Tal como afirma Federico Picado Gómez , en un artículo publicado en Aporrea, referido al crecimiento de China y Viet Nam, respecto a lo cual concluye, "No todo lo que brilla es oro", respondo entonces yo.
Pues no, no será oro lo que brille en ningún modelo científico para la organización social, que niegue el principio fundamental para el éxito en las relaciones humanas, que no es otro que el AMOR. Si es amor lo que sostiene y eleva hasta lo sublime a la relación de la pareja, la célula más pequeña de la organización social, y extiende y suscita el mismo éxito en la familia que ha crecido en él, ¿ Por qué lo niegan u omiten los científicos? ¿ Acaso aún no se percatan que su ausencia es la falla a través de la cual se precipitan todos los modelos hasta ahora por ellos concebidos y empleados para organizar a la sociedad ?.
No tengo la más mínima duda de que Venezuela se enrumba hacia el verdadero éxito. Más allá del crecimiento económico y de la prosperidad, el destino de la sociedad venezolana es la felicidad. Y para alcanzar ese destino, la fortaleza que sostiene la marcha es la verdadera fe en Dios, que caracteriza a casi la totalidad de los partidarios de ese rumbo. Es la misma fe que exterioriza el Capitán, Conductor y Comandante Chávez.
Sobre esa fe en Dios se ha cimentado la fe mutua, entre el Capitán y su Tripulación: El Pueblo Venezolano. Por eso el difícil derrotero que hemos navegado juntos, de golpes y bloqueos, de paros y guarimbas, de permanente e interminable conspiración mediática, de perversas manipulaciones religiosas desde púlpitos y altares, y la complicidad de todos éstos con los terribles fines del Imperio, no ha minado la voluntad de proseguir la marcha y de seguir en el rumbo que Chávez ha fijado. Y a lo largo del difícil derrotero junto a la Fe ha crecido el Amor.
Para proseguir la navegación Chávez ha ordenado un cambio de Buque. Ha ordenado que desembarquemos todos de las muchas y pequeñas naves de su flota, para abordar uno sólo y único buque, pues la flotilla se puede dispersar, ante las dificultades que puedan presentarse en este bravío mar, perturbado además por la piratería imperial. Las respuestas de aquellos quienes no profesan esa misma fe, aun y cuando circunstancialmente integren la flotilla, al mando de una pequeña nave, pero desprovistos del amor, como motivación fundamental para llegar al desprendimiento que le es característico a ese sentimiento, las respuestas de unos pocos no se han hecho esperar. Han sido muchas y evasivas, para no dejar la pequeña nave que cada uno de ellos mandan.
Tampoco se ha hecho esperar la respuesta del Comandante Chávez ......Si no están convencidos del amor que fundamenta este proceso y no tienen suficiente fe, para desprenderse de la cuota de poder que ostentan, en beneficio de una monolítica unidad, necesaria para seguir avante, sigan entonces ustedes otro rumbo......
* Cap. de Altura, en retiro de la Marina Mercante
