilde por la crueldad terrateniente, asesina histórica de campesinos que hoy son el alma de un Chávez mancillado por una revolución derechosa que pacta con los que Chávez dijo que no se negociaba.

El 6D emergerán nuevos actores que revivan los inicios del proyecto de nuestro Hugo, con propuestas alternativas nacidas del humillado, del desterrado, del subestimado, del leal en retiro táctico aguardando con rabia y paciencia la hora de cobrar con creces las cuentas adeudadas en una factura cargada de soberbia a esta forma rara de democracia que se cree monarquía.

 

virginiakingmartinez@gmail.com



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